𝓟𝓸𝓼𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮 [𝓢𝓲𝓷 𝓒𝓸𝓻𝓻𝓮𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼]

Capítulo 34

TREINTA Y CUATRO

Dedico próximo capítulo al comentario #1. Comentar aquí.

Capítulo dedicadoa:CataaMenghini

SETH

Me pongo la camiseta con rapidez. Esto está jodidamente mal. Yo no tendría que estar aquí, joder. Sierra me mira con confusión y enfado por el modo tan brusco en que la he apartado de mi regazo.

Aprieto mis puños. Estoy furioso. Con ella, pero más conmigo mismo por la gilipollez que he estado a punto de hacer.

Imágenes de Alice llorando pasan por mi cabeza como una película y me siento como una jodida mierda. ¿En serio iba follarme a Sierra? ¡Mierda, sí! Lo iba a hacer.

-Ni se te ocurra buscar a Alice.-Advierto a la vez que la apunto con mi dedo índice.-No te gustará verme enfadado.

Ella se ríe.-Oh, vamos, Walls, no seas dramático, solo ha sido un beso.

Ella no va a enterarse de esto. No puede hacerlo.

Golpeo con fuerza el volante varias veces. Mis nudillos se vuelven blancos cuando envuelvo mis manos a su al rededor. Conduzco con prisa hacia mi departamento.

Nunca en mi puta vida de mierda he estado tan asustado por algo. Si ella se entera podría dejarme..

No quiero que se aleje de mí. No se lo permitiría nunca. Ella es mía, joder. Ella tiene que estar conmigo siempre. Toda mi jodida vida.

Enciendo un cigarro, en un vano intento de relajarme, pero no lo consigo.

Estoy furioso y asustado. Y me siento como una mierda. Me volví a sentir como el Seth adolescente, el Seth que no pensaba en las consecuencias de sus actos. Ese que no tenía preocupaciones más que a que puta fiesta iría al día siguiente. El Seth que por lo único que tenía interés era por jugar al fútbol.

Ahora yo había cambiado. Ya no me preocupaba si faltaba a los entrenamientos. No había ido a ninguna puta fiesta. Ahora, aunque sea un hijo de puta, me preocupaba por Alice. Intentaba cuidar de ella, aunque claro está, lo hacía como la mierda.

Dios, la había cagado. Ella no iba a perdonarme.

Le doy las llaves de mi coche a Dan y algo de dinero para que aparque mi coche en el garaje.

Me quedo paralizado al ver George, mi padre salir del edificio. ¿Qué coño hace él aquí? ¿Alice estará ya en casa? ¿Estaban juntos? ¡Qué mierda, joder!

Aprieto mis puños y mandíbula mientras espero a que el ascensor llegue a mi piso. Golpeo la puerta con fuerza. No sé dónde coño he dejado mis llaves.

Vuelvo a golpear varias veces con mis puños.

-¡Alice!-Exclamo en un gruñido.-¡Abre la puta puerta, joder!-Golpeo nuevamente la puerta.

Segundos después oigo sus suaves pisadas acercarse. Su ceño está fruncido y su labio inferior entre sus dientes. Está confundida por mi reacción de mierda.

Cierra de un portazo. Su pequeño cuerpo se estremece y retrocede unos paso. Se gira y empieza a caminar alejándose de mí. Voy hacia ella y la cojo por la cintura con fuerza, pegándola por completo a mi cuerpo.

Su respiración es pesada y entrecortada. Su pecho sube y baja rápidamente. Acerco mi boca a su oreja y ella vuelve a estremecerse. Entonces ella parece, nuevamente, la pequeña chica que vi el primer día. Está asustada de mí.