Capitilo 20: Necesito ayuda.

9.9K 233 22
                                    

*****

Hola hola! Ya estoy aquí. Siento no estar subiendo con la misma regularidad con que lo hacía antes. Pero no esta siendo un verano facil para mi y hay veces que por muhco que quiero subir, no viene nada a mi cabeza.

Espero que os guste el capi de hoy, a mi, personalmente si me gusta, me gusta mucho. Espero vuestros votos y comentarios, como siempre.

Elena por fin va a dar un paso y esperemos que a Mario le guste. Cuando leaís el final del capi, descubrieís si le gusta o no :D Yo diría que sí ajajajaja

Nos vemos pronto ;)

EN EL PROXIMO CAPITULO OS DEJARÉ LA FOTO DEL VESTIDO DE ELENA.

*****

P.O.V Elena

Después de estar ayer llorando gran parte del día y de la noche, hasta caer agotada y dormirme. Hoy me he levantado distinta, hoy me he levantado cambiada. Baje a desayunar, sintiendo lo vacía y solitaria que estaba la casa sin mi marido.

Suspire mientras desayunaba y me tomé mi medicación. Odiaba tomar pastillas y me hacían sentirme más vieja, maldita sea, con lo sana que había estado siempre. Suspire.

Después limpié la casa, con lo grande que era me llevaría todo el día, pero no me importó, pues, necesitaba tener la cabeza centrada en algo para no pensar en.... él.

Para mi sorpresa, dos horas después ya había barrido y quitado el polvo de toda la casa. Había cambiado hasta los muebles de sitio y había suspirado con cada foto que encontraba en casa. Miles y miles de fotos con él, él solo, con nuestros hijos. La última me había borrado un gemido, al verle sin camiseta y con un corto, corto pantalón. Recuerdo esa foto, en nuestro jardín, embarazada de Gabriel. Había estado regando el jardín y no pude evitar mirarle mientras lo hacía, cada musculo, cada abdominal, se le marcaba con los simples movimientos que hacía al regar.

Suspire, le echaba de menos pero no podría llamarle aún. Tenía que buscar ayuda. Lo había aceptado, tras darme cuenta de que mis amigos solo me habían dicho esas cosas para abrirme los ojos decidí que ya estaba bien de hacer el tonto.

Me vestí con lo primero que pille y me puse a buscar un psicólogo cercano. Di con él y lo mejor de todo, es que era mujer.

-Dime Elena... ¿Por qué crees que tu marido te va a dejar si engordas?.- Me dijo Vivían.

-Yo... pues..- Dije tensa.

-Si no me cuentas tus miedos, no podré ayudarte.- Dijo muy seria.

-Verá, cuando le conocí, enseguida nos hicimos amigos y cuando  ambos empezamos a crecer terminé locamente enamorada de él. El era mi osito, a pesar de que estaba gordo a mí me encantaba así.- Suspire.- Pero él estaba enamorada de otra. Una chica perfecta, delgada, rubia. Era su diosa.- Dije con dolor.

-¿Es por eso? Piensas que si cambia tu físico te dejará?.- Dijo ella anotando en su blog.

-Sí.- Dije sincera.

-Es un poco egoísta por tu parte.- Me dijo y me sorprendí.- Por lo que me cuentas, es él quien estuvo gordo de pequeño..- Dijo mirándome.- Debería de ser él quien tuviera esa inseguridad.

Dame tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora