Capítulo 3.

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Recibí una llamada, llamada de la señora Lee,  cuando hablé con ella se me hizo una pequeña sonrisa al saber que Félix había despertado.
Fuí de inmediato al hospital, llegué a la habitación 430, con esperanza de que todo llegara a la normalidad y pudiéramos ser los mismos de antes, y recordar estos meses como un pequeño suceso que pasó en nuestras vidas para fortalecernos.

Entré a la habitación donde siempre mantenía Félix, entré, vi su carita descolorada, pelo desorganizado, hablaba con su madre. Al poco tiempo aquellos se dan cuenta de mi presencia allí.

- Llegaste- Habla la madre de Félix.

- Sí, perdón por no tocar la puerta.- dije un poco nerviosa, él estaba tan lindo como la última vez que lo había visto conciente.

- ¿Quieren hablar, solos?- dice la madre y yo asiento con la cabeza, noto que Félix tiene un poco inseguro.

Una vez sólo decidí hablar

-Te extrañé, Félix.- me senté a su lado y le dí una sonrisa.

- Perdón, no te recuerdo. ¿Cuál es tú nombre?- dijo tímido, esas palabras me llegaron cómo un remolino.

- Soy Tn¿No se te hace conocido?- él negó.

- No recuerdo mucho, ni como llegué a este estado.

-¿No es porque apenas despiertas? Debes refrescar la mente.- de verdad aguantaba las ganas de llorar, tantos días que estuve, igual mi conciencia está tranquila, pero no me gustaba que no me recordara.

- No lo sé... ¿Qué eres de mí?- Habló con esa voz gruesa que hace rato mis oidos no escuchaban esa melodiosa voz.

- Este....- Hice una pequeña pausa- Somos... Bueno, es difícil de decir porque eramos...- cuando iba a decir lo que eramos realmente, la enfermera entró e interrumpió junto a un apuesto doctor de maso menos 30-35 años.

- ¿Cómo te sientes, Félix?- dijo el médico sacando una pequeña linterna con la cual le había revisado los ojos.

- Bien, aunque tengo un poco de hambre.

- Está bien, ya te traigo algo de comer. ¿De acuerdo?- dice la enfermera, salió de la habitación.

- Okey, puedes quedarte 2 días más y te daremos de alta ¿Vale?- Félix asiente.- Querida, te dejo a cargo de tu novio mientras tanto.- Él salió, y Félix me miró directo a los ojos.

-Yo no tengo novia.- dice en voz baja

- Eso es lo que crees, no te acuerdas, eso es todo.- le sonreí poco.

Él se rascó el cuello, abrió la boca para decir algo pero de ella no salió ni una palabra.

-¿Crees? Nadie se fija en mí.

-  ¿Sabes hace cuánto tiempo estás acá?- pregunté.- ¿Te acuerdas al menos de lo último que hiciste? ¿Sabes que año, día, mes es hoy? No, ¿Cierto? Entonces no sabrías por qué me fijé en tí.

- No, la verdad no sé qué día es hoy, ni el mes, tampoco sé cómo estás en esta habitación.

- Lo estuve durante 281 días, no sería nada fuera de lo común.

- Es una broma, no eres mi novia- rodeó los ojos.

- No te acuerdas de mí, no sabés qué somos.- No sabía que conversación estabamos teniendo.

- Perdón, no me acuerdo de tí.... Entonces para mí, no tengo a nadie. Pero podemos ser amigos- dijo un poco nervioso.

- De acuerdo, entonces... Está bien, Lee Félix. Me iré, mañana te traigo unas cosas.- le sonreí, abrí la puerta y escuché un "Espera"
Pero no hice caso, oídos totalmente sordos
T/n...

Ví a su madre afuera sentada, cuando me vió se paró y sonrió.

-¿Cómo fue todo?- dijo su madre

- No se acuerda de mí, pero haré todo lo que pueda para que se acuerde. Aparte estaba un poco terco, debe comer urgente- Al parecer yo era la única que sonreía.

- Lo siento, yo se lo explicaré- Posó su mano en mi hombro, y empezó a sobar mi hombro.- ¿Te irás ya?

- Sí, señora. Y gracias, mañana vendré con la plata para el hospital.- dije firme

- Querida, ayudas mucho, aparte tu familia no está muy bien, ¿Cierto? Yo buscaré como la consigo.

- Mi familia ya resolvió los problemas económicos, aparte trabajé duro para pagar la cuenta hospitalaria.

- Estoy muy agradecida contigo, es una verdadera pena que tengas que pagar la mitad de la cuenta y que él no se acuerde de la maravillosa persona que eres.- hizo una pequeña referencia.

Hablamos un corto tiempo y al final me dirigí a mi casa, mi madre no estaba. Abrí una pequeña caja fuerte donde ahí estaba todo el dinero del hospital, mañana me iba a dirigír para pagarlo, pero también organizaba las tantas cartas que le hice a Lee Félix para que las leyera.
También había organizado los apuntes de esta semana, se los daría para que los entregara a tiempo, no lo haría yo.

Saqué un papel y un lapicero de tinta negra.

"Odie tanto que despertases, pero me hace feliz a la vez. Estoy mal, estoy feliz, estoy llorando, estoy amando
Estoy infelizmente jodida."

Memories of love ~Lee Felix Y Tú~Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora