02 -safe

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Maria Hill y la doctora Cho estaban de pie esperando que el quinjet aterrizara por completo. Cuando se abrieron las puertas, ingresaron una camilla para poder sacar a Clint Barton lo más rápido posible y llevarlo al laboratorio de Banner, donde la doctora Cho lo atendería.

Natasha y Bruce siguieron a Clint hasta el laboratorio. Thor se bajo de la nave con el cetro en sus manos. Maria Hill ingresó al jet y se llevó una tremenda sorpresa al ver un rostro conocido, pero que no había dejado la torre con los vengadores.

–¿Amber?

La pelirroja sonrió y se puso de pie. Su pelo aún estaba húmedo y caía por los costados de su rostro pálido.

–No sabía que estabas trabajando para las Industrias Stark.

–Bueno, en la iniciativa Vengadores. —Le respondió la castaña— El laboratorio está listo, jefe.

–En realidad, él es el jefe. —Tony apunto a Steve— Yo solo pongo el dinero, diseño todo y hago que todos se vean mucho mejor.

Amber soltó una pequeña carcajada ante las palabras de su padre. Jamás cambiaría.

–¿Noticias de Strucker? —Steve le preguntó a Hill.

–Lo tiene la OTAN.

–¿Y los dos Mejorados? —Antes de que María le enseñara al capitán los expedientes en su tableta, Amber la interrumpió.

–Wanda y Pietro Maximoff, los gemelos. —Steve frunció el ceño al ver la mirada perdida de la chica.

–Quedaron huérfanos a los diez, cuando su edifico fue bombardeado.

Steve Rogers y Maria Hill dejaron a los Stark en el
jet. El rubio sentía que debían dejarlos solos para hablar, era lo mejor.

Anthony se acercó cautelosamente a su hija. No sabía muy bien qué decir, el ser padre aún era algo incierto y terreno desconocido para él. Sentía que cualquier error que cometiera podría hacer que Amber se alejara definitivamente de él. Pero cuando vio los azules ojos de su pequeña llenarse de lágrimas, no dudó en darle un abrazo reconfortante. No sabía cuanto tiempo Amber había estado cautiva, ni qué habían hecho con ella. Le desesperaba el no haber estado ahí para ella cuando sucedió, el no haberla buscado cuando ella no apareció para el cumpleaños de Pepper. Demonios, él debió saber que algo andaba mal cuando ella no se presentó al funeral de su propia madre, a la cual adoraba.

–Está bien, todo estará bien.

–Lo siento tanto.

–No tienes de qué disculparte. No es tu culpa. Si es de alguien, es mía. Debí protegerte, soy tu padre. —Amber miró a los ojos de su padre, estaban rojos reteniendo las lágrimas.

–No, no. Se suponía que era una agente entrenada. Ellos me capturaron como si fuera indefensa.

Tony podía sentir su corazón apretujarse. Le dolía el alma ver a su hija en ese estado. Débil, indefensa, hasta incluso insegura de sí misma. Sabía que Amber era todo, menos eso. Ella había heredado el ego y el genio Stark, y lo había demostrado desde pequeña.

. . .

Amber tambaleaba sus pies que colgaban de la camilla. El Doctor Banner miraba los exámenes en la pantalla mientras fruncía el ceño. Steve estaba de pie apoyado en el marco de la puerta y Tony a un lado de la pelirroja.

Natasha entró en el laboratorio, empujando al rubio en el camino.

–¿Cómo está? ¿Qué tiene? ¿Hay algo extraño en ella?

THALASSA; avengers Where stories live. Discover now