Proyecto Bilderberg

Carta XIV, Virus

La señorita Bárbara Abuca y la señorita Yanira Lepetussen llevaron al general Fornax Vlendei a un laboratorio secreto en Inglaterra. La idea era crear la contraparte de las bacterias; un Virus Humanoide contra la sociedad del país Rupagnis. Los científicos ingleses habían estudiado a cuatro rarezas de la naturaleza para convertir a Fornax en un asesino de Bacterias Facultativas Humanoides. Todo esto para apoderarse de las tierras centroamericanas y permitir que humanos de verdad habitaran ahí. Los científicos habían creado un ADN especial a partir de cuatro criaturas raras.

En primer lugar tenían a una criatura inmortal llamada Turritopsis Nutricula, una medusa que al estar cerca de su muerte biológica utiliza un proceso celular llamado transdiferenciación, que es un ciclo de vida inverso, es decir, que regenera todo su tejido hasta regresar a su fase inicial de pólipo para seguir su ciclo vital nuevamente.

En segundo lugar tenían a una criatura súper resistente llamada Tardígrada (Osito de agua), capaz de resistir las condiciones más extremas como el vacío espacial. Logrando resistir también temperaturas de -270 ºC y +150ºC; resistir presiones de 1200 atmosferas, y absorber radiaciones de 6200 Gray.

En tercer lugar tenían al Mimivirus, un virus que abrió nuevamente el debate entre lo que está vivo o no. Un virus gigante entre todos los virus y con mil genes a su disposición. Y en cuarto y último lugar tenían al Megavirus Chilensis; todo esto era para combinar el ADN del general Fornax con el ADN creado por los científicos ingleses, y así crear un Virus Resistente Inmortal Humanoide.

La visita del presidente de Rupagnis en tierras inglesas fue la oportunidad para el general Fornax, quien se apoderó del cuerpo del presidente, y comenzar con el plan de destruir la sociedad perfecta de Rupagnis. Así que Fornax, siendo un virus infectando una bacteria, pudo entrar a Rupagnis libremente; y al pasar algunos días, los sistemas de seguridad robótica y militar en Rupagnis fueron neutralizados, para que los inmigrantes In-In pudieran invadir las tierras de Rupagnis. El caos había empezado, los sistemas de comunicación todavía estaban activos, por lo que una alerta roja advirtió a los habitantes de Rupagnis de la destrucción de su hermoso país. Las Bacterias Facultativas Humanoides no sabían qué hacer ante semejante invasión sin control, en Rupagnis no existían armas para los civiles, todo tipo de armamento estaba diseñado y programado para los robots militares y policiacos. Los inmigrantes In-D fueron llevados a los edificios que estaban bajo tierra, pero aún allí estaban en peligro. Los clones humanos no fueron incluidos en la protección de los inmigrantes In-D, debido a que tenían archivado su esencia en los laboratorios Cantarelli.

En la casa presidencial de Rupagnis, el general Fornax buscaba en el interior de la casa alguna especie de habitación secreta; y buscando entre muebles encontró un control, y comenzó a apretar los botones para ver qué pasaba. Una pared de la habitación principal se dividió, y el general Fornax sintió la presencia de alguien en la habitación, y al girar su cabeza, la mirada de él se posó en Violeta. Y los dos entraron a la habitación secreta. Violeta dijo: "Todo está saliendo según lo planeado, espero que ahora todos los activistas tengamos lo que nos pertenece". Fornax se puso a reír, y dijo: "Y para ti, ¿qué es lo que les pertenece?". Violeta respondió: "Nos pertenece Rupagnis. Siempre he odiado el Sistema del Ciudadano Ejemplar. Las Bacterias Facultativas Humanoides van a desaparecer, pero yo he decidido ser parte de los activistas para vivir y recibir mi parte". Fornax sujetó el cuello de Violeta, y le dijo: "Rupagnis no pertenece a nadie, y menos a los activistas, sin embargo, puedes ser parte de mi plan". Violeta retiró la mano de Fornax de su cuello, y le dijo: "Eres un simple títere que quiere cortar sus hilos". Fornax le reveló la verdad a Violeta, diciéndole: "Rupagnis es un experimento, ahora que los resultados están presentes con un ambiente saludable, los clones serán los dueños del nuevo mundo". Violeta estaba con la mirada perdida, no podía creer que los activistas eran una cortina de humo.

En la habitación secreta se encontraba un sistema de control contra invasiones. Fornax contempló una serie de pantallas, y tenía a su disposición el conocimiento de que había máquinas de radiación ocultos en toda la tierra de Rupagnis, para eliminar toda especie de vida humana y permitir la existencia de las Bacterias Facultativas Humanoides. Sin embargo también las mismas máquinas estaban diseñadas para que emitieran una frecuencia inusual para que las Bacterias Facultativas Humanoides se autodestruyeran.

Fornax dijo: "Tengo la decisión en mis manos; ahora pensaré en destruir todo, no me interesa Rupagnis en lo más mínimo". Violeta preguntó: "¿Qué es lo que te interesa?". Fornax dijo: "Yo soy un virus. ¿Qué crees que le interesa a un virus?". Violeta se asustó y se imaginó un mundo de caos. La radiación de las máquinas era capaz de matar a un humano en 20 minutos.

En la isla prisión de Cuba, los días eran angustiantes. Edlan se encontraba con sus grilletes que lo envolvían en un campo de fuerza, que le permitía protegerse de ataques de otros prisioneros, a la vez que le impedía utilizar sus aptitudes biofísicas y bioquímicas para su provecho personal. Otra Bacteria Facultativa Humanoide se encontraba en la prisión, y se hacía llamar Gueto. Edlan no dudó en acercarse a Gueto, quien en los primeros días lo evitaba. Hasta que un día los grilletes de Gueto fallaron, por lo que su campo de fuerza que lo protegía desapareció; inmediatamente Edlan auxilio a Gueto atrapándolo en su campo de fuerza para evitar que otros prisioneros lo atacaran. Nadie en la prisión quería a las Bacterias Facultativas Humanoides porque representaban a una sociedad perfecta en un mundo donde los gustos por lo refinado eran insoportables. Los robots guardias no reaccionaron ante la dificultad de Gueto, ya que era un plan de ellos para eliminarlo. Gueto descubrió que Edlan no era el verdadero Edlan, o al menos eso pensaba, al decirle una frase que éste debía terminar; debido a que ambos se habían conocido en la escuela. Gueto dijo: "No entiendo, ¿no me recuerdas?". Edlan observó el rostro de su nuevo amigo, y le dijo: "Tuve un accidente en Singapur, y perdí la memoria". Gueto se puso a reír, y contemplando el rostro de Edlan, se atrevió a decir: "La libertad de expresión no existe, o es lo que quieren hacernos creer". Edlan quedó abstraído, y movió su cabeza en señal de pedir una explicación. Gueto dijo: "Proyecto Bilderberg".

Edlan sintió que le comían el cerebro, y abrazó fuertemente a Gueto, quien le dijo: "Parece que he descubierto la verdad, en realidad no eres Edlan Santori; tengo entendido que existe una tecnología que puede modificar la información de tu cerebro". Edlan se recuperó de su dolor, y dijo: "La verdad, yo no soy Edlan Santori; soy un cerebro viejo en un cuerpo nuevo". Gueto abrió los ojos, todo por lo que había creído era una farsa; y sin contemplaciones, dijo: "Las Bacterias Facultativas Humanoides son un experimento para limpiar el desastre que los humanos han hecho al planeta. Ahora que el planeta está limpio, ellos quieren deshacerse de nosotros como pañuelos desechables". Edlan preguntó a Gueto por sus delitos, y él respondió: "Publiqué un libro, pero no era cualquier libro; Rupagnis es la mejor arma de los tres países que forman el triángulo del poder mundial. Arabia, China e Israel han sido amenazados por los demás países por dominar la economía mundial. El proyecto Bilderberg ha llegado a su fin".

Edlan sintió que sus venas latían, y preguntó: "¿Los activistas están detrás de todo?". Gueto respondió: "Los activistas son parte del plan para destruir pacíficamente a Rupagnis; el país fue vendido a la fuerza para evitar una próxima guerra mundial. Yo sé por qué estás aquí; y es que tu enamoramiento por una clon es ilegal; la ley es para beneficio de los humanos".

Edlan comprendió que su presencia en Rupagnis era para continuar el proyecto Bilderberg, ya que todos los recuerdos de su pasado se despertaron. Gueto habló sobre otros proyectos que trataban sobre la eliminación de población innecesaria. Aunque también existían proyectos de otras ideologías de destrucción al azar. Edlan inmediatamente dirigió la mirada hacia un robot guardia que estaba apuntándolos con su arma. Gueto le dijo: "Si te llevan a la cámara de la realidad virtual, trata de evitar que aumenten años a tu condena".