Conversación | 04

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Al despertar lo primero que hago es mirar el techo y parpadeo un par de veces, entonces me reincorporo sobre mi lugar y tallo mis ojos intentando disipar la somnolencia que aún parece estar, doy un ligero bostezo estirando mis brazos durante y es cuando recuerdo que no estaba en casa si no en otro lugar ajeno a mi, miro a mi alrededor notando las camas vacías y muy bien acomodadas.

La sensación de curiosidad y el querer ir hacía dónde esperaba estuviera Soobin hacía que sin querer mi estómago se retorciera. La necesidad de buscarlo era lo que me atormenta.

Cuando decido levantarme tomo mi celular con mi rostro aún adormilado el cual es aturdido por la intensa iluminación de la pantalla. Marcan las 10:45 am y caigo en cuenta de que desperté demasiado tarde por lo que una vez dejando mi celular sobre el mueble con el cargador desconectado, entro al baño a realizar mi rutina de aseo personal. Apenas termino, bajo a la cocina para desayunar con las esperanzas de encontrarme con alguien de mi familia (repentinamente pedía eso en voz baja) pero todas esas esperanzas se vienen abajo cuando al único que encuentro es a Soobin.

Su flequillo cae sobre sus ojos siendo imposible que logre ver sus ojos, no trae sus gafas de siempre lo cual me sorprende y noto que se encuentra desayunando un tazón de cereal mientras mantiene su mirada en la nada, nerviosa camino hasta donde está él con mi cabeza ideando miles de cosas que podría hacer para evitar ponerme tan nerviosa. Y es que él lo único que hacía era ponerme nerviosa.

-Boyoung.- saluda uno de mis primos llegando también a la cocina. Por suerte.- ¿Tan cansada estabas? Beca y Yungay ya se han ido a la playa.- informa de manera casual y en un tono casi burlón como si me estuviera echando en cara lo floja que soy.

Asiento sintiendo nuevamente los nervios escalar mi garganta y miro de reojo a Soobin quien me da un vistazo pero parece no importarle por lo que desvía su mirada en la pantalla de su celular.

-Tu papá y el tío Baek salieron a la plaza, me dijo tu papá que desayunaras.

Vuelvo a asentir.

Me serví un tazón de cereal y cuando menos pienso ya me encuentro frente a Soobin desayunando también. Vaya coincidencias, pienso yo.

Sólo que lo extraño de ahí resulta en que mi primo se encuentra a mi lado mirándome como si estuviera sospechando algo de mi, de algo que yo claramente no sabía, con la cabeza cabizbaja como mi cereal con lentitud y es que estaba nerviosa y cohibida porque ya no sabía si era mi cabeza la que estaba imaginando cosas o de verdad Soobin me miraba de a ratos. Si llegaba a alzar la mirada lo primero que mis ojos encontrarían serían los ojos del pelinegro frente a mí y eso ocasionaría un sonrojó bastante llamativo, en realidad no quería eso.

-Soy Chungmin.-escucho que mi primo le dice amablemente al chico frente a nosotros, aquello llama mi atención de inmediato por lo que miro a mi primo atentamente intentando descifrar sus intenciones. Sólo es sociable.

Soobin lo mira a través de su flequillo y la sonrisa que surge en sus labios me hace notar dos hoyuelos que parecen inundar sus mejillas. Tan llamativos por cierto.

-Soobin.-responde él dándome una discreta mirada que me toma por sorpresa.

Mi primo asiente sonriente no notando las vagas miradas que Soobin me dedica, lo cual agradezco.

-Ella es Boyoung.-vuelve a hablar Chungmin señalándome, trago saliva bastante nerviosa diría yo y entonces le doy a Chungmin una mirada llena de sufrimiento, porque eso sentía en ese momento, sólo quería enterrarme yo solita algunos metros bajo tierra. Lo maldecía en mi cabeza a cada segundo que pasaba después de que él abriera la boca para decirle mi nombre (el cual seguramente él sabía o quizá no). La idea de morir en ese momento resultaba tan atractiva que lo deseaba demasiado.

You | Choi Soobin (1) EN EDICIÓN. Where stories live. Discover now