22

6.3K 1K 208
                                    

Se sentía cálido, en paz, en armonía.
Lo había perdido un par de veces antes y logró encontrarlo después.

¿Por qué creía que si se separaba en éste momento ya no lo vería de nuevo? Con ese temor, se abrazó aún más a él.

No me dejes, por favor, no te vayas a alejar ésta vez.

Sabía que no debía usar a Jungkook de soporte, sabía que no debía aferrarse a las personas. Era consciente de que las cosas, tarde o temprano, se acaban. Pero no podía evitarlo. Toda su vida y entorno siempre se rodeó de una hiriente palabra para él: Abandono.

Su padre, su madre, el mismo Jungkook en su momento, su mejor amigo; prácticamente toda persona que alguna vez amó, de una forma u otra se alejó de su vida. ¿Qué debía creer? ¿Podía confiar en amar a alguien y esperar que no terminara por abandonarlo?

Necesitaba decirle a Jungkook que le gustaba tenerlo a su lado, qué extrañaba su compañía. Tenía que pedirle por favor que no lo abandonara.

—Jungkookie... —se separó para mirarlo. — Jungkookie...

—Te escucho... —dijo suavemente.

Jungkook entendía el dolor del abandono, ¿verdad? Jungkook sabía cuánto le dolería a él separarse de nuevo, ¿no?
Ambos eran lo mismo, ¿cierto?

—Jungkookie, por favor, no vayas a alejarte de mí. —casi rogó.

Taetae...

—Prometeme que no me abandonaras por más que no te guste lo que voy a decirte. — escondió su rostro en el pecho del castaño y lo abrazó fuertemente. — Si no puedes oírme, ¿aún así escucharías lo que mi corazón trata de decirte?

Tae... — trató de separarlo pero Taehyung no se lo permitía.

—Tengo tanto miedo de que te alejes... Ya no quiero que te vuelvas a alejar...pero necesito tanto decirte que...que... ¡Me gustas! Te quiero muchísimo, muchísimo... —lloró, temiendo el próximo movimiento del contrario.

Jungkook suspiró, usó un poco de fuerza para separar al pelirrojo y sostuvo el rostro de Taehyung entre sus manos. — Basta...— Taehyung negó con la cabeza, no quería que Jungkook lo viera llorar, insistió en volver a esconder su rostro, pero Jungkook se lo impidió —Basta..—Su mirada fue seria al pronunciar lo siguiente—... también me gustas.

—¡Lo sabía! ¡Me detestas! ¡Perdón por ser tan... ¿Eh? — su cerebro recibió la información dada — Esp-.. ¿Qué? —se separó, sentándose correctamente. Recalculando. — Yo... ¿Qué?

—Siempre me has gustado, Taetae — rodó los ojos, riendo un poco ante la reacción de Taehyung.

Kim pegó una bocanada, cayendo en cuenta, totalmente emocionado — Eso significa que-

—Jungkook —la puerta fue abierta, Min Demonio Yoongi #ArruinaMomentos, apareció detrás de ésta, interrumpiendolos. Jungkook lo miró — Ya es demasiado tiempo. Tienes una responsabilidad aquí.

—¡No! No, no, no, no. —Taehyung se levantó, secando sus lágrimas, caminando hacia Yoongi. —Lo haces a propósito, ¿verdad? ¡Lo haces a propósito!

¿Era en serio?
Su confesión fue totalmente patética, sólo aligerada gracias a la actitud con la que Jungkook recibió la noticia y ¡Aleluya! ¡Él incluso correspondió el sentimiento!
Aún así, Jimin 2.0 insistía en intervenir cada vez que estaban cerca.
No llevaba ni dos horas de conocerlo y ya lo estaba detestando.

—¿De qué hablas? Yo no sé nada —desvió la mirada.

—Apuesto a que estabas espiando tras la puerta por el momento adecuado para interrumpirnos —se cruzó de brazos.
Jungkook se levantó de su lugar y caminó hasta ellos con una sonrisa que no se esfumaba de la cara.

¿Escuchas el latir de mi corazón? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora