–Quizás así deberíamos llamarte, Visión. —Amber señaló ante las palabras de Steve.

–Reconfiguramos la matriz de Jarvis para crear algo nuevo.

–Crees que soy el hijo de Ultrón. —Visión habló hacia el capitán.

–¿No lo eres?

–No soy Ultrón. No soy Jarvis, soy... Soy. —Todos lo miraban sin saber qué decir.

–Me metí en tu mente y vi aniquilación. —Wanda se acercó a Visión.

–Vuelve a ver.

–Su aprobación no significa nada para mí. —Clint interrumpió.

–Sus poderes, los borrones en nuestras mentes y hasta Ultrón vinieron de la Gema de la Mente. —Thor volvió a hablar— No sin nada en comparación con lo que puede desatar. Pero de nuestro lado...

–¿Lo estás? —Amber frunció el ceño.

–¿De nuestro lado? —Continuó Steve.

–No es tan simple.

–Será mejor que lo hagas simple pronto.

–Estoy del lado de la vida. Ultrón no. —Visión caminó dando su explicación— Él acabará con todo.

–¿Qué está esperando? —Tony preguntó.

–A ustedes.

–¿Dónde?

–Sokovia. —Respondió Clint— Allí tiene a Nat.

–Si nos equivocamos contigo... —Bruce se acercó al androide ante las atentas miradas del resto— Si eres el monstruo que Ultrón quería...

–¿Qué harás? —Visión habló, cuando no consiguió respuesta, continuó— No quiero matar a Ultrón. Es único y sufre. Pero ese dolor afectará a la Tierra. Así que hay que destruirlo y a todas las formas que creó, cada rastro de su presencia en la red. Hay que actuar ya. Solo podemos hacerlo juntos. Quizás soy un monstruo. Creo que no me daría cuenta si lo fuera. No soy como ustedes y no soy lo que querían. Tal vez no haya modo de ganarme su confianza. Pero debemos irnos.

Todos quedaron boquiabiertos cuando el androide alzó el martillo de Thor sin mayor esfuerzo y se lo ofreció al dueño. Thor tomó el martillo bajo la mirada del equipo. Amber reprimió las ganas de soltar algún comentario fuera de lugar.

–Bien. —Thor rompió el silencio incómodo— Bien hecho.

Le dio una palmada en el hombro a Tony y se alejó.

–Tres minutos. —Steve habló— Tomen lo que necesiten.

Amber iba a buscar un nuevo traje cuando su padre la tomó por los hombros y la guió a otra habitación.

–¿Qué haces?

–Te tengo un regalo.

Las luces se encendieron mostrando un traje que parecía tener pequeñas escamas verdes azuladas que brillaban. Una pequeña "A" se veía en el cinturón del traje. Amber sonrió y soltó un chillido de emoción. Se lanzó a los brazos de su padre y lo abrazó con todas sus fuerzas posibles.

–¿Te gusta?

–¡Me encanta! Es mucho mejor que el iron-suit.

–Bien, date prisa.

Amber sonrió viéndose en el espejo. El traje se acomodaba perfectamente a su cuerpo, estaba hecho a su medida. El color hacia un notorio contraste con su piel y el color de su cabello. Steve se asomo por la puerta, las palabras quedaron atoradas en su garganta cuando vio a Amber en su nuevo traje.

–¿Qué te parece?

–Tú.. Eh... Te ves... Quiero decir, te queda fantástico. —Amber rió al notar el nerviosismo del rubio.

–Gracias.

Caminaron por el pasillo y vieron a los gemelos más adelante. Amber frunció el ceño.

–¿Esa no es mi chaqueta? —Apuntó la prenda roja que usaba la castaña.

Steve le dio un juguetón empujón en su hombro y la hizo apresurar el paso hasta la nave. Cuando estuvieron todos reunidos en el quinjet, Steve los junto para el típico discurso antes de cada misión.

–Ultrón sabe que vamos. Es probable que nos reciba con artillería pesada. Para eso nos preparamos. Pero la gente de Sokovia no. Nuestra prioridad es rescatarlos. Solo quieren vivir en paz. Eso no pasará hoy. Pero haremos lo posible para protegerlos. Podemos cumplir con la tarea. Averigüemos qué estuvo construyendo Ultrón, encontramos a Romanoff y sacamos a los civiles. Que la lucha sea entre nosotros. Ultrón cree que somos monstruos, que somos todo lo que está mal en el mundo. Esto no se trata solo de vencerlo, sino de si tiene razón.

THALASSA; avengers Where stories live. Discover now