B. El descubrimiento

Comenzar desde el principio
                                    

–Soy su mayordomo. 

–¿Su mayordomo?

–Así es, el joven Oh ha dejado la casa desde hace más de dos semanas, y me preguntaba como seguía de salud.–mencionó– Si me permite... ¿Usted es quién atiende a el joven Oh?

–No, no, es decir si –el hombre lo miro confundido– Soy su enfermero, pero mi esposo, BaekHyun es quién lo atiende.

–Entiendo. En ese caso, le pido que cuide mucho del joven Oh. Anhelo mucho volver a tenerlo en casa para jugar ajedrez –dijo– Sabes muchacho, él podrá ser muy berrichudo y un buen actor...

Si, ChanYeol de eso no tenía ni la menor duda.

–Pero es muy bueno jugando ajedrez conmigo, y un buen niño –soltó–, espero cuide de mi jugador favorito, Enfermero...

–Park, Park ChanYeol.

–ChanYeol.

Y antes de que aquel hombre se fuera, a ChanYeol se le ocurrió preguntar un dato curioso.

–Disculpe, ¿usted sabe cual es el postre favorito de SeHun?

El hombre sonrió.

–El pastel de chocolate con fresas, pero no con mermelada de fresa, si no con gajos de fresa.

El enfermero le agradeció con una venia, y así fue como él hombre se despidió, y abandono el pasillo del hospital.

Por su parte ChanYeol no comprendía muy bien aquella situación, es decir, si el hombre era su mayordomo, ¿dónde estaban los padres de SeHun? y sobre todo... ¿a SeHun le gustaría su pastel de chocolate?



💊


–¡¿Qué los padres de SeHun, qué?!

–Fallecieron hace un año.

ChanYeol estaba en shock.

De verdad en shock.

No podía creer como aquel niñito que era como una piedrita en el zapato era huérfano.

–Pero entonces ¿como es qué esta en la Zona VIP del hospital?

–Por su tía –le dijo su esposo quién bebía una taza de té–, supe por el historial médico de SeHun, que sus padres fallecieron en un accidente debido a una persona que invadió su carril. Terminó sacándolos del camino, y lo demás se da por si solo.

–Pobre niño.

Después de mucho tiempo, ChanYeol comenzaba a sentir pena por él.

–Lo es. Su tía, la señora Mai ha visto por SeHun desde hace un año. Aunque su tía siempre fue una tía lejana. En el año que he tratado al niño no he visto a la mujer acercase para preguntar por el estado de su sobrino –murmuró con un mohín en sus labios– Tal vez por eso se enferme tan seguido.

–Tal vez no quiere estar solo.

–Puede ser, y por eso es que puede ser que le haya convencido a tu jefe inmediato de ponerte a su cuidado.

–¿Qué tu qué?

–Mira el lado positivo, ChanYeol.

–¿Lado positivo? ¿Hablas en serio?

–Sip –asintió–, el niño necesita alguien con quién hablar.

–Lo hace contigo, y muy bien, sin mi ayu-da.

–Solo lo necesario, amor –el alto lo miro mientras se cruzaba de brazos en su asiento–, yo soy su doctor, pero tu... vamos, ChanYeol. Admite que ese niño te saca de tus casillas, pero créeme, en estas semanas ese niño ha hablado más contigo que conmigo en un año.

Gripe estacional [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora