#16: Memorias de un padre soltero.

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—¡Papi! —Ben gritó a su padre para llamar su atención— ¡Chocolate!

El castaño miró los dulces y luego a un ansioso Ben en el carrito. Luego, suspiró.

—No, Ben. No hay chocolates para ti.

Ben se cruzó de brazos, y frunció el ceño, haciendo que una pequeña arruguita cruzara por su frente. Se veía tan adorable, que a veces a Louis le recordaba a Harry.

—Papi malo.

Louis pasó una mano por su cara casi desesperado. Si le decías que no a Ben, él fácilmente podía armarte un escándolo digno de un Oscar.

—Ben..

—Papi malo.

El chico de ojos azules soltó otro suspiro. Louis casi podía presentir la tormenta que desataría esa cosa tan pequeña a la que llamaba hijo. Así que, tomó el carrito, encaminándose hacia los chocolates. El menor seguía de brazos cruzados, mirando a todas partes menos a su padre. El castaño le llamó:—¿Ben?

Ben soltó un ruidito molesto.

—Papi malo.

—No —Louis besó la mejilla de su hijo— papi bueno porque te compra chocolates.

Entonces, el menor miró a su padre, sus ojos azules brillando con emoción. Louis se sintió sonreír más ampliamente. No había cosa más maravillosa que ver a su hijo feliz, incluso si lo malcriaba en el proceso de la felicidad.

—¡Sí! ¡Chocolate!

El menor levantó las manos para recibir la barra de chocolate que Louis le extendía. Aunque, Louis se detuvo a último momento, antes de dársela.

—Sé que no debería mimarte de esta manera —Louis se lamentó.

Ben soltó un largo grito, llamando la atención de los transeúntes:—¡Papi malo!

Louis abrió los ojos mirando a las personas que estaban a su lado, dándole, finalmente, la barra de chocolate a su hijo.

—Está bien. 

Entonces, con un Ben feliz intentando sacar el papel de la barra de chocolate, Louis guió el carrito hasta la caja para pagar todo lo que llevaban para la cena de su madre, y las cosas del hogar.

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Louis cortaba un poco de papas en forma de cuadrados cuando la puerta de su casa sonó con tres golpes fuertes. Louis rodó los ojos, sabía exactamente quién era el único que podía golpear de esa manera tan molesta. Se secó las manos en un mantel de cocina, dejando el cuchillo a una altura prudente donde Ben no pudiese alcanzarlo, así evitaba de muchas maneras algún problema de índole nacional y quizá, hasta internacional.

Abrió la puerta siendo recibido por la encantadora sonrisa de Niall, quien llevaba algunas bolsas en su mano. El rubio lo abrazó fuertemente, y las bolsas golpearon un poco la espalda de Louis.

—Mi espacio, Niall.

—Lo siento —el rubio comentó— sólo estoy feliz de verte.

—Niall —Louis suspiró, haciéndose a un lado para dejarlo pasar— nos vimos ayer.

—Sí, lo sé —el rió— pero sólo estoy feliz. Déjame ser.

—Como lo he hecho toda la vida. Adelante.

Niall inclinó la cabeza, en forma de agradecimiento. Pasó directamente hasta la cocina para dejar todo lo que había comprado en el mueble y se encaminó luego hasta la sala, donde sabía que el pequeño Ben estaba viendo televisión.

Hey, Dad. [Larry Stylinson] [M-preg] [AU]Where stories live. Discover now