EPILGO

1.3K 72 11
                                    


Tras aquel fatídico día, las cosas han vuelto a la normalidad. Hace una semana que he vuelto al trabajo, mi mujer está genial tras el embarazo y mi perro está igual que siempre.

Mi pequeño Mario está muy grande. Tiene exactamente 5 meses y todo apunta a que será como su abuelo y como yo. Su peso para el tiempo que tiene es perfecto, y aunque ya ha empezado a desarrollar los típicos rollitos de piel, como los del muñeco Michelin, está genial de salud.

Todos los días disfruto de la compañía de mu mujer y de mis hijos y muchas veces, me arrepiento de lo inmaduro que fui durante un tiempo. Podría haber disfrutado de todo esto mucho antes, pero supongo que cada uno es como es y quizás las cosas habrían sido distintas. Nunca lo sabremos.

Mi relación con Alba cada día crece, ambos maduramos al mismo ritmo y actualmente estamos genial. Aprendemos cosas nuevas todos los días, ser padre de dos hijos no es fácil, pero tampoco es difícil, quiero decir, cada día se afronta de una forma distinta.

Mis padres actualmente están bien también. Mi madre no ha vuelto a tener episodios de depresión y esta genial. Mi padre sigue igual de enamorado de ella y... cada día se le cae más la baba. Ambos, están que no cagan con sus nietos. Mi madre no para de comprarle vestiditos y mierdas a mi hija, mientras que mi padre juega todo lo que puede con ella. Su juego favorito es tirarse al césped y rodar los dos como croquetas.

Ahí es donde descubrimos que mi hija era alérgica a la hierba, lo que la provoca que la salgan granitos y que estos la piquen, pero es cabezota y esto no la impide tirarse al suelo con su abuelo y seguir jugando.

El gimnasio va bien en poca a toda vela, y nuestros padres no podrían estar más orgullosos. Algo que comenzó como un sueño, lejano, ahora mismo es uno de los gimnasios más importantes de la zona. Nuestros padres, como socios que son de todo esto, siguen viniendo de vez en cuando, pero no a trabajar, si no a revisar que todo esté bien o organizar un poco las cosas cuando nos vemos desbordados.

Estamos planeando abrir otro, pero no lo tenemos claro. Nos va genial tal y como estamos, y abrir más significaría que nos tendríamos que dividir, y sinceramente, no me veo trabajando en otro sitio ni lejos de Raúl. Somos un equipo genial y... no quiero que eso cambie.

-Hola hermano. - Me saluda Raúl Junior al entrar en la sala de máquinas.

-¿Qué tal?.

-Estoy reventado tío. Ayer fuimos con niños al parque de atracciones y termine cansadísimo. Cada día tiene más energía y yo cada día estoy más viejo. - Me dice divertido.

-Si a mí dos me están quitando la vida, lo tuyo me habría matado hace tiempo. Cinco críos tío. ¿Tú en que estabas pensando? Bueno déjalo, no contestes, se perfectamente en lo que estabas pensando. Sexo. Sexo. Sexo. - Contesto y se ríe.

-Tío a mí no me mires; Es mi mujer, que es demasiado fértil o propensa a los embarazados múltiples.

- ¿Qué vamos a hacer al final? - Pregunto

- ¿Con que? - Me contesta.

-Con el tema de abrir otro gimnasio. ¿Qué opinas?

-No sé tío. –Contesta negando con la cabeza. - Al margen de que nos pueda ir mal o bien, tenemos que valorar otras opciones. Cómo el personal. Abrir otro gimnasio implica que para que todo funcione, nos tendríamos que separar. Tú y Alba en uno y África y yo en otro.

-Ya. – Contesto haciendo una mueca. - Es lo que menos me gusta, siendo sincero.

-A mí tampoco me gusta la idea. – Confiesa. - Eso supondría contratar más gente de fuera y no me seduce la idea.

-Ya tío. No sé cómo trabajaría con otras personas. Contigo... es muy fácil. Estamos sincronizados y todo va a la perfección. Siento que, si nos separamos, ninguno de los gimnasios iría igual. - Contesto mientras doy vueltas.

-Sí. No tengo dudas de que nos iría bien, pero perderíamos la esencia que tenemos ahora. El concepto de familia con los clientes.

-Pues creo que la decisión está tomada. - Digo feliz.

Tras hablar con nuestros padres, todos, de forma unánime decidimos no abrir otro gimnasio. Pero si decidimos que debíamos cambiarnos de local. Irnos a otro mucho más grande. Tal y como hicieron nuestros padres en su día.

Me siento orgulloso de todos y de cada uno de nuestros logros; Pero más aún de mi esposa. Mi mujer es increíble y lo único que ha hecho durante todo este tiempo es tenerme paciencia y cuidarme. Reñirme cuando tenía razón y darme cariño cuando lo necesitaba. No ha cambiado nada entre nosotros. Todo va a mejor. Y el día de mañana nos sentaremos en el jardín de nuestra casa, mayores, con la vida resulta y unos hijos preciosos.

La vida es tiempo. Tiempo para ti, tiempo para los tuyos. Tiempo para tus sueños, para tus metas, para tus objetivos. La cuestión es saber manejarlo y saber dosificarlo para que todo funcione.

Dame tiempo, dije en su día, y hoy el tiempo, lo ha puesto todo en su sitio.

FIN

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 31, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dame tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora