4.

535 38 1
                                    

Después de aquella llamada compartimos algunos mensajes más.

La mayoría era conociéndonos.

A la semana de hablar con él a diario yo ya sabía que me gustaba tanto que era absurdo negarlo u ocultarlo.

Así que, decidido, me dije a mi mismo que era hora de decirle lo que sentía.

Me miraba al espejo de mi habitación, pensado seriamente si esa camiseta azul combinaba con mis jeans negros.

Repasé con mis ojos azules el outfit y decidí que era mejor cambiar la camiseta a alguna blanca o roja, así que me la quité y busqué otra en mi armario.

Minutos después salí de mi habitación y me dirigí a la sala, tomando mi mochila azul y el dinero que había dejado mi mamá en la mesa del comedor.

-Nos vemos al rato, ma.-me despedí de ella y salí por la puerta.

-¡Nos vemos, mi vida!. Pórtate bien, te amo.-escuché de lejos.

Sonreí, empezaba bien el día y no creía que nada me lo arruinaría.

Mi madre siempre lograba hacerme sentir de buen humor pasara lo que pasara. Jay era la mujer más importante de mi vida.

La parada del bus que me llevaba a la escuela estaba solo a unas cuadras de mi casa, así que emprendí mi viaje y no pasó más de dos minutos cuando vi al bus acercarse.

Llegué a la escuela temprano aquel día, era lunes y había pasado todo el fin de semana practicando con Niall y Liam (el novio de Ni) cómo le diría a Harry mis sentimientos.

Ellos fueron los que me dijeron que posiblemente también le gustase a Harry, puesto que todos los mensajes que enviaba tenía como esa vibra.

Al principio teníamos los clubes, así que subiendo las escaleras busqué el salón de idiomas. Sabiéndome el camino de memoria, casi moviéndome por inercia.

Creí que por ser relativamente temprano no habría nadie, pero para mi sorpresa alguien ya se encontraba en su puesto.

Harry.

Fall again.Where stories live. Discover now