—Dany... —susurró Sansa, pero Daenerys pudo ver que una sonrisa se asomaba en las esquinas de sus labios.

—Cariño, todo está bien —la reina puso sus brazos alrededor de la cintura de Sansa—. ¿Qué leías?

La Dama de Invernalia se movió entre sus brazos para tomar el papel que estaba en su escritorio.

—Lord Glover pregunta si Jon es Rey de los Siete Reinos y por qué hay una Targaryen en Invernalia —Sansa hizo un ademán de leer el pequeño papel—, se quedará en Bosquespeso hasta que se le responda.

Daenerys soltó el agarre de Sansa y tomó el mensaje.

—Esto puede considerarse traición —dijo—, yo soy la reina del Trono de Hierro, lo he conquistado

—Lo eres y lo has hecho —afirmó Sansa—. Los norteños no se fían mucho de los del sur, y él solamente está preguntando.

—¿Y tú confías en mí? —Preguntó.

Sansa le miró, sus ojos azules parecían sorprendidos y sus labios se fruncieron, al igual que sus cejas.

—Confío en ti —le aseguró—, ¿cómo podría desconfiar?

—Lo siento —suspiró Dany y se sentó en una de las sillas del recinto de Sansa—. Toda mi vida he batallado con hombres que creen que las mujeres no deben gobernar.

—Le contestaré a Lord Glover explicándole que eres la Reina de los Siete Reinos y que tú y Jon se unirán en matrimonio muy pronto.

—¿Eso te molesta?

—No, te ganaste el Trono de Hierro justamente —dijo Sansa sentándose en su silla, tomó un papel y su pluma.

—Me refiero al matrimonio entre Jon y yo.

Sansa estaba por escribir en el pequeño papel pero se detuvo cuando la escuchó, una gota de tinta cayó en el papel.

—No tendría por qué molestarme —dijo y tomó otro papel para reemplazar el que se había arruinado.

—Pero lo hace, te molesta.

—No importa lo que me molesta.

Daenerys escuchó el sonido de la pluma sobre el papel, Sansa escribía rápido mientras hacía muecas y miraba la tinta que ya estaba escrita.

—Sí importa, Sansa —La Dama de Invernalia no dijo nada mientras seguía escribiendo, no apartaba la vista del papel frente a ella—. Mírame.

Los ojos de Sansa miraron los de Daenerys.

—Cásandote con Jon asegurarás la lealtad de todas las casas en el Norte —asintió—, poco importa lo que yo diga sobre eso.

—Es un matrimonio político —dijo—, nada más.

—Lo es —estuvo de acuerdo la menor—, pero cuántos matrimonios así han habido que resultan exitosos. Mi madre y mi padre no se amaban cuando se casaron, lo hicieron porque mi tío Brandon murió y ya se había arreglado la unión.

Daenerys frunció los labios, la culpa la había golpeado después de escuchar la muerte de su tío, ella sabía que su padre había sido el culpable.

—Hay muchos que difieren. Además, es mi sobrino, no creo que él desarrolle sentimientos hacia mí.

—¿Y tú por él? —Preguntó Sansa.

—Te amo a ti —respondió Daenerys, como si fuera la cosa más obvia del mundo.

Sansa suspiró y volvió a escribir en el papel, cuando terminó le puso un poco de cera y luego le plantó su sello de la Casa Stark.

—¿Quieres leerlo? —Cuestionó.

Reinas de PonienteWhere stories live. Discover now