46| corazón de hielo

150 6 11
                                    

Narra Alicia

Totalmente aburrida.

Me encontraba en esa aburrida cama de hospital, mirando al techo sin nada que hacer y con nadie con quien hablar.según por lo que me han dicho saldré de este infierno mañana.

Espero que así sea...por el momento tengo que pensar en que haré para desaburrirme o algo por el esti...

De un derrepente alguien llamo a la puerta, dandome un pequeño susto,con cierta duda digo "adelante" y la puerta comienza a abrirse lentamente. Igual que en las películas de terror, cuando las puertas se abren lentamente y luego ¡pum! Aparece el monstruo y te mata. Creo que mi miedo esta por los cielos en estos momentos. Bueno aunque pensándolo bien no creo que el monstruo salga a plena luz del día, ademas se supone que esas cosas no existen.

No entiendo por que me da miedo...

La puerta se abre por completo, mostrando aun chico con unas rosas en sus manos, creo a verlo visto, aunque no recuerdo donde.

- Creo que te has confundido de habitación - le informe sin interés.

- No.- el responde inmediatamente.

- Yo no te conozco, así que no creo que vengas a visitar el cuarto- le dije seria, el chico soltó una pequeña risa.

- No creo que me recuerdes pero ya me has visto antes - dice el chico entrando por completo a la habitación y cerrando la puerta.

- Mmmm... nop, estoy 100% segura de que no te conozco, así que te puedes ir- dije con una sonrisa inocente.

Aunque siendo sincera ese chico se me hace conocido, pero da igual quien sea, estoy "muy feliz con mi amiga la soledad".

- Bueno creo que ya no me recuerdas... - dice el chico apenado, mientras rasca la parte de atrás de su cabeza.

- No, no te recuerdo-

- ¿te parece si dejo las rosas?- me dice el chico mirando el lugar donde estaban los demás regalos y flores.

- lo siento amigo, pero no acepto regalos de desconocidos- le respondí sin interés.

- Según yo, tampoco se debe de hablar con desconocidos - dice el chico con una sonrisa egocéntrica en su rostro.

Como me enfada eso...

- Lo se, pero ese desconocido se infiltro en mi habitación y lamentablemente yo no puedo moverme, así que en pocas palabras lo que yo hubiera hecho si no me encontrara en este estado, seria ignorarte.- le dije obvia

- Entonces ¿por que no simplemente me ignoras?- pregunta el chico fastidiandome.

Y no le conteste.

- oye- volvió a hablarme y lo volví a ignorar.- no me igno... buena jugada- se rió el chico y se acerco a donde yo estaba.

Yo volteo la mirada, viendo a un lugar a donde no se encontrara el, en ese momento el se puso de espeldas a mi y tomo algunas cosas;al parecer había tomado una pluma y un trozo de papel de una libreta que se encontraba en la habitación, y comenzó a escribir quien sabe que cosa.
Coloco el papel entre las rosas y se giro hacia mi.

- Te veo luego Alicia- dijo con una sonrisa saliendo de la habitación.

Espera... ¿como es que sabe mi nombre?

- ¡Ese no es mi nombre!- grite

¿Que se cree ese idiota para poder entrar a mi habitación? Ojala y le caiga un rayo, y claro que en mi vida lo vuelvo a ver.

La puerta de mi habitación se vuelve a abrir y yo pensando que era aquel chico grito sin pensar.

- ¡ni se te ocurra entrar de nuevo, por que si lo haces cuando me recupere te voy a castrar! - Al ver a Laurel en la puerta, sorprendida por lo que dije, cubri mi boca de inmediato-L-Lo siento... eso no era dirigido a ti - pedí disculpas muy apenada por lo sucedido.

Laurel comenzó a reír a carcajadas- ¿A quien se supone que vas a castrar?- dijo divertida.

- A nadie- le dije indiferente.

- Aja, solamente te pusiste como cualquier paciente normal a gritar a cada que alguien entrara que lo ibas a castrar, lo normal - me dijo sarcástica mientras reía.

- si, para tu información esta de moda hacer eso - le seguí la corriente pero un poco fastidiada.

Ella sonrió y comenzó a caminar por la habitación, para luego sentarse aun lado mio, pero cuando su vista miro a donde los regalos, se dio cuenta de las rosas.

- esto parece interesante- se paro y se dirigió a donde estaban las rosas, al tomarlas sonrió - ¿con que alguien trata de conquistar a la reina de hielo?- saca el papelito que estaba en las rosas- lo siento por esto, pero la duda me mata y tengo que aprovechar ahora que estas en este estado- abre el papelito y sonríe.

- ¿Que?- pregunte, ya que a mi también me mataba la duda, pero no iba a admitirlo.

- Nada- me dice con una sonrisa inocente, vuelve a dejar el papelito en donde estaba y acomoda las rosas en su lugar, se vuelve a sentar y me mira tranquilamente- ¿tienes saldo?-

- creo que si...- dije algo dudosa.

- me prestas tu teléfono para hacerle una llamada a Camila, es que yo ya no tengo saldo - me dice inocente, aunque sospechaba decidí hacerlo.

- Ehh... si...- dije dudosa. Grave error.

Ella comenzó a marcar unos dígitos y puso el teléfono en su oído.

Hola... si, este es el teléfono de Alicia... si, si, como digas... me debes un favor ahora... okey, adiós...

- ¿un favor?- pregunte

- ya me agradeceras luego -

No se pero esto me trae un mal presentimiento...

Chaparras al Ataque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora