Capítulo 4

2.3K 295 33
                                    

—esta bien, profesor Stark, lo escuchó— acepto el rubio después de alrededor de un minuto de vacilación.

—no es algo relacionado con el dinero, si eso es lo que estás pensando— agregó rápidamente el castaño al ver la leve contracción en los labios del rubio. —te propongo lo siguiente. Quiero que me regales una noche— propuso seriamente y sin rodeos, causando un mega sonrojo en el rubio y que su corazón se acelerará hasta el punto de latir en sus oídos.

—¿Perdón? ¿Una noche, dice? ¿A qué se refiere?— interrogó el rubio, creyendo que habla escuchado mal.

—dije que me escucharás hasta el final, pero, para resolver tus dudas, si, escuchaste bien, quiero que seas mío por una noche, que me des una noche para tenerte y hacerte mío. Solo una noche, sin compromisos, ni ataduras y yo te prometo que cambiaré tus notas para que puedas aprobar sin ningún inconveniente y no hablaremos más de esta noche— explicó con seriedad y con su voz un tono más bajo de lo usual, enviándole escalofríos al rubio por su columna y aumentando aún más su rubor, mientras el peso de las palabras del mayor caían sobre él. —¿Qué me dices? ¿Aceptas? Recuerda que nos queda muy poco tiempo y si decides no aceptar, entenderé y te asignaré el trabajo de recuperación para que puedas desarrollarlo, pero está conversación quedará en el olvido— persuadió, causando que el rubio tragara sonoramente.

******

Steve siempre había sido el chico correcto, aquel hombrecillo que siempre hacia las cosas bien, que buscaba el beneficio de los demás antes del propio y quien haría siempre lo correcto, sin importar si eso hubiese sido lo que él hubiese querido o no.

Pero se había enamorado perdidamente de su profesor, había hecho las cosas muy mal y ahora se encontraba en una encrucijada.

Tenía enfrente la oportunidad de su vida, la única oportunidad de estar con ese hombre que le había robado el corazón, pero si aceptaba estar con él, esa acción implicaría que haría trampa, ya que estar con él significaba que pasaría la materia, lo que se traduce en una trampa descarada, que iba en contra de esos principios que tanto se esforzó por defender, pero, negarse sería, no solo comprometer el futuro por el que su madre tanto se había esforzado y perder la única oportunidad de estar con el hombre que amaba en secreto, aunque fuese una sola vez en la vida.

Trago saliva y pensando a toda marcha, una idea que podía funcionar perfectamente se le ocurrió. No solo tendría su ansiada noche, también podría recuperar la materia que perdió.

—no me gusta hacer trampa, señor Stark, pero tengo una propuesta que puede funcionar perfectamente... Aunque no entiendo el por qué su interés en obtener "eso" de mí— propuso con determinación y cuestionó con extrañeza, mirando con duda al mayor, que suspiró, preparándose para dar explicaciones que no quería dar.

—quiero tener sexo contigo porque me pareces atractivo— respondió escuetamente, con total franqueza y sin omitir palabras, sonrojando al rubio por su descaro. —y escuchó tu propuesta— agregó, mirándolo fijamente y deleitándose con el rubor, la mirada asustada y nerviosa, y la ligera capa de sudor que cubría su cuerpo y que lo hacía ver delicioso.

******

Profesor StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora