El fin parte 4

12 3 0
                                    

Un golpe sacudió mi cabeza e hizo que escupa una gran cantidad de sangre

-¿Sabes por que estas aquí? -Pregunto Simara -. Al menos ¿Sabes quien soy?

-Un parásito en mi cerebro, eso eres -Respondí mientras tragaba saliva

-No entiendes, sigues creyendo que el parásito aquí soy yo... Tal vez no hay parásito -Dijo un poco fatigado Simara

-Si, eso eres

-¿Nunca se te paso por la cabeza que el parásito aquí eres tu? Piensa, eres demasiado bueno para ser hijo de Lucifer, de hecho demasiado inocente para ser un mitad demonio

-Y ¿Por que siempre tuve el control? 

-Realmente quiero que me aceptes, quiero que lo digas

-No tendrás el control 

-Escuche eso tantas veces, que te sorprenderías

-No me interesa, no la escucharas salir de mi boca 

-Tal vez... -Dijo Simara mientras me daba la espalda y al parecer inspeccionaba la mesa llena de instrumentos de tortura

-No me asustaras con esa salsa de tomate en tus juguetes 

El torturador volteo a mirarme sosteniendo una hacha de carnicero, mientras pasaba su pulgar por el filo de esta y en el proceso cortándose dejando el filo tapada con su propia sangre 

-¡YA LO OÍ SALIR DE TU BOCA! -Grito Simara al mismo tiempo que de un fuerte golpe me cortaba mi mano derecha

Mis oídos se taparon, escuchaba la risa de Simara como si estuviera en otra habitación, no sentía nada aun, pero de un momento a otro un dolor de una manera inimaginable y la sangre que salia como si fuera una manguera me producía un miedo y una desesperación tan inimaginable que mis gritos eran lo único que se escuchaban 

-Sh, shh otra vez no quiero que satures mis oídos -Pedía Simara mientras me apretaba ambos cachetes con su mano derecha y ponía el dedo indice de su mano izquierda en el medio de mis labios

-¡QUE MIERDA ESTAS HABLANDO! -Gritaba mientras ceñía los ojos del dolor 

-Normalmente duras unos diez minutos así antes de morir -Indico Simara

-Vete a la mierda -Dije en voz baja por culpa del dolor que me dejaba sin aliento -. No tendrás el control

-Aramis, Aramis, Aramis, tu realmente no entiendes

-¿Que no -Preguntaba mientras me interrumpía la perdida de sangre que me ponía cada vez mas apagado -Entiendo?

-Acéptame

-No pasara gran hijo de puta, no puedes tomar el control, no puedo dejarte hacerlo, no ahora

-Me rendí, no puedo hacerte entender ni cambiar de idea, me aburriste, vete de aquí 

-¿Que? -Pregunte agitado mientras veía como me daba la espalda Simara

-Vete ya -Dijo Simara y todo comenzó a ponerse blanco 

Estaba en menos de un segundo de vuelta en la guerra, pero todo había terminado.

-¿Zacarias donde están todos? -Pregunte 

-¡Corre, escóndete, no ganamos, no hay salvación! -Exclamaba con miedo Zacarias y corría lejos del lugar 

-Ara... -Se escucho una voz casi murmurando en el olvido

Volteé en dirección de donde provenía esa voz sin vida. Estaba Athos, clavado en un tuvo metálico que sobresalía de un edificio

-¡Athos ¿Que paso?! -Pregunte confundido mientras observaba al moribundo ángel

Hermanos de un mismo cuerpoWhere stories live. Discover now