• Hablemos Caballo • [Percico]

• Ayuda •

Ese día Percy no recibió ayuda de ningún Dios para aclarar su mente. Se preguntó que tan heróico debía ser uno o cuántas veces debía salvar al Olimpo para recibir una pizca de ayuda.

— ¡Bien, no quiero tu ayuda! — Grito al lago esperando que su padre captará eso junto con todas las maldiciones posibles.

Tal vez si hablaba con Piper ella podría ayudarle a aclarar sus sentimientos, aunque no sabía si tomarse aquello enserio pues hasta hace unos días él no se había fijado de aquella manera en Nico, tal vez solo sean celos porque Blackjack le haga más caso al hijo de Hades que a él mismo.

Y eso mismo fue a hacer, aquella mañana de domingo, buscar a Piper era una tarea difícil, pues desde que Jason y ella terminaron, la chica parecía no querer hacer acto de presencia hasta la hora de las comidas.

Se paró frente al templo de Afrodita con miedo, veía las flores como bolas de fuego, las hojas como navajas, los brillos como perdición... Percy sabía que el amor era el arma más peligrosa, tanto que incluso todos los dioses respetaban a Afrodita.

— ¿Buscas a alguien? — Escuchó detrás de él. Una chica rubia ojos cafés se le acercó coqueta, seguro sabía los problemas que tenía Percy con Annabeth.

— Piper... — La chica asintió y entro a su cabaña dejando a Percy esperando, ni loco pensaba entrar a aquella cabaña.

— ¿Percy? — La chica parecía cansada, pero alegre. Se notaba que intentaba recuperarse de su rompimiento con Jason.

— He-Hey... — Saludo inseguro, no sabía si debía contarle sus problemas a alguien que intentaba salir de ellos. — Yo solo... Quería saber cómo estabas...

— Mientes — Rió la castaña y se sentó en los escalones de su cabaña, Percy suspiro y se sentó a su lado. — Escuché que tienes problemas con Annabeth, no se han sentado juntos en las comidas desde hace tres días... — Percy hizo una mueca ¿Habían pasado tres días de su pelea con Annabeth?

— Sí, bueno... Supongamos que hay una persona que—

— ¡Por los dioses, Percy! ¿¡No me digas que te gusta alguien más!? — La chica se asustó y lo asustó a él. Comenzó a negar rápidamente, pero negar sus sentimientos no evitaba que su cuerpo reaccionara, sus mejillas ya estaban rojas de solo pensar en la simple idea de que le gustará Nico.

— ¡No, claro que no! ¡Annabeth es la única persona para la que tengo ojos! — Aquella frase no convenció de todo a su amiga ni a él mismo pero se calmaron. — Hay alguien a quien... Supongo que le gusto... Y yo no quiero hacerle daño, no solíamos hablar hasta que alguien más se interpuso y ... Me moleste.

— ¿Te molestaste? — Preguntó confundida.

— Por qué ese « alguien » no es un humano, y la persona que se supone le gusto le pone más atención... Y... ¡Agh! Es difícil de explicar... — Piper se quedó un rato en silencio tratando de analizar o entender a su amigo, pero no podía del todo.

— Entonces... ¿A esa persona le comenzaron a gustar los «no humanos» y tú estás molesto porque ya no te sigue? — Concluyó la chica y Percy hizo una mueca, no planeaba decirle a Piper que había besado a Nico aunque fuera la clave para resolver sus problemas. — Solo te sientes culpable... Así que tienes que hablar con esa persona y disculparte por hacerle perder el tiempo, de paso puedes felicitarla y desearle felicidad junto a ese « no humano » — La hija de Afrodita revolvió aún más el pelo de su amigo y se levantó dando por concluida su conversación. — Buena suerte, Percy Jackson.

Lo único que pudo analizar la memoria de pez de Percy fue « Ir a hablar y disculparse » eso sonaba más fácil de lo que parecía, pues no quería herir más a su querido primo.

Reunió todo el valor que le quedaba después de tantas batallas y se encaminó a la cabaña de Hades, una vez llegó, saliendo de esta se encontró con Frank y Hazel quien lo miro suspicaz.

— Ho-hola... ¿Está tu hermano? — Preguntó con miedo. Hazel hizo una mueca, pero asintió.

— Puedes pasar, está recostado... No lo presiones mucho que últimamente no se siente bien. — Dio palmadas en el hombro del hijo de Poseidón y se fueron.

Percy se mordió el labio, no toco la puerta pues temía que Nico le dijera que se largará y como Hazel le había permitido pasar... Lo hizo, mas no se encontró con la situación que quería.

Nico lloraba en su cama.

Nico sabía que aquello no había sido más que un sueño y si no, pues estaba dispuesto a negarlo hasta que el inframundo se congelé.

Obviamente Percy no estaba en sus 5 sentidos cuando recibió el beso, algo extraño pasaba y lo confirmo cuando entendió a Blackjack. Debía ser broma de algún dios. — Afrodita o Eros — Se dijo Nico desanimado, ¿Es que no podía ser feliz?

Hazel le había dejado, insistencia de Frank quien lo miro curioso antes de llevarse a la chica de la cabaña.

— ¿Hola? — Dijo al techo cuando se recostó en su cama. — Eh... No sé cómo hacer esto. — Tomó aire y lo soltó despacio, se preguntó si para rezar debía mirar al suelo en donde realmente estaba su padre, pero no se movió. — Padre... O cualquier Dios que quiera ayudarme, por favor... Quiero olvidar todo.

Cerro los ojos y los cubrió con su brazo, lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas hacia su cama, entre sollozos trato de completar su oración.

— Quiero olvidarlo... Desde que m-me salvó junto con mi hermana, hasta ahora. — Rogó con voz rasposa y entre cortada. — Por favor... Quien sea... Hágame olvidar... — Murmuró por último antes de caer en un profundo sueño sin saber que era escuchado por Percy y por un Dios dispuesto a ayudarlo.

Este capítulo me dolió un poco, ¿Cómo se atreve Percy a hacerlo llorar?

Este capítulo tiene más de 900 palabras, un nuevo récord para mí :'0 <3