Demasiado tarde

221 23 6
                                    

Katsuki mentiría si dijese que no tenía miedo, pero eso no le impedía gritar improperios mientras era arrastrado a una habitación.

-¡cállate maldición! –ordenó Magne tirándolo dentro. El rubio se sentó rápidamente mirando a su alrededor, buscando una salida e ignorándolos.

-yo me encargaré –la conocida voz oscura de Dabi hizo que Katsuki frenara su búsqueda, bajando un poco su guardia cuando quedaron solos –lo siento

-sabía que estabas hasta los huevos del mundo, pero no pensé que llegarías a este punto –comentó ignorando las palabras del mayor; Dabi tomó una manta de la estantería y la tiró sobre el rubio, cuando este la atrapó en vuelo solo sonrió recostándose contra la puerta.

-digamos que he encontrado una fascinación extraña en intentar comprender a los impostores –le comentó el de ojos azules. Katsuki lo miró confundido mas se reservó sus preguntas, cuando al escudriñar las facciones del mayor este le trasmitió un mensaje claro: en este momento era un rehén.

-¿Cuál es tu nombre? –preguntó como quien no quiere la cosa, ganándose un asentimiento bien disimulado por el cambio de postura del presunto villano.

-Dabi –se presentó mientras Katsuki se acomodaba, era tarde y debía dormir. Quiso preguntarle si estaría toda la noche ahí, más la sonrisa del mayor fue suficiente para que Bakugou cerrara los ojos pensando que seguro su Onii chan ya tenía un plan, confirmándolo cuando lo escuchó murmurar un "pronto vendrán por ti, Katsu chan" ignorando la mirada rojiza que veía la escena desde las sombras.





-Profesor Aizawa-la voz de Mitsuki se escuchó en el recinto de policía.

Shinsou se acomodó mejor para pasar desapercibido, habían regresado pero tanto Vlad como Aizawa se habían visto obligados a reportarse en la estación de policía a la mañana siguiente. El pelimorado se negó a alejarse de Shouta, así que ahora esperaba fuera de la sala donde estaba el mayor. Estuvo tentado a explicarles a la pareja de recién llegados que posiblemente Eraserhead no saldría aún pero al ver a la mujer temblar y al hombre con el rostro devastado detrás de ella confirmó que ni siquiera había sido notado, por lo que se mantuvo en silencio.

-¿qué ha sucedido con mi hijo? –la voz temblorosa del hombre sonaba casi como un sollozo, cuando se acercaron a un policía.

-estamos haciendo todo lo posible, por favor cálmense -afirmó el oficial con la mejor calma posible.

Shinsou pensó que quizás eran palabras muy crueles, y cuando la mujer reaccionó de forma negativa no dudó de quien eran padres, casi sintió pena. Mas su atención se centró en el hombre que acompañaba a la rubia, cerró los ojos y entendió todo: el castaño que temblaba e intentaba que Mitsuki no fuera apresada por agresión era en realidad la madre de ese su compañero explosivo.

-no se preocupen, esos villanos no ganarán -prometió al final el jefe de la policía que salía con los dos héroes. Shinsou se levantó en silencio, retirándose al auto donde se dirigía Aizawa pensando que lo cierto era que los villanos ya habían ganado.





Anna estaba enojada, no, estaba colérica de los celos. Dabi, SU Dabi, había dormido en esa sucia habitación donde habían instalado al rehén

-¡incluso le dio una manta! –se quejó en voz alta azotando el sartén. La pelinegra no sabía quién era el chico rubio pero definitivamente no le agradaba, no iba a permitir que alguien le robase a su amado y mucho menos un chiquillo como ese.

SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora