La humanidad

35 5 0
                                    

Mientras Aramis entrenaba con Lucifer (sucesos antes de "El comienzo del fin parte 18")

-Fin del entrenamiento hijo

-¿Te cansaste?  

-Claro que no, lo digo por ti, te estas a punto de morir del cansancio

-¡Claro que no!

-Claro que si

-Por favor, Papá...

-¿Papá? 

-Me confundí, no te quise decir a ti, es la costumbre de entrenar con Azazel

Lucifer miro de forma extraña a Aramis y quiso acompañarlo en su descanso

-Hijo, sabes, hace mucho tiempo, bueno, para ti si sera hace mucho, pero para mi tan solo fue hace unos años, pero, una vez quise... 

-¿Que quisiste?

-Fui a una iglesia

-¿A una iglesia? ¿Tu?

-Si

-¿Para que irías a una iglesia?

-Quise... Intente confesarme

-¿De que?

-No lo se, no se exactamente de que, solo necesitaba... Pensé que si a los humanos les funcionaba contarles sus malas acciones a un desconocido para sentirse bien, tal vez... Conmigo tendría el mismo resultado

-¿Funciono?

-Al principio, llegue... estuve frente a esas estatuas, cara a cara, como si fuera una reunión incomoda, miraba fijamente esas facciones que no expresaban mas que mármol. ¿Diez minutos? ¿Media hora? No lo se, pero estuve demasiado tiempo pensando en ese lugar el por que me encontraba allí, ¿Acaso quería una reconciliación con mi padre? No lo se. Puede que haya intentado el querer dejar de ser el malo de todo, el villano. ¿Murió una persona a la que no pudieron extirparle un tumor por cáncer de pulmón? El diablo debe ser el culpable. El estúpido que fumaba tres cajas de cigarros al día no tendría nada que ver, fui yo quien me encargaba de matar a ese don nadie. ¿Tu esposo te fue infiel? Yo lo corrompí. No fue culpa de el por ser tan débil a la belleza de mujeres ajenas, claro que no. Entonces se acerco un cura:

-¿Que lo trajo a la casa de dios? -Pregunto el cura con una voz delicada y tranquila

-Vengo a confesarme, quiero intentar dejar de ser el villano de esta vida

-¿Es un villano? Cuénteme mas

-No se por que estoy aquí, pero, intentare hacer lo que hacen ustedes, los monos lampiños

-¡Que graciosas son sus expresiones! -Exclamo el cura con simpatía

-¿Como se hace esto? ¿Digo algunas palabras mágicas? -Pregunto ingenuo

-Repita conmigo -Dijo el cura -. "Bendígame padre, porque he pecado"

-Bendígame padre, por que he pecado

-"Mi última confesión fue hace" y diga hace cuanto fue su confesión

-Mi ultima confesión fue hace... Nunca

-¿Nunca? -Pregunto el cura

-Nunca -Repitió Lucifer

-Ahora diga sus pecados

-Esta bien... He, matado, manipulado, torturado, mentido... Padre, hice todo lo que esta mal en este mundo tan delicado, todo lo que se imagino, yo una vez lo hice y seguramente lo disfrute. ¿Acaso tengo que nombrar cada una de las acciones que hice?

-Puedes decir el por que

-¿El por que? Bueno, fue por odio, venganza, tristeza y perdida

-Creo que eso sigue siendo complicado... ¿Por quien estas sintiendo eso? 

-Mi hermano... El amigo mas cercano que tuve, lo mas parecido a una familia, fue arrebatado de mis manos, se sacrifico para salvarme

-¿Tus padres?

-Tengo solo a mi padre, es un puto loco, un doctor Frankenstein, le importo mas sus simios lampiños que su propio hijo

-¿Entonces estas enojado con tu padre? 

-Por el inicie una pelea familiar en la que dividí a mis hermanos en dos bandos, o estaban conmigo o en mi contra

-¿Que planeabas hacer si le ganabas?

-Destruir sus experimentos y tomar el poder de la casa

-¿Estas seguro de que estas enojado con el?

-¿Con quien mas  lo estaría?

-Contigo, por tu culpa perdiste tu tesoro mas preciado

Lucifer guardo unos segundos en silencio y el padre espero su respuesta

-Creo que así no es una confesión padre

-Nos fuimos del tema

-¿Que sigue después de confesar mis pecados?

-Decir que te arrepientes

-¿Eso me librara de todo mal que cause?

-Te daré una penitencia y consejos para dejar de hacer lo que hiciste, no puedo hacer mas por ti hijo

-¿Entonces esto es lo que tanto los humanos hacen? ¿Cometer atrocidades, después pedir perdón y librarse de sus acciones?

-No, hijo, así no...

Los ojos de Lucifer se tornaron un rojo tinto y sus cuernos comenzaron a crecer, hasta volverse imposibles de esconder

-¡No me digas hijo! -Grito Lucifer con odio para luego sacar una de sus alas, envolverse y quemarse hasta volverse cenizas.

-¿Simplemente te fuiste? -Pregunto Aramis

-En ese momento hijo, me di cuenta de que los humanos, le cuentan sus pecados, para así no cargar mas con ellos, creen que el contarle algo a un tipo con una venda blanca en el cuello es suficiente para sacarse ese peso de encima. Las personas son tan débiles que con tal de contárselo a un cantinero en un bar de mala muerte les serviría para poder respirar aire puro de nuevo

-¿Lo que dijo el padre? ¿Crees que tenia razón?

-Para que sea un humano, tenia demasiada razón. No estaba solo enojado con mi padre, estaba enojado conmigo mismo, trataba de culpar a mi padre por todo, cuando en realidad fue un descuido mio. Creo que por eso somos tan diferentes a los humanos, mientras que ellos dejan en el pasado sus errores tan rápido, nosotros los cargamos por siempre para no volver a cometerlos.

Hermanos de un mismo cuerpoWhere stories live. Discover now