Capítulo 6. Magia Negra.

104 15 2
                                    


Yuuri se sentó en el asiento del conductor. Yura y Jj iban en el asiento de atrás.
Jj parecía estar ebrio, aún así, seguía dando tragos a una botella de ron que estaba medio llena.

El azabache arrancó el auto y entró en la carretera. No sabía hacia dónde tenía que ir, así que simplemente se incorporó al tráfico y esperó a ver que ocurriría.

— Yura... Yura... Yura... — dijo Jj negando con la cabeza — ¿a dónde te crees que vas? ¿Eh? ¿A caso no te dije...que no podrías huir de mi jamás?

Un escalofrío recorrió la columna a Yura. Lo que más había temido esas semanas estaba ocurriendo ahora, y peor aún, había involucrado a su cerdito.

— Oi, estúpido Jj, ya deja que nos vayamos — dijo el rubio más molesto que asustado.

Jj se enfureció con estas palabras y tomó del pelo a Yura tirando tan fuerte que al rubio se le saltaron las lágrimas.

— Maldita gata — repuso furioso Jj — te voy a tener que domar

Y dicho esto, encendió un mechero y comenzó a calentar el anillo que llevaba en la mano izquierda.

Yuuri se dio cuenta de que trataba de marcar a su gatito como si fuera ganado y en un arranque de furia comenzó a golpearlo con una mano mientras que con la otra trataba de seguir conduciendo. El coche zigzagueó un tramo mientras Jj gritaba a todo pulmón al azabache.

— ESTÁS LOCO, MIRA A LA CARRETERA

— CALLATE IDIOTA, TRAE ESA BOTELLA QUE DE UN TRAGO O TE JURO QUE ESTAMPO EL COCHE AHORA MISMO—  y Yuuri agarró la botella de ron y le dio un trago, aliviado al haber conseguido apartar la atención a Jj de lo que iba a hacer.

– Wow tranquilo — rió Jj — Sabéis, me siento muy bien entre dos primos en este momento...

Yura miró a Yuuri a través del retrovisor. El japonés escuchó la voz de su primo en su cabeza.

"cerdito"..."cerdito la
belladona"..." usa la belladona"..."en el bolsillo de mi chaqueta"...

Yuuri asintió casi imperceptiblemente, echó belladona en la botella de ron y se la devolvió a Jj

Pasaron algunas horas y Jj parecía inmune a la planta adormidera. Parecía eso si, más ebrio que nunca, abrazado a Yura mientras cantaba una vieja canción.

Maybe I didn't love you
Quite as often as I could have
And maybe I didn't treat you
Quite as good as I should have
If I made you feel second best
Girl I'm sorry I was blind
You were always on my mind...
You were always on my mind...

Yura lloraba en silencio.

— Jj cariño — trataba de hacer que ese hombre le prestara atención — vamos, vamos, por favor, déjanos ir ¿si?... Yo te amo... ¿vale?...

Jj se puso más furioso aún y comenzó a estrangular a Yura.

— ¡No te creo! — gritó el maldito mientras apretaba cada vez más el cuello del rubio.
Yuuri muy asustado paró el coche y comenzó a golpear lo más fuerte que podía a Jj intentando que soltara a su primo. De repente Jj se quedó totalmente inmóvil. Yura se lo quitó de encima de un empujón y entonces vieron que tenía los ojos abiertos y sin vida.

— Ay, Dios, ¿está muerto? — preguntó Yuuri muy angustiado.

— Oi, CERDO, ¿CUANTA BELLADONA LE HAS ECHADO?

— YO QUÉ SÉ, NO PUDE MEDIRLA

Yura respiro profundamente.

— Arranca cerdo— dijo el ruso intentando serenarse — hay que seguir, no podemos quedarnos aquí

— ¿Qué vamos a hacer con...con el cu... cuerpo? — preguntó el japonés temblando — ay, madre, lo he matado... No puedo ir a la cárcel... mis hijos...

Yuuri sollozaba de manera incontrolable.

Yura miraba el cuerpo de Jj y pensaba mordiendose el labio, como si ese gesto le ayudará a pensar.

—Oye cerdo...cuando murió Chihoko... Tu fuiste a casa de mi madre y de tía para pedir que te la devolvieran...¿ Verdad?

—  Si — contestó Yuuri — pero no lo hieron...

— No porque no pudieran ¿no?

— No.. Ellas tenían razón, hubiera vuelto un ser oscuro y antinatural...

— Pero... Jj ya es oscuro y antinatural... — repuso el rubio.

— ah.. No, no, no, no... No podemos Yura ¡no debemos!

— Vamos cerdito, que más da como vuelva mientras vuelva.

Yuuri lo pensó un instante y pensó en sus hijos y en su posible ingreso en prisión. Finalmente acepto lo dicho por el rubio y condujo hasta el onsen.

Les costó bastante trabajo cargar el cuerpo hasta la sala que usaban para fabricar las lociones y las mezclas de hierbas. Despejaron la mesa y pusieron sobre ella a Jj. Gracias a Dios, el onsen estaba cerrado por el festival de la luna y estaban ellos dos solos.

Yuuri entró a la habitación de su madre y buscó el libro familiar. Lo abrió rápidamente y no tardó en encontrar el hechizo "vivifica est anima" 

Ya de nuevo en la sala dio indicaciones a Yura de todo lo que iban a necesitar.

— De acuerdo gatito— dijo Yuuri con decisión — coge esa trenza de lavanda y salvia y préndela.

La trenza no ardió del todo, lo hizo lentamente soltando un humo blanco y espeso que llenó la habitación de un olor suave y relajante.

— Yura, busca algo blanco para poder pintar una estrella de seis puntas en su pecho.

Yura miró por la cocina y volvió con un bote de Nata en spray.

—¿ esto servirá? — preguntó un poco dubitativo.

— si, eso es perfecto — respondió Yuuri sonriendo— vale, ahora enciende seis velas.

Yura hizo lo que le pidió. Yuuri indicó al rubio que se pusiera a un lado de la cabeza de Jj mientras el se ponía del otro lado.

— Bien... — siguió leyendo el azabache — ahora mientras decimos estas palabras pin...pinchamos los ojos del cadáver con unas agujas.

Yuuri le pasó una de las  largas agujas de plata que su madre y su tía usaban en los amarres de amor.

—¿Queeeeeeeeeeé? — preguntó más blanco si cabe Yura— ¿¿cla...cla...clavarlas donde??

— En los ojos — dijo calmadamente el japonés.

        Oscura como la noche
     De ti la muerte se esconde
          Clara como el día
       Oh poderosa Hecate
         Devuelvele la vida

     Oscura como la noche
  De ti la muerte se esconde
           Clara como el día
        Oh poderosa Hecate
          Devuelvele la vida

       Oscura como la noche
   De ti la muerte se esconde
          Clara como el día
         Oh poderosa Hecate
           Devuelvele la vida

Tras decirlo varias veces, sus voces se unificaron. Las llamas de las velas comenzaron a bailar aunque las ventanas estaban todas cerradas y alzando las manos en perfecta sincronía, clavaron fuertemente las agujas en los ojos abiertos de Jj.

Pasaron sólo un par de segundos, Jj se incorporó gritando igual que si estuviera poseído y se avalanzó contra Yura estrangulandole una vez más.

Yura lloraba y trataba de separar los dedos de su cuello. Yuuri horrorizado, tomó un cuchillo de la cocina y apuñaló varias veces a Jj hasta que volvió a caer muerto.
Arrastraron el cuerpo fuera, junto a los rosales blancos de Minako y lo enterraron lo más profundo que pudieron. Luego entraron en la casa, limpiaron todo el desastre y juraron nunca hablar sobre ello.




Casi magiaWhere stories live. Discover now