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Como imaginé antes, Natsu se enteró de mi pequeña broma hacía mi hermanastra. Se puso como diablo enfurecido conmigo, y como castigo devolvió todo lo que compré aquel día. Fue una estupidez de su parte ya que con el tiempo vio que necesitaba verme como una señorita de su mismo nivel.

Hice uso de sus riquezas e influencias para darme la gran vida que merezco. Durante días e incluso semanas, compré todo aquello que me llamaba la atención y que sentía que debía tener en mis armarios o muebles.

- Esto es inaceptable, gastaste tres millones en unos pendientes - Natsu revisaba las cuentas y manufacturas - ¡Joder, Lucy! ¡Un millón en un simple vestido cuando tienes un montón en tu armario!

- Me gustó, y mucho - reí jugando con un mechón de mi cabello - Y sabes, Fue mucho más divertido pensar en cual sería tu reacción al ver la cantidad de ceros que pone en cada valor.

- Deja de malgastar mi dinero - Me regaño - Sólo has gastado millones en cosas que no necesitas. En salones de belleza, joyas y múltiples zapatos.

- Yo debo tener lo mejor de lo mejor - Asegure - Unos cuantos ceros no son problema para ti, sólo quiero divertirme.

- Ni siquiera quieres terminar la secundaria - rodé los ojos - quieres que te mantenga como si fueras una reina.

- Ya estás igual que mi madre - gruñi - Me darás la tarjeta o no.

- No - Me enfurecí más - Es más, desde hoy mandaré a un escolta para que vigile lo que haces en tus compras la próxima vez.

- Eres un hijo de...

- ¡Basta de insultos tontos! - Me comporte como una niña pequeña y tiré todo lo que había en su escritorio, una cosa tras otra.

- ¡No! - Él me levantó del suelo en sus brazos mientras daba patadas en el aire - ¡Bajame!

- Irás a la habitación y no saldrás de ahí- se dirigió al dormitorio y me dejó en la cama - ¡Tranquilizate, deja de actuar de esa forma tan infantil!

- Espera - dije antes de que se fuera - Quédate conmigo.

- No - Sus respuestas siempre eran un "No" para mi - La última vez que te hice caso resultó peor.

- Esta vez no te golpeare - sonreí de lado - Él observó desconfiado - Ven - se comenzó a acercar y lo tomé de los hombros para dejarlo en la cama conmigo encima - Ves, no es tan malo.

- Que quieres - Yo bajé y jugué con mi trasero en su miembro, él lo disfrutó como siempre - Mierda... - Yo reí y continué, cada vez de forma más sensual.

- Eres muy débil... - Susurre - Muy flexible conmigo, creo que te gusta serlo para que llegue a esto.

- Mentira.

- ¡Imbécil me dijiste que...! - alguien nos interrumpió y me aleje rápidamente de él.

- Gray -lo oí decir sorprendido- ¿Que haces aquí?

- ¿Qué? ¿Interrumpo? - Me dirigió la mirada divertido - Vaya, ¿Esa es tu bebé?

- ¡Te la partire si me vuelves a decir bebé! - Me enfade.

- A que vienes, Gray - él nombrado se puso más serio- Ya veo...

- Vayamos al despacho, surgió algo que te hará pesar de forma diferente - Natsu asintió y fue tras él.

- ¡Y las tarjetas! - Grité.

- Lucy, no ahora - dijo con enfado, mierda.

Cuando salieron me crucé de brazos y me quedé así. No era posible que yo tenga que rogarle a ese bueno para nada su dinero, todo lo de él era mío. No me quedé tranquila, yo obtendría lo que quería sea como sea, así deba hacerle un escándalo.

Me puse un vestido suelto, ya que hacía notar menos la pansa falsa que me conseguí para seguir fingiendo el embarazo. Odiaba verme gorda, aún sabiendo que no lo estaba. Natsu nunca se daba el tiempo de estar conmigo en la cama, miento, tal vez algunas veces, pero últimamente no. Eso me ayudó a mantener seguro mi secreto. Muy pronto me librare de mi mentira, ya estaba harta de que todo el mundo quiera tocar el maldito vientre fake, y más cuando tenía que hacer hasta lo imposible para impedirlo o todo se me vendría abajo.

- Señora, que gusto nos da verla de nuevo por aquí - La dueña de la tienda me recibió muy gustosa - ¿Se interesa por algún vestido en especial?

- La otra vez vi uno de color rosa, era de tela suave y floreado - ella sonrió sabiendo a cual me refería - Es tu último modelo, ¿verdad?

- Si, ahora se lo traigo - Yo no pude estar más contenta. Ella salió minutos después con el vestido al cual me refería - ¿Se lo prueba?

- No, me queda justo.

- Pero...

- Me lo llevaré.

- No te llevarás nada - Sentí como una cubeta de agua fría caía sobre mi cabeza al oír esa voz - Juvia, gracias. Pero no nos llevaremos nada.

- Juvia, me lo llevaré- insistí- Lo puedes envolver.

- Joder - Natsu maldijo.

Vi como pagó en efectivo y recibí mi bolsa de compras, pude pedir más, pero eso sería el punto de quiebre para él. Su coche nos esperaba afuera y subí como una niña a la cual le habían comprado su muñeca favorita. El chofer encendió el coche y Natsu miró a través de la ventana con el ceño fruncido.

Bueno, por lo menos yo estaba feliz.

- Señor. Wakava - dije divertida - quiero que nos lleves a la casa de mi madre.

- Lucy - Natsu se sorprendió - ¿Qué pretendes?

- Nada, sólo quiero visitarla - Dije inocente.

Bajamos cuando llegamos a la casa de Makarov y toqué la puerta. Mi madre nos abrió y sonrió ampliamente al vernos. Entré primero y ella nos recibió muy amable en la sala. Natsu se quedó sentado en los sofás con mi padrastro y yo fui a la cocina con mi madre.

- Puedo tocarlo - Retrocedi cuando mamá tuvo intensiones de sobar mi estómago.

- No, no me gusta - ella se extrañó - Por cierto, Mira y Elfman.

- Están de viaje, pero Lisanna nos acompañará en la comida - Asentí con una sonrisa malévola, las cosas se estaban poniendo interesantes.

Nos reunimos en la mesa y la cara que puso mi hermanita al vernos no tuvo precio. Sentí a Natsu algo incómodo y más cuando ella se sentó frente a él. Mi madre nos sirvió a todos y yo agradecí por volver a probar sus ricos platillos.

- ¿Cómo estás? - Lisanna dejó de jugar con su comida.

- Bien... - susurró.

- ¿No preguntarás como estamos nosotros? - ella levantó el rostro y se concentró en él, ambos intercambiaban miradas - Bueno, estamos bien. Natsu espera ansioso la llegada de nuestro hijo, ¿No es así?

- Lucy - Él quería que pare.

- Mi bebé se llamará como su padre, Igneel. Lo ha elegido él y siempre se pone muy cariñoso conmigo en las noches. Sin duda será un buen padre, está muy enamorado e ilusionado desde que se enteró de la llegada de este hermoso regalo que nos dio la vida.

- Hija - Mi madre me exigió con la mirada que cerrara la boca - No sigas.

- Mamá, sólo le comento lo feliz que soy con mi marido - Dije muy normal - Amo a Natsu como él me ama a mi y a este niño que hemos creado juntos.

- Basta, Lucy - Lisanna se levantó molesta - ¡No me importa que hacen de su vida, sólo déjame en paz!

- Liss...

- ire a abrir - Makarov se levantó cuando tocaron la puerta.

- No era para que te pusieras así - me hice la víctima - Lo siento, hermana. Nunca fue mi intención hacerte sentir mal, perdóname.

Ella no se tragó mi cuento, y menos cuando sonreí disimuladamente.

- ¿Quién es ese?

- ¿Quién es quién? - Sonreí divertida mientras dirigia mi vista a la puerta.

Mi piel se tornó pálida al ver a Sting, él estaba ahí, serio.

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Continuará***

▪Más Que Un Simple Juego▪/Lemmon/ #WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora