Carta II.

1.5K 164 24
                                        

Marzo 7 del 2019.

Durante ésta semana estuve pintando un poco y lo único que lograba dibujar o garabatear eran monigotes mal hechos, fue pésimo. Si estuvieras aquí, me dirías algo como ''para tener 29, eres tonto a veces'' eras tan sarcástico y tímido al mismo tiempo, con tus coqueteos descarados y esa aura inocente que te bañaba. Esa dulzura natural que emanaba tu cuerpo y sonrisa cuadrada.
¿Recuerdas el primer día que nos conocimos? Te veías tan bonito empapado por el agua de la fuerte lluvia que azotaba Seúl. Aún recuerdo nuestro primer diálogo real.

''¿A qué se refiere con la palabra ''inefable''?"

Y fue allí que caí a tus pies por aquella voz ronca que tanto amé, que tanto amo, aquella que escucho en mi mente y me atormenta, aquella que se repite en mi mente y aún puedo oírla cuando estoy haciendo algo incorrecto, como comer sopa instantánea en la cena, me regañabas por no cuidar mi salud adecuadamente, eras la persona por la que vivía, así que ¿Por qué debería cuidar mi salud ahora que no te tengo? Quizás debería comenzar a hacerlo, ¿volverás, Taehyung? Necesito saberlo.

Me siento estúpido todos los días cuando intento hacer algo y lo único que hace presencia en mi mente eres tú, cada día voy deteriorándome. Casi no me ejercito, no tengo energías, quizás se deba a la sopa instantánea o a las montañas de cafeína que ingiero a diario. He tratado de salir a tomar algunas fotos para recrearlas en pintura de óleo, esa que tanto te gusta. Recuerdo cuando me confesaste que querías pintarme a mí para la primera tarea que te coloqué.

Aquella tarde fue genial, te resfriaste después por la lluvia tan fuerte que había caído sobre ti más temprano, pero aún así, pudimos tomar un buen té y ponernos a hacer los deberes.

Tus facciones jodidamente perfectas, dibujadas por la mismísima Afrodita, podría jurarlo. Eras una creación magnífica y maravillosa, no sólo por tu físico, tu belleza iba muchísimo más allá que una sola dentadura perfecta y ojos almendrados y rasgados o unas manos perfectamente pulidas y un abdomen firme y plano. Tu sonrisa era el motor a mi bote cuando éste fallaba. ¿Recuerdas cuando sonreíste antes de quedarte viéndome fijamente para luego besarme por primera vez en el auditorio? Había pasado un mes desde que te conocí y nos habíamos vuelto cercanos; joder, aún puedo sentir el sabor del chapstick de cereza que usabas para hidratar tus labios porque éstos se secaban constantemente por el estrés que llevabas encima, del cual no pude darme cuenta hasta que finalizó el semestre, cuando estaba en el centro con los chicos y te vi, abriendo la puerta de un deplorable departamento. Ahí, justo ahí fue que pude darme cuenta del porqué nunca me dejaste llevarte a casa, tenías vergüenza de que supiera la vida que llevabas, quizás tenías miedo de que por ello dejases de gustarme, pero lo único que hiciste, fue atraparme más. Porque aún así, con tantas adversidades atacando tu joven vida, mantenías una sonrisa enorme para mí porque sabías que me encantaba.

Si pudiese escribir una carta con todas las cosas que aprendí de ti, las que te enseñé y las que aprendimos juntos, no terminaría. Porque antes de ti era una persona completamente distinta, vacía y esperando que algún evento ocurriese en su vida, y mi evento fuiste tú. Mi preciada posesión, una y única, te amé tanto, sin ti no podía vivir, ese eras tú. Mi pequeño especial, de todos los chicos que conocí, siempre serás tú mi favorito. Tratabas de esconder tus defectos, los que para mí eran los que te hacían real. Cada cosa de ti abría un nuevo camino dentro de mis ojos hacia mi corazón, me enseñaste a amarte pero no me enseñaste a vivir sin ti, y es por eso que hoy en día parezco un enfermo deplorable, un cuerpo vagando por las calles, dando clases vacías de ''arte'' cuando lo único que pinto últimamente, son los garabatos mencionados al principio de ésta carta.

Taehyung, mi pequeño. Si hubiésemos tenido más tiempo, quizás hubiera podido hacer que te quedaras... o irnos juntos para largarnos del radar de lo que nos quería dañar, te juro que pudiese haber tenido el tiempo de hacerte el chico más feliz del mundo, así como me sentía yo contigo. Sé que nuestra historia es corta, fue un año en el que vivimos muchísimo, y a la vez tan poco que duele en mi pecho el recuerdo de las veces que te hice mío con todo el amor que una persona puede sentir por otra. Mi piel extraña tus caricias, mi boca tus labios y mis ojos la preciosa vista de tu cuerpo cubierto por una camisa mía, que te quedaba enorme, con una taza de café entre tus manos mientras mirabas el exterior a través de mi ventana y otra taza de café en mi mesa de noche.
Ojalá tuviese el valor de enviar éstas cartas, pero, ¿a dónde las podría enviar? Si te llevaron lejos de mí, tan lejos que no soy capaz de sentir mi corazón ya que te lo llevaste contigo. Debería dejarte ir, pero me es imposible.

Joder, Kim Taehyung ¿qué es lo que has hecho conmigo? Me llevaste al cielo y luego me arrebataron aquella mano que me sostenía en el espacio, admirando la vida desde puntos diferentes a los que yo creía eran los correctos; cayendo así en lo más profundo de mi dolor. Han pasado meses desde que te fuiste, tres, para ser exactos. Te apartaron de mí un día de Diciembre... ¿te obligaron, cierto? Tú no me abandonarías, no como los demás, tú... tú eres diferente ¿acaso quieres que llegue a esa conclusión? No encuentro otra explicación, todo es tan borroso, no encuentro claridad en todo ésto, momentáneamente desapareciste sin más ¿acaso se supone que debo transformar mi dolor en rabia? No podría hacer eso, odiarte por irte no es algo que soy capaz de hacer, aunque te juro que jamás había pasado un año nuevo más amargo en mi vida. Tuve que visitar a mi tía, la que te conté que me bofeteaba cuando era niño y me portaba travieso, ah, hoy en día está realmente enferma y vieja, se convirtió en una típica abuelita, aquello que tanto odiaba y de lo que tú tanto te burlabas.

Supongo que jamás dejaré de amarte con la misma intensidad que el primer día que hicimos el amor, pero esperaré... lo haré. Así te encuentre un día antes de mi muerte, juro que esperaré lo necesario para poder tenerte de vuelta conmigo, a menos que tú mismo me alejes de ti.

Quiero convencerme de que también me extrañas de la misma manera, ojalá sea así, mi mente ignora los pensamientos que atormentan mi fantasía con frases como '' olvídalo, él ya no te ama '' y demás cosas que me lastiman, porque ¿será cierto? ¿habrás conocido a alguien, Taehyung? Espero que no, realmente no, estaría mintiendo descaradamente si te dijera que me alegra que hayas conocido a alguien ¿es egoísta querer que esperes por mí tanto como yo espero por ti? pero, en caso de que hayas conseguido a alguien que te ame igual o mucho más que yo, lo aceptaré en mi corazón con el tiempo y tendré que aprender a vivir con el hecho de que... ya no me amas.

Pero si aún me amas, Taehyung, porfavor siente como mi corazón late por ti, como mis ojos lloran tu partida y mis brazos anhelan tenerte de nuevo entre ellos, llenos de pintura intentando pintar algo que encaje con el otro, o tomando un café disfrazados viajando a algún pueblo o provincia lejos de Seúl, porque nadie podía vernos.

Se supone que lo nuestro era una vergüenza para los demás por ser dos hombres ¿pero por qué se sentía tan puro y angelical amarte? Aún no entiendo y me atormenta el no saber qué causó tu partida... ¿fui yo? ¿yo hice algo mal?


- Con todo el amor y cariño del mundo, Jeon Jungkoook.

COLORS (kooktae)Where stories live. Discover now