-Citrus- Dejame volver a tu vida

cap 4

-Hermanos y Hermanas hoy estamos reunidos aquí en la casa del señor para unir en sagrado matrimonio a mei y a yuzu, yuzu aceptas a mei para amarla y respetarla en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte las separé?.
- si, aceptó.
- mei aceptas a yuzu para amarla y respetarla en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte las separé?.
- si, aceptó.
- entonces las nombró esposa y esposa, pueden besarse.
Estabamos por besarnos cuándo me desperté...
-NOOOOO!!!, ERA UN MALDITO SUEÑO -grite con una almohoda en la cara dando vueltas en la cama hasta que me cai - auch, eso me pasa por loca.
Revisé el celular para ver la hora, eran las 9 am, ya iba a sonar la alarma regularmente abro la tienda a las 10 am, me levanté y me fui a bañar, me metí a la ducha para dejar caer el agua caliente por mi cuerpo liberando la tensión que tenía, sali de la ducha para escoger mi ropa, decidí ponerme una polera blanca de cuello largó y mangas largas para ocultar las pocas marcas que me quedan de mei, una calza negra y zapatillas blancas, una vez lista me fui a preparar mi desayuno, un delicioso cereal con deliciosa leche, terminé y me dirigí al estacionamiento.
- hola yuzu, cómo está todo?- dijo juan, el trabaja de guardia en el estacionamiento.
- hola juan, todo bien gracias por preguntar, tú cómo estás? - dije con una sonrisa .
- bien señorita que tenga un buen dia - me devolvio la sonrisa.
- igualmente - dije colocandome mi casco y subiendome en mi moto roja - nos vemos después - arranqué el motor y me dirigí a la tienda, hoy no estaría ayumi asi que me quedaría con manuel y sara, manuel me ayuda en la preparación de dulces y sara atiende a la clientela.
Llegué y cómo esperaba estaba manuel y sara afuera esperando por mí ya qué solo ayumi y yo tememos llave de la tienda.
- hola, esperaron mucho? - les sonrei amigablemente.
- para nada jefa acabábamos de llegar - dijo manuel colocandose el delantal para dirigirse a la cocina, manuel es alto, delgado, ojos celeste y cabello castaño claro, el tiene 25 años.
- exacto, además tenía buena compañía - dijo sara risueña, aunque lo niegue yo se que le gusta manuel, desde ya un tiempo que tiene ésos ojos para él.
- oye enamorada para cuándo la confesión? Jajajjaa - dije en forma de broma para ver su reacción, los dos terminaron rojos hasta las orejas - ay!, sara por qué me pegas? Sólo fue una broma! - me sobe el santo golpe que me dio sara - además se nota qué te gusta - dije en un susurro logrando que se sonroje mas- jajajajjajah.
- ya para yuzu o me voy a enojar - dijo la pelirroja de ojos color miel, sara es delgada y tiene 23 años, ahora que lo noto todos aquí son mayor que yo, pero son buenos amigos.
- hágale caso jefa no querrá verla enojada jajhaha - dijo manuel asomándose por la puerta de la cocina.
- tú callate! - dijo fulminandolo con la mirada.
- está bien, ya paremos y pongámonos a trabajar - dije colocandome mí delantal - Además estén alegres que trabajaremos hasta las 2 de la tarde - dije sonriente.
- wow la jefa andá de buen humor, acaso le pasó algo bueno? - dijo sara con la mirada pícara.
- se podría decir... - sonrei dejándola con la duda - pero bueno también es un descanso para ustedes, en todo caso estamos a viernes que mejor que no trabajar en la tarde y volver el lunes.
- gracias yuzu eres una gran jefa le pido a dios que esté negocio prospere - dijo manuel poniendo manos a la masa
- gracias manuel no es nada ustedes son muy importantes para mi de verdad lo merecen, ahora vamos a trabajar que se nos va el tiempo y hay muchos pedidos que entregar
- okey jefa - dijeron sara y manuel al mismo tiempo.
Y así pasó toda la mañana entre risas y mucho trabajo hasta que dieron las 2 pm.
- okey mucho por hoy, ya vayan a casa y diviertanse el fin de semana.
- bueno jefa, sara nos vamos?, te acompañó a tu casa - dijo manuel con algo de vergüenza
- c-claro manuel, adiós yuzu ten un buen fín de semana, nos vemos el lunes - dijo moviendo la mano juntó a manuel en forma de adiós.

Bueno me quedé sola, voy a llamar a mei a ver si está disponible para ya empezar con la mudanza.
- h-hola?, mei? - dije algo ansiosa
- hola yuzu, como estas?
- bien y tu?, te llamaba para saber si estás disponible para ayudarte con la mudanza.
-bien yuzu, claro ahora estoy libre, de hecho tengo la tarde libre así que soy toda tuya - dijo con una sonrisa, bueno eso es lo que sentí,no les a pasado que no ven lo que hace pero lo sienten?, pues me pasa eso ahora mismo, con sólo una frase ya vuelve loco mi corazón - te pasó a buscar en mi auto?
- eh?, Tienes auto? - dije sorprendida.
- si yuzu tengo auto...
- ah bueno, pero voy a tener que rechazar ya que tengo que ir a dejar mi moto, que tal si nos juntamos en mi departamento?, así aprovechamos de almorzar.
- eh?, tienes moto? - dijo divertida
- si mei tengo moto...
- okey yuzu nos encontramos en el departamento, adiós.
- nos vemos - dije cortando la llamada.
Guarde todo y cerré la tienda, me dirigí hacía mi moto para ir a casa, llegué al estacionamiento y bajé de mi moto viendo a mei estacionar su auto de color blanco, me acerqué a ella.
- hola mei - dije sonriendo al ver a tal hermosura, ay! ya calma tus hormonas yuzu.
- hola yuzu, linda moto - dijo mirando hacía mi moto
- oh gracias, lindo auto, subimos al departamento? - dije aun mirándola.
- gracias, te sigo.
Caminamos hasta dónde estaba juan.
- hola juan - dije dándole un beso en la mejilla y el me sujetó de la cintura cómo reflejó - cómo está todo?
- hola yuzu, está todo tranquilo por aquí - sonrió por la acción que hice, corrió la vista hacía mei, para finalmente soltarme - y ella es?
- ah, ella es mei, mi... hermana - dije algo incómoda
- mucho gustó juan - dijo sería, creó que no le gustó el hecho de que besé la mejilla de juan o será mi idea?, ya con mei nada se sabé.
- un gustó conocerla señorita mei, que pasen una buena tarde.
- igualmente juan, ah por cierto, desde hoy mei vivirá conmigo para que le des el pasó cuándo quiera usar el estacionamiento - dije con una sonrisa.
- oh claro, nos vemos después yuzu - dijo sonriente.