Capítulo#11

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Abro primero un ojo para evaluar la situación. Se que hay unas personas en mi cuarto hablando sobre algo, pero no estoy segura de querer saber. Sólo quiero dormir toda la mañana y olvidarme de que existe la escuela hasta el lunes.

Me tapo la cara con las sábanas muy despacio para que no se percaten de mis movimientos. Intento dormirme o aparentarlo al menos.

-Ella lo hizo la última vez- susurra una de las personas.

-Sí que lo hizo y no se negará a volverlo a hacer- afirma  la otra.

-¿Y si te equivocas?- duda la tercera voz.

-Verás que no- dice la segunda, muy segura.

-Entonses, dicelo tú- la anima la primera.

-Aun duerme- se queja.

-Ya son las 10 de la mañana. ¡Despiértala!- protesta la tercera.

Levanto la cabeza de las sábanas. ¿Qué traman estas tres?

- Se pondrá de mal humor.

Suspiro sultilemte, aceptando ya la idea de que no volvería a quedarme dormida y pasando mi mente del sueño profundo a la venganza.

De acuerdo, ¿cuantas almohadas tengo?

Antes de que se den cuenta, he convertido tres de mis almohadas en proyectiles que se les estampa justo en sus cabezas.

-Ehhh- se queja Maggi.

-¿Podrían, por favor, decirme que quieren o largarse para seguir durmiendo?- les espeto.

-Les dije que se enfadaría- suelta Kate.

-Necesitamos un favor tuyo- me confiesa Every.

-Nunca lo habría imaginado si no me lo decías- digo con sarcasmo y luego me siento en la cama con las piernas cruzadas.

- Es que hoy toca limpieza del apartamento- comenta Maggi haciendo caso omiso a mi comentario.

Ya puedo ver el rumbo de esta conversación.

- El lío es que yo iré a una cita con Jacob- susurra Kate.

Frunzo el ceño.

- ¿No le habías cruzado la cara justamente hace dos días?

Ella divaga en busca de una respuesta.

- Si, pero me invitó para hacer las pases.

Miro a Every.

-Yo saldré con mis padres. Se han empeñado en que los acompañe hoy.

-¿Y tú, Maggi?- le pregunto para saber si era su excusa de siempre.

-Eh...yo...tengo...Tengo mucha tarea que hacer- divaga.

-¿Por qué yo? Yo limpié la última vez. También tengo mucha tarea- me defiendo.

-Blafemias, calumnias- dice Kate con aire dramático-. Tú siempre tienes las tareas adelantadas. Nunca las dejas para último momento.

- Por favor, Rose. Es sólo esta vez- suplica Every.

-Esto les saldrá caro- gruño.

Maggi sonríe.

-Te compraremos el pote de helado más grande que encontremos- me promete.

- Que sean dos- negocie con cara sería e infantil.

- De acuerdo.

-Hecho.

                      .  .  .

Cambio la canción y me ajusto mis auriculares. He limpiado todos los cuartos, la cocina, los dos baños y hasta cada rincón polvoriento de este lugar.

 Los siete pecados capitalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora