She is Death [Bill Cipher, Will Cipher, Phill Cipher y Tú]

5°

POV'S DIPPER GLEEFUL:

Mierda.

¿Es normal excitarse después de que una chica confesara que es la muerte?

No, pero se te perdona porque eres un pendejo muy enfermo.

Pero ten en cuenta que soy un enfermo muy sexy...

-E-es imposible. La-a muerte es calaverica, es fea, es emo, es vieja y siempre lleva un hacha larga en sus huesudas manos.- Tartamudeó Mabel afirmando su estupidez.- Y tú, ya decía que eras muy guapo para ser un humano.- Habló segura dirigiéndose al clon rojizo de Bill y Will.

-Querida, pues te equivocas, aunque te perdono. Puedo confesarte que también me equivoque al pensar que eras una chica pero, en realidad eras una zorra. Ambas nos equivocamos estúpidamente, ¿No crees?- Contra-ataco "La muerte" con una sonrisa burlona. Mabel la miró ofendida.

Mientras mi hermana respondía con altanería a "La muerte" y ella le respondía muy tranquilamente sin perder la compostura, yo analicé a las dos entidades que se encontraban en mi sala.

-Pues me vale una mierda. Al menos yo soy joven, y tú... ¿Cuántos tienes? Unos millones, ¿O me equivoco?

Mabel estaba como un volcán a punto de hacer erupción; "La muerte" se encontraba calmada, sonriente y de piernas cruzadas... Esas piernas que me tienta a los deseos más oscuros que puede tener un simple humano...

Mierda.

Si sigo imaginando las formas en la que me la follare, el pene me va a reventar.

Dirigí mi mirada al cabello de sangre -Clon de Bill y Will-, estaba tomando lo que mi al parecer, era whisky. Él mientras bebía, veía aburrido la escena que estaba montando mi hermana.

-Eres una estúpida si crees que me comeré el cuento de que eres la...

Shiste a Mabel para callar las idioteces que salía de su boca. Ella me miró. Si las miradas mataran, ya Mabel me hubiese matado mínimo unas cien veces.

-A ver, qué me puede asegurar de que en verdad seas la "muerte".- Hice comillas con mis dedos al final de la oración. Ella sólo me miró neutral.- Sólo digo, porque me he topado con demonios de los sueños, estafadores profesionales, hasta con ilusionistas de alto rango y, cabe mencionar que soy uno de ellos.

El demonio a su lado la miró impaciente mientras chasqueaba los dedos. El baso donde hace algunos segundos estaba vacío, apareció hasta el tope con whisky e hielo. Ella dirigió su mirada a él unos segundos y regresó su vista hacia a mí. Esta vez no con una neutral, sino, con una sonrisa burlona acompañada con esa mirada que, en mi opinión, escondía muchos secretos, tantos que tomaría una vida o miles de ella para descubrirlos.

-Además, tengo conocimiento de que la muerte tiene el cabello tan blanco como la mismísima nieve y tan largo como Rapunzel.- Informé, tranquilo. La mire desde ese cabello que tanto quiero enredar con mis dedos y tirar con fuerza, hasta esas piernas dignas de una deidad, que inspira a pecar de la forma más dulce que he podido imaginar jamás.- Pero si en realidad eres la muerte sólo me da a pensar que, te teñiste el cabello ó,- Le eche una rápida mirada al demonio a su lado.- eres la muerte de otra dimensión.

Ella asintió con su cabeza aún con su perfecta sonrisa.- Chico listo. Ya que has podido reunir y darle sentido a éste rompecabezas, ¿Vas a aceptar tener un trato conmigo?

-Me gustaría hablar en mi oficina.- Comenté con una sonrisa.

Antes de que ella respondiera, Mabel se paró del sofá con intensiones de interrumpir y quedar en claro que ella estaba ahí.