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Alv sólo pondré números
...

Louis nuevamente se había puesto una falda, esta también era colegiala pero, tenía rombos rojos con finas líneas marrones. También las había combinado con unas lindas mediecitas que le llegan a su delicados tobillos, estas eran rojas con un tierno voladito de encaje del mismo color. Harry estaba enamorado, de como le quedaba esa vestimenta y lo hermoso que se veía.

El quería comerlo.

En este momento mientras están tirados en la alfombra blanca de la habitación de su pequeño chico. Louis esta boca abajo, hojeando una revista de moda de esa que los adolescentes ven para saber de tips de belleza. Su rostro en concentración mientras leía, tenía su mano apoyada en su mejilla. Y simplemente, joder, se veía angelical, daba gusto ver a esta pequeña criatura.

Sin dudas quería comerlo.

Sus ojos verdes dejaron un segundo su rostro para desviar la mirada a su curvilínea espalda, llegar a esa pequeña cintura. Cuando sus ojos estaban en las estrechas caderas y caían en ese trasero, repignado, provocando que la falda este un poco subida mostrando esos rellenos muslos, sus pupilas se dilataban a penas, si, quiere morder.

"Pimpollo" susurró, el se encontraba sentado apoyado en la cama, sin sacar la mirada del ojiazul.

"¿Si, Hazzi?" Murmuró cantarinamente subiendo su mirada. Eso enormes ojos azules lo hizo relamer sus labios. Se sentía tan afortunado de tenerlo.

"¿Recuerdas... Umh lo que dijiste ayer en el auto?" Preguntó con cuidado, pero sin sacarle la mirada porque si no, se hubiera perdido su adorable sonrojo. Su niño lindo había dicho que leyó en ese artículo como hacían un beso negro. Harry pensaba que era demasiado pervertido para que leyera eso pero bien. El castaño asintió, arrugando un poco la revista entre sus manitos, ya estaba nervioso. "¿Quieres intentar ahora?" Esperaba que dijera que si, porque era un buen momento, la madre de Louis no estaba y el tenía tantas ganas de comerlo. Pero si decía que no, el iba a aceptarlo porque jamás haría algo para perjudicar a su pimpollo.

"Si" estaba demasiado nervioso de repente y no sabía más que responder monosílabos. Pero una pregunta surgió en su cabeza, una pequeña duda. "¿Que es lo que debo hacer?"

La sonrisa de Harry fue gigante, negando con la cabeza y levantándose, para luego colocarse detrás del cuerpito de su bebé. "Nada, amor, sólo disfrutar. Si algo no te gusta me lo dices y pararé" sus piernas estaban a los lados de las suyas, se inclinó para besar su hombro. "¿Listo?"

"Si, Hazzi" susurró bajito levantando un poco sus lindas caderas y apoyo su frente encima de la revista complemente nervioso.

Las grandes manos con anillos a modo de decoración bajaron despacio por los costados del pequeño, las yemas de sus dedos saboreando la texturas de prendas y la tierna piel. Su nariz también hacia un pequeño camino por la espalda de Louis, olisqueando con dulzura su rico aroma, ese perfume combinaba demasiados con las personalidad del castaño. Jazmines. Le encantaba.

Con cuidado enganchó sus dedos en los bordes de la falda levantandola despacio, sintió como su bebé se estremecía. "Joder..."

"¡Groserias no!"

Es que no había otra forma de expresarse al ver ese hermoso culo, con nalgas gordas y anchas. Sin embargo eso no era lo más excitante, su ojos no podían dejar de ver unas hermosas bragas bordo con pequeñas decoraciones de encaje. Se inclinó con cuidado pasando la lengua por el elástico de arriba, el temblor del cuerpo de su bebé lo hizo sonreír.

"Tranquilo, precioso no haré nada que no quieras" besó los hoyuelos adorables de su espalda baja.

Con esas palabras el lindo cuerpito se relajó complemente. Inconscientemente sus muslos de separaron un poco al mismo tiempo que apoyaba sus brazos en el suelo y levantaba su cabeza para mirar que hacía el mayor, se sonrojo cuando pudo captar como Harry enganchada unos de sus dedos en las bragas haciéndolas a un lado.

Ahí estaba esa hermosa entrada rosada y pequeña, más abajo estaba la unión con sus testículos. Todo estaba lampiño, blanquecino, le encantaba, lo volvía loco de a poco. Se acomodó mejor mientras bajaba su cabeza besando cada parte su pomposo trasero, frotando de vez en cuando la piel con la punta de su nariz.

La habitación estaba en silencio aunque a veces se escuchaban bajitos sonidos de sorpresa por cada beso que sus gorditas nalgas recibía. Estaba avergonzado porque comenzaba a gustarle, porque su aprisionado pene entre el suelo y su estómago comenzaba a endurecerse. El también había leído de las erecciones, automáticamente respondía a las preguntas que tuvo alguna vez pero que le era muy bochornoso preguntar a su mamá.
Su boquita de entre abrió dejando escapar el primer gemido, agudo algo roto y rasposo, Harry había lamido la línea que separa sus, ya nombradas y recientemente amadas por el rizado, lindas nalgas. Las abrió con cuidado, enterrando sus dedos en la tierna carne para luego apoyar su lengua dentro del agujerito del menor.

"¡Hazzi!" Chilló dejando caer su mejilla en la revista, hizo su culo para atrás provocando que el rostro de Harry se entierre en este.

Abrió más las nalgas apretando un poco lamiendo con rapidez al rededor, besando ruidosamente de vez en cuando. Ahora la entrada del menor estaba húmeda y algunas gotas de saliva se deslizaron por los llenos testículos.
Los dos se sentían tan bien, todo era tan placentero, el mayor había descubierto que su bebé era tan sensible a esos toques que le estaba atribuyendo, no dejaba de largar gemiditos y ronroneos completamente adorables. Sonrió cuando el hermoso trasero de Lou comenzó a moverse inquieto, pidiendo más silenciosamente, sus manitos estaban apretando las hojas de la revista, rompiendo un poco el papel.

Lentamente comenzó a introducir la lengua, lamiendo las paredes internas y a veces raspando sus dientes provocando que de la boquita abierta del lindo chico salieran soniditos felices y placenteros. Pellizco un poco las nalgas entre sus manos haciendo que la piel este un poco rosada, mientras se comía el delicioso culo.

La falda y el suéter estaba todo amontonado en las costillas del menor, su rostro rojo y al brilloso por el sudar, se encontraba con los ojitos cerrados y su boca abierta, un hilo de saliva mojo la revista ya olvidada. Estaba gimiendo, zarandeando su culo en la cara de su chico, este estaba encantado su barbilla estaba humeda por la saliva, llevo una de sus grandes manos debajo del curvilíneo cuerpo agarrando la suave pero venosa polla de Louis, masturbando al compás de los movimientos de su lengua.

"Mmh Hazzi" largó un sonoro gemido mientras se estremecía de pies a cabeza, su piel erizadose. Llorisqueo en tu tono fuerte mientras se venía con fuerza manchando la mano del ojiverde.

"Eso es bebé, lo has hecho tan bien" beso su espalda baja una vez separado de su mojado trasero. Agarró su cintura y lo volteó para arreglar su rompa interior bajando luego su falda, se acomodó encima apoyando sus manos a los costados de la cabeza del ojiazul. "¿estas bien?"

"Yo..." Pestañeo sorprendido por todo, frunció un poco el ceño para luego sonreír con vergüenza, desviando la mirada a un costado. "me gustó..." Dijo en un tono bajito mordisqueando su labio inferior. "Se sintió demasiado bien" largo una risita junto con el mayor.

"Me alegra saber eso amor" se inclinó para besar su cuello y luego mejilla.

"Inocencia" [Larry]Место, где живут истории. Откройте их для себя