Capítulo 20: La carta.

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  La vida es demasiado injusta con las personas que no se lo merecen, ella tenía que vivir más, no tenía que irse así, necesitaba vivir un poco más, solo un poco más. El funeral de Mi Ra fue solitario, solo dos personas asistieron; su mejor amiga Ye Rim, la cual, se devasto bastante al escuchar la noticia, aparte el idiota de Neul Hee que nos acompaño en nombre del cobarde de Hyun Joon, el no se aparecio por acá en ningun momento. Terminamos el velatorio y ni sus padres fueron capaces de venir, Ye Rim y yo nos fuimos a una cafetería a conversar un rato, necesitamos ver que vamos a ser con Dong Yul, ahora él es nuestra principal prioridad, de: ¿cómo vamos a hacer para cuidarlo? Porqué ella prácticamente me dejó esta responsabilidad a mi solo y me siento ahogado, mi vida a lo largo de estos años ha cambiado tanto, que no se que haré cuando esto por fin acabe.

Al llegar a la cafetería, nos sentamos un poco alejados de las demás personas, DongYul se quedó dormido todo lo que duró la ceremonia de su madre y que bueno que se haya quedado dormido, no quería que viera todo lo triste que fue todo.

—¿Cómo haré cuando esté más grande y me pregunté por su madre?

—No lo sé. Pero algo tenemos que hacer, no le vamos a ocultar la verdad para siempre—se limpió las lágrimas con un pañuelo—. Todavía no me cabe en la cabeza que ella haya hecho algo así. Pensé que lo soportaría un poco más.

Miré un momento a la calle, la gente pasaba de un lado a otro y no pude evitar sentir un pequeño vació dentro de mí,estoy tan decepcionado, nunca me lo esperé y entiendo que tener esa enfermedad duele, pero por lo menos pude esperar un poquito más y estar más tiempo con el bebé antes de que partiera

—Estoy tan molesto. Yo realmente no se que hacer—le dije con los ojos aguado y frunciendo el entrecejo.

—No eres él único...


+


Estuvimos hablando por un largo tiempo, comimos algo, dejábamos que el tiempo pasará, también nos encargamos de acordar los días que ella se quedaría con DongYul, ya que Mi ra hubiera querido que su mejor amiga compartiera también con él, aparte de ser su centro de apoyo y estar allí, cuando Mi Ra la necesitaba.

—No sé si haré un buen trabajo.

—No pienses eso, no creo que ella te haya dejado a lo más preciado que tiene, pensando que no lo harás bien—YeRim me tomó de las manos—así que no te preocupes, yo te apoyaré en lo que pueda, tus amigos también lo estarán—las lágrimas que había estado reteniendo, durante todo la mañana, las deje ir.

Estoy en una encrucijada, me siento tan vulnerable y no se que hacer, ahora tengo una responsabilidad que no es mía, no se que hacer, no quiero cometer un error, porque no quiero que sea como él.

—Yo...yo, no, no sé si podré hacerlo—le confesé entre lágrimas.

—No te preocupes, tú no estás solo, eres una gran persona y se que le enseñaras a ser la mejor versión de sí mismo—. Me sonrió y por alguna razón me sentí mucho mejor—así que no te preocupes, todo estará bien y todo saldrá bien y haremos que ese niño, sea la mejor persona de este mundo—ella me entregó un pañuelo, para limpiarme las lágrimas.

—Está bien. Prometo que haré lo mejor que pueda, para que él sea feliz.


+


Después de tener una conversación bastante larga con Ye Rim, la lleve hasta su casa para que descansara, así yo también me vendría a la mía, para tratar de dormir algo. Una vez en el edificio, subí a mi apartamento, con Dong Yul en brazos, coloque la contraseña en la puerta y después la abrí; pero ¿cuál fue la sorpresa que me eche al entrar a mi casa? Ver al señor Neul Hee, cómodamente recostado en mi mueble, viendo Tv, como si esta fuera su casa.

Tal vez... No sea tan malo estar contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora