14 -team

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La nueva base de los Vengadores estaba lista y funcionando. Cientos de personas caminaban de un lado a otro preocupándose de su labor en el complejo. Incluso Maria Hill y la Doctora Cho se encontraban allí.

Amber sonrió cuando Nick Fury se paró frente a ella.

–¿Has visto a Romanoff?

–Por aquí.

Ambos caminaron por los pasillos hasta unas escaleras. Subieron y pudieron ver a la espía rusa mirando el teléfono.

–Uno de mis informáticos identificó esto. —Fury habló— Llegó al mar de Banda. Quizás sea el Quinjet.

Cuando el moreno y la chica llegaron al lado de Natasha, ella le sonrió a su amiga. Fury le pasó la tableta a la espía mostrándole la información.

–Pero, con la tecnología furtiva de Stark, aún no podemos rastrearlo.

–Claro. —Natasha frunció los labios. Amber sintió como el ánimo de su amiga decaía.

–Seguro saltó y nado hasta Fiji. —Trató de animar a la espía.

–Enviará una postal. —Fury siguió la idea de Amber.

–"Ojalá estuvieras aquí" —Nat frunció el ceño— Tú me enviaste a reclutarlo hace mucho. ¿Sabías qué iba a pasar?

Nick Fury se devolvió hacia las chicas.

–Nunca se sabe. Esperas lo mejor y te las ingenias con lo que tienes. Tengo un gran equipo. —Miró a las dos pelirrojas.

–Nada dura para siempre.

–Problemas, señorita Romanoff. No importa quién gane o pierda, siempre hay problemas. —Fury se alejó de las chicas.

Amber vio a Natasha cruzarse de brazos con la mirada perdida. Le dio un pequeño empujón.

–Volverá, ya lo verás. No creo que pueda estar tanto tiempo alejado de ti, nadie podría. —Nat sonrió de lado y su rostro cambió cuando recordó algo.

–¿Qué me dices de tu y Rogers? Parecen ser un buen equipo.

Amber se sonrojo levemente y Natasha supo que había ganado.

–¿De qué hablas?

–Los vi... —Amber abrió sus ojos algo nerviosa— En Sokovia luchar juntos, tienen una sincronización muy buena. Como si lo hicieran desde siempre.

–Bueno... —Amber sintió como le volvía el alma al cuerpo— No lo sé.

Natasha no quiso mencionar nada sobre el beso que había visto, Amber parecía bastante incómoda. Ambas chicas miraban la pared en silencio. Amber jugaba con las mangas de su traje, mientras que Natasha seguía cruzada de hombros.

–Deberían seguir haciendo equipo, ya sabes, en misiones. —Amber levantó la vista a su amiga— Después de todo, les gusta pasar mucho tiempo juntos.

La sonrisa burlesca que la espía tenía en su rostro hizo que Amber se diera cuenta que sabía algo más. Su rostro se volvió completamente rojo al recordar los eventos en el helicarrier, en donde Steve no había cerrado la puerta cuando entró en la habitación y luego se habían besado.

–¡Qué sabes!

–¡Nada!

–Natalia. —Amber gruñó.

–Nada solo... —Natasha hizo ruidos imitando un beso. Algo bastante infantil, pero no para ellas. Los ojos de Amber la miraban apenada.

–Basta, Nat. —La espía seguía haciendo los ruidos y riendo.

Amber no pudo contenerse y se le unió en risas. Las pelirrojas reían una junto a la otra, aún mirando la pared.

–¿No vas a contarme cómo sucedió? —Nat dijo una vez que las risas cesaron.

–Para qué, seguramente ya lo sabes.

–Siempre tuve mis sospechas, desde el primer segundo. Aunque me sorprende que hayas podido quebrar al tímido Steve.

–No empezó en seguida. —Nat la miró esperando a que continuara— Supongo que simplemente pasó. Pero luego me fui y pensé que todo se había acabado cuando Hydra me atrapó.

–Se merecen esto, ambos. Ser felices. Y no puedo pensar en dos personas más perfectas el uno para el otro que ustedes. —Amber bajo la mirada— Aunque te saque algunos años.

–Dios mío, podría ser mi abuelo. —Amber se burló.

Las chicas volvieron a reír.

–¿Quieren seguir riendo y mirando la pared o ir a trabajar? —La voz del rubio las interrumpió, ellas se voltearon— Digo, supongo que debe ser una pared muy interesante.

–Creímos que Tony y tú seguían contemplándose con ternura a los ojos. —Amber rió ante las palabras de su amiga.

–¿Cómo estamos? —Steve les mostró la pantalla.

–No somos los Yankees del 27. —Steve le pasó la tableta a Amber, quien la observó, luego se la pasó a Nat.

–Tenemos algunos jugadores. —Natasha se burló.

–Son buenos, pero no son un equipo.

–Pongámoslos en forma.

Los tres caminaron por los pasillos. Steve iba unos metros adelante, ya que las chicas bajaron la velocidad para intercambiar algunas palabras.

–¿Crees que haya escuchado algo?

–No. Estaba muy ocupado intercambiando miradas con tu padre. —Ambas rieron por lo bajo.

Steve les dio una mirada para que se apresuraran. Nat se posicionó al lado izquierdo del rubio mientras que Amber tomaba el lado derecho. Steve abrió las puertas, llamando la atención de los presentes.

Rhody abrió su casco de War Machine cuando los vio, Visión se volteó a verlos, Sam aterrizó usando sus alas de Falcon y Wanda aterrizó usando sus poderes y un nuevo traje. Se miraron entre sí para volver a ver al trío frente a ellos.

Steve miró a las chicas a su lado. Tenían un largo camino por delante. Aprender a trabajar en equipo, conocerse hasta en las peores facetas para entenderse unos a los otros. Saber sus pro y sus contras, conocerse a fondo para volverse a un verdadero equipo. Amber le dio una sonrisa confiada. Todo saldría bien. Steve tomó una gran respiraron antes de hablar.

–Vengadores...

THALASSA; avengers Where stories live. Discover now