¿Casualidad? | 03

8.5K 716 359
                                    


El chico a mi lado estira su mano alcanzando la primera botella de agua que se asoma entre las botellas afiladas en la nevera y cuando se vuelve hacía mí me la tiende con una pequeña sonrisa en los labios. Mientras tanto, yo con los nervios de punta y con las suficientes ganas de quererme ocultar cinco metros bajo tierra o en todo caso desaparecer de la faz de la tierra, omito esos pensamientos que se empeñan en sonar cómo una alarma de peligro en mi cabeza y tome la botella que él ya me tiende mostrándole una ligera sonrisa de agradecimiento mientras lo miro a los ojos fijamente. Tratando de sacar el valor para decir algo, articulo débilmente— Gracias.

Él responde asintiendo con su cabeza.

—¿Otra cosa que quieras que te ayude a bajar?

Lo pienso, bajar miles de botellas de agua sólo para verle la espalda y su bonita sonrisa era una maravillosa idea. Divago en mis pensamientos queriendo sonreír como la adolescente enamorada que parece que soy, le doy un vistazo rápido a el reloj de mi celular y recuerdo el tiempo límite que nos dieron para regresar, quince minutos.

Niego con mi cabeza, él asiente con una sonrisa satisfecho por su acción.

—En ese caso, nos vemos luego, Boyoung.

Asiento despidiéndome de él moviendo ligeramente mi mano derecha. Él imita la misma acción que yo en cuanto se da la vuelta en dirección a la caja del lugar y entonces comienzo a caminar por uno de los pequeños pasillos del lugar sintiéndome muy temblorosa de repente con el miedo a que pudiese pisar mal y me llevará un esguince de tobillo (si es que me iba bien). Al notar que ya no había rastro de él en ningúna parte, bajo la mirada sonriente sintiendo mi rostro acalorado y ligeramente mordí mi labio inferior amortiguando las ganas de chillar (imitando los soniditos de una ardilla) por la emoción.

Elijo un par de frituras aleatorias debido a que aún me encuentro embelesada por la sorpresiva presencia del chico que me gusta. Mareada por mis sensaciones camino hasta la caja donde Beca ya se encuentra formada con su celular en mano y una gaseosa y algunos dulces en mano.

—¿Es todo lo que llevarás?— pregunta ella bajando su vista hacía las cosas que llevo en mano, no me había detenido a ver qué había elegido y es cuando me doy cuenta que llevaba una pequeña bolsa de algunas frituras con un sabor extravagante, arrugo mi entrecejo de inmediato.

—Espera.— es lo que digo antes de regresar con rapidez por los pasillos de frituras, entonces notó que hay una bolsa que resalta entre todos los productos acomodados en el estante, papas fritas de miel y mantequilla.

Me inclino hacía adelante tomando una de las orillas del empaque de las frituras  pero antes de ello, mi mano roza con una mano ajena haciendo que suelte la bolsa en un acto inconsciente debido a la sorpresa. Al voltear a ver de quien se trataba, ahí estaba otra vez él.

¿No había lugar dónde no me lo encontrará? Se supone que había verificado que él no estuviera.

Nervios. Nervios. Nervios. Eso decía mi subconsciente como si se tratara de un conteo, lo peor era que no me lo decía a mí sino a mi cuerpo y con ello venían las manos temblorosas y el sonrojo.

—Deberíamos dejar de coincidir.— Soobin dice soltando una sigilosa risita. Después de darme una rápida mirada en la cual yo me quedé de pie observándolo, toma dos bolsas de papas fritas y me entrega una de ellas. Sonrío en agradecimiento en cuanto tomo la bolsa que él me ofrece haciendo que sin querer las puntas de nuestros dedos lleguen a rozarce, siento como un escalofrío recorre todo mi cuerpo con ese simple gesto.

—Deberíamos.— respondo dibujando una nerviosa sonrisa que esperaba y él no notara.

—¿Te vas de vacaciones?— pregunta Soobin, creo yo que en un intento de sacar una torpe conversación en lo que él busca algún otro producto en ese instante.— Oh, creo que fue una pregunta muy tonta..

You | Choi Soobin (1) EN EDICIÓN. Where stories live. Discover now