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No va a ser tan larga esta fics porque tengo otras ideas para escribir y quiero comenzar con eso. ¿Quieren segunda parte de Jodido aroma o un os de todos con Louis centric?

...

Técnicas de neuroimagen demuestran que los niños con trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad presentan un retraso en la maduración de algunas regiones del cerebro, zonas relacionadas con la atención y el autocontrol. Cuando niños son criados en ambientes no adecuados para sus edades, cuando no tienen una atención adecuada, los transtornos mentales comienzan a llegar.

Louis tenía cuatro años cuando vio por primera vez a su padre golpear a su mami contra la pared, cuando sus oídos dolieron por los gritos de ese furioso hombre que no dejaba de patear y romper todo lo que había a su alrededor. No entendía que pasaba pero tenía mucho miedo y había quedado en shock hasta que fue agarrado bruscamente de su infantil camita por los brazos de su mamá, ella corría por los pasillos de la casa escapando de su violento marido y se había encerrado en el baño con el pequeño ojiazul llorando.

Pero eso fue borrado de su mente automáticamente.

Otro recuerdo fue a los ocho años, esta vez no sólo su mami había sido la única lastimada. Su padre llegaba borracho, con una horrible actitud, agarrando el cabello de su esposa con agresividad, gritando, insultando. El pequeño infante no quería ver más a su mamá golpeada, ni con marcas. Se había metido entre los dos cuerpos temblando de miedo pero vociferando que suelte a su mamá. ¡No toques a mi mami! Error. Porque el enojo de ese hombre subió a cien y comenzó a desquitar su furia en el cuerpito del pequeño, sus enormes puños golpeando su aniñado rostro, había sangre, llanto y gritos, muchos más. Pero Louis solo veía negro y ya no sentía ni siquiera dolor.

Eso también fue olvidado de su mente.

Es como que si su cerebro hizo el trabajo de eliminar los momentos malos, de borrar la cara de su padre y de la crianza cuando era un niño.

Había quedado al borde de la muerte a sus ocho añitos y Bella no podía más, había agarrado a su niño, un bolso lleno de ropa junto con un dinero que hacía un año que venía ahorrando para irse.

Irse lejos, olvidarse de todo y juró, mientras estaban encima de un tren yendose lejos de ese pueblo, que nadie nunca más lastimaria a su niño.

Louis siguió creciendo pero con mucha protección, con psicólogos que decían que era necesario mantener en la memoria esos recuerdos porque iban a impedir que supere y crezca. Pero nada funcionaba, su madre pensaba que era mejor así, ajeno a todo sin recordar al padre violento que alguna vez tuvo.
Es por eso que Louis Tomlinson de quince años de edad se había quedado en el tiempo con un pequeño transtorno de maduración.

...

Harry no podía soltarlo lo tenía encima de su regazo dentro del cálido auto del nombrado. Sus brazos acariciaban su cabello y espalda en un perezoso camino de sus manos, sus labios besaban sus mejillas y cuello oh ¡Y hombros! Uno estaba descubierto por el enorme suéter del menor que se había deslizado por un costado, su blanca piel expuesta a los ojos verde del contrario.

No era nada sexual, solo estaban abrazados en el asiento del piloto ya que era una pequeña despedida, porque estaban estacionados en la esquina de la casa de Louis.

"Pimpollo" dijo bajito besando su nariz roja llevando sus dedos largos al flequillo castaño de su bebé sacándolo de su aniñada carita. "Debes ir a casa" dijo aunque no quería pero no podia despertar más el enojo de su madre. Necesitaba hacer buena letra si quería mantenerlo a su lado. Y joder que es lo que más deseaba.

"¡Pero Hazzi!" Hizo puchero siguiendo los gruesos labios de Harry que intentaban separarse del, hizo un sonido de negación estampando sus labios con los del rizado nuevamente. "Más besos, no puedo dejar de querer besos, más"

"Dios mío, he creado un monstruo" dijo con tonos cariñosos acariciando su nuca con delicadeza. "Mañana tendras más, lo prometo corazón, sabes que lo que más quiero es que te quedes por siempre encima de mi auto" río bajo mordiendo la mejilla de Louis sin llegar a hacerle daño pero aún así el menor largó un quejidito agudo. "Pero tu madre debe estar super preocupada"

"Oh sí" sonrojado se bajó de su regazo para salir con rapidez del auto.

"Pimpollo, la próxima vez nos besamos en mi habitación" dijo guiñando un ojo descarado.

"¿Por que ahí? Podemos hacerlo en cualquier lado, bobito" ríe besando rápidamente la mejilla de Harry, saliendo al mismo tiempo del vehículo gritando un adiós mientras corría por la acera hasta su casa.

"Inocencia" [Larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora