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Junmyeon se sentía tan cómodo, abrió los ojos encontrándose en el viejo departamento de Yifan, volteó viendo alrededor observando cómo estaba todo como cuando vivía con el alto, observó a su lado viendo que estaba solo y no sería extraño, de niño dormía demasiado que ni siquiera sentía el cuerpo de Yifan de más de 1.80 moviéndose, pero no estaba solo, a su lado estaba el peluche de conejo, Xiaozi, sonrió al ver al peluche maltratado, era tan lindo a pesar de que no estaba en buenas condiciones, además que le gustaba como olía, le daba paz.

Pero recordó que no era la realidad, solo un sueño, él ya no era un niño, ya no vivía con Yifan y no sabía dónde estaba Xiaozi, suponía que con el alto pero no era algo de importancia ahora, lo último que recordaba era el sonido de un disparo y él gritando por Tao.

¿Acaso estaba muriendo y por eso recordaba cosas agradables? ¿O ya estaba muerto?

No sabía que pasaba después de la muerte, no sabía qué pasaba con él en ese momento.

—¡Junmyeon! —el mencionado abrió los ojos de repente y tomó una bocanada de aire respirando agitadamente una vez sacó el aire, tardó unos segundos en que sus ojos enfocaran la cara de Tao que se veía bastante ensangrentada, ¿Estaban vivos? —Rápido Suho, tenemos que irnos.

—¿A do-dónde? —dijo con dificultad, quería hablar pero sus cuerdas vocales apenas le permitían producir algunos sonidos, con ayuda de Tao se levantó y observó el otro cojear, tenía un torniquete con un pedazo de tela.

—Tenemos que huir antes de que se den cuenta que no estábamos muertos.

—P-pero ¿dónde? —Junmyeon no se había sentido tan asustado desde que era un niño, siguió a Tao con el mismo paso, puesto que cada paso que daba sentía un escozor recorrerle la espalda, seguramente por las patadas que le habían dado antes de que perdiera la conciencia, involuntariamente volteó hacia atrás viendo el charco de sangre —¿Estas bien, Tao?

—Si —Junmyeon asintió, aunque por la cara y movimientos del otro pudo notar que no estaba bien, él tampoco pero Tao estaba peor.

Diez minutos fueron eternos más para el paso que llevaban pero finalmente llegaron a otra parte del puerto y Junmyeon no entendía que hacían ahí, no habían ido tan lejos, inclusive podía ser que el jefe, sus matones, incluso Sehun estuvieran esperando que se movieran.

Frente a ellos había un barco, uno pesquero y Junmyeon entrecerró los ojos al ver alguien salir y observarlos, Junmyeon se desesperó al ver que el otro no hacía nada hasta que otro hombre salió y oyó que hablaba algo con Tao, en chino obviamente porque no entendía nada.

—Sube —vio extrañado a Tao pero obedeció siendo ayudado por el tipo que se quedó observando y después ayudó a Tao a subir, se sentó cansado, el dolor era insoportable, levantó la mirada cuando el otro le ofreció una botella de agua, volteó a ver a Tao que estaba hablando con el tipo —Habla coreano, él no es chino —y vio al otro poner los ojos en blanco y Junmyeon sintió como el barco empezaba a moverse.

—Toma, no tiene veneno ni nada pero si quieres te puedo traer una —le sonrió y Junmyeon bufó, perfecto otra persona altanera en su vida, tomó el agua y con esfuerzo empezó a tomar de ella.

Volteó a observar cómo el otro hombre trataba el disparo de Tao, de una manera bastante rudimentario porque estaban en un barco de pesca, no en un hospital, Junmyeon se sintió culpable al oír los gritos de Tao cuando le sacaron la bala y le cosieron la herida.

—Lo siento —murmuró Junmyeon una vez que terminaron y se arrastró a su lado poniendo su cabeza en el hombro del otro.

—¿Eh? ¿Por qué te disculpas? Es la primer raya del tigre que tendrá Tao, después tendrá más —dijo el otro chico y Junmyeon hizo una mueca de disgusto ante la intromisión del otro —mira —levantó su mano enseñando su palma viendo una cicatriz diagonal que abarcaba toda su palma que se veía bastante grotesca —Me la hicieron por culpa de alguien más, éramos niños y estábamos donde no teníamos que estar, el jefe dijo que si me gustaba tanto jugar con cuchillos que aprendiera el dolor que provocaba, tenía 6, ver la mitad de la piel de mi palma colgando me asustó mucho creí que iba a morir, que me cortaran no dolió tanto como que me cosieran la herida con alambre, por eso quedó así de horrible, pero no importa, te acostumbras.

Junmyeon vio con lástima al otro, con mayor razón al ver que todo lo contaba sonriendo como si fuera un bonito recuerdo.

—¿Por qué sonríes? —el otro se encogió de hombros.

—No tiene caso que lo recuerde llorando, lloré cuando pasó, me gusta recordarlo como algo que le pasa a un niño a esa edad y lo cuentas un domingo mientras tomas cerveza, si creciste en esto sabes que es normal —Junmyeon asintió extrañado y volteó a ver a Tao.

—No te preocupes Suho, algún día iba a pasar—le sonrió y Junmyeon volvió a apoyar su cabeza en el hombro del otro.

—¿Bueno y por quién están así? —dijo el otro sentándose frente a ellos.

—Sehun.

—Vaya que sorpresa.

—¿Por qué? —preguntó con inocencia Junmyeon.

—Por su culpa me lo hicieron —levantó la mano con la cicatriz.

—¿Quién es Sehun? —después de lo que había pasado en el día se dio cuenta que realmente no sabía nada de Sehun.

—Es hijo de una de las putas del jefe —dijo el otro —no es como si tuviera privilegios, es un hijo bastardo de una prostituta, pero el jefe le cree a él antes que a otro persona, así no sea verdad —dijo nuevamente levantando su mano sonriéndole a su cicatriz —de todas formas, dudo que le hubiera hecho algo de saber la verdad—Junmyeon suspiró, al menos sabía eso, ser hijo de una prostituta era ser lo mismo a ser nada, al menos Sehun estaba bien posicionado —Por cierto, soy Luhan —dijo el otro extendiéndole la mano.

—Suho —dijo correspondiéndole el saludo.

—¿Entonces conoces más a Sehun que Tao? —el otro asintió

—Vivíamos juntos, hasta que pasó el problema y la mafia se dividió.

—¿Qué problema?

—No recuerdo mucho, pero por eso es que ya no hay más chinos con él, más que Tao que era su juguete favorito, por eso la mafia se dividió por así decirlo, los Zhang se encargan de la mafia en China y los Kim en Corea, seguimos siendo lo mismo pero mientras cada quién esté en su territorio no hay problema, es difícil de explicar.

—¿Con ellos hablaste de Yifan? —dijo susurrando el nombre del otro por si acaso, Tao asintió.

—Sí, de por si el plan era llevarnos a Tao, la relación con los Kim está cada vez más rota y era mejor llevarnos a Tao pero mira tú venías incluido con él —se rio — Realmente no recuerdo mucho, ¿sabes que a veces tu cerebro bloquea recuerdos no? Todo eso del problema pasó cuando tenía 7 años, realmente no recuerdo mucho de cuando tenía 7 años, hasta que llegué a China con los Zhang pero podemos preguntarle a los Zhang —dijo encogiéndose de hombros.

Toda la información que había recibido era demasiada, trataba de procesarla, pero cuando lo intentaba le dolía la cabeza.

—Duerme, te hará bien —dijo Luhan —de todas maneras falta bastante para llegar a China.

Junmyeon asintió quedándose dormido rápidamente, tratando de olvidar todos los problemas que le rodeaban.





Xiaozi |Krisho|Where stories live. Discover now