Tan solo un Beso

9 1 0
                                    

Basada e inspirada en hechos reales.

A pocos centímetros, muy cerca entre si, mi respiración se mezcla con la tuya y no puedo evitar sonreír, esperando el momento en que actúes primero.

Siento algo muy extraño dentro de mí. Quiero que suceda pero al mismo tiempo no.

¿Por qué me tienes tan jodidamente loca por ti? ¿Por qué a pesar de las circunstancias, a pesar de lo complicado de nuestra situación, tú y yo nos atraemos como imanes?
Tratando de alejar todo mal y convirtiéndolo en un recuerdo lleno de dulzura.

Creo que lo que sientes por mi es mayor que cualquier cosa, puedo notarlo en tus ojos, cuando me buscas con la mirada; puedo sentirla cuando paso frente a ti y cuando me miras de lejos. No sé, pero me encanta. Lo amo. Amo que sonrías al verme, los besos que me das al aire y cuando nuestras manos se unen.

Maldita sea me encantas y no sé como decírtelo, porque siempre que te veo se paraliza mi mente, siento que mi respiración de acorta cuando te acercas y  hablar contigo, me hace sentir tan bien. Entiende que nunca había sentido algo así por nadie más.

Si ves a través de mis ojos podrás encontrar todos los sentimientos reprimidos y las locas emociones desbordadas que provocas en mi ser.

Siento una corriente electrica emanar desde lo más profundo de mi estómago, que recorre todo mi cuerpo, se expande, y se expande, y se expande, y se expande, hasta llenar mi cabeza y hacer vibrar mis sentidos.

¿Por qué provocas esto en mi? Desde siempre mi vida había sido buena, sin responsabilidades de este tipo, sin sentimientos encontrados, y luego llegas tú y mi dura reputación se arrastra tras de ti en silencio porque no deben existir sospechas entre los demás.

- Las mujeres saben que son la debilidad de nosotros.

Esas fueron tus exactas palabras,  mas lo que tu no sabías es que ustedes, los hombres, tienen un poder para enamorar a una chica con tal solo sonreír; con tan solo miradas tiernas, cuando nos observan mientras no nos damos cuenta. Tienen algo que, no sé, nos vuelven locas con tan solo verlos.

Mis piernas tiemblan,  mis mejillas se ruborizan, mis orejas se calientan y mis neuronas se vuelven locas por que, por fin pasará lo que siempre soñé.

De pronto siento el tacto de tus labios contra mi mejilla, depositando un tierno y cálido beso que me hace estremecer, hasta llegar al punto en que mis piernas, con un poco de suerte, aún me mantienen en pie.

Te acercas más, espero para ver si actúas primero, y sonrió. Ahora que lo pienso no sé con exactitud porque sonrió. ¿Será que me encanta tenerte cerca de mi? ¿Será que por fin sucederá?

Tiemblo y mis latidos se aceleran, mis sentidos se alborotan.
Mis labios oscilan entre avanzar y romper la cortísima distancia que nos separa o permanecer estáticos esperando que avances el cien por ciento de lo que nos falta. Dispuesta a continuar, siento, por segunda vez, el tacto de tus labios depositando un segundo beso. Lentamente te alejas, me ves a los ojos con ternura mientras que tú labios se encargan de mostrar tu refulgente sonrisa.

—Cuidate —oigo de tu parte, mientras me doy la vuelta y camino hacia la salida.

No puedo dejar de pensar en la sensación de escalofríos que sentí en mi cuerpo al tenerte cerca y al sentir tus labios tan cerca de mí.

Tal vez no te bese los labios, pero no cabe duda que en esos eternos segundos de calma, nuestras almas se besaron apasionadamente, bailaron al son del silencio y pudieron vivir libres, porque sabían, con alocada certeza, que no era solamente una atracción.

Mi Diario En CuentosWhere stories live. Discover now