Enamorándome De Ti

Una vida Juntos

A partir de ese día, las cosas entre Steve y Tony mejoraron. Los dos habían empezado una especie de relación, pues aún había heridas por cerrar.

Empezaron con besos castos y furtivos en los pasillos o en las oficinas vacias, tomándose de las manos cuando nadie los veía y haciéndose cumplidos y coqueteando entre si todo el tiempo, luego siguieron con las citas, salidas a galerías de arte, a restaurantes, a cine y salidas con Peter, quien estaba más que encantado de poder compartir con su familia momentos tan agradables, llenos de risas y felicidad, tal como debió ser desde el principio.

Para finalmente llegar a besos más apasionados y a la intimidad física, y ese inolvidable 25 de diciembre, anunciar oficialmente su noviazgo.

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—¡Vamos! ¡Tenemos que conseguir un buen lugar para montar nuestro campamento— anunció el rubio con una expresión feliz, abriéndose camino a través de la espesa vegetación, hasta llegar a un hermoso escampado, que se encontraba cercano una laguna de aguas cristalinas.

Detrás de él, un castaño más pequeño venía, sumamente emocionado porque seria la primera vez que iría de campamento con sus padres, y tras el, venía el castaño mayor, que aunque no demostraba su emoción y había mostrado renuencia cuando la idea de venir de campamento había sido puestas sobre la mesa, se encontraba secretamente feliz, pues ésta sería la primera vez que estaría en uno y ese día haría la tan ansiada pregunta, y esperaba de todo corazón que el rubio aceptará.

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Tony maldecia su suerte, mientras apuntaba con precisión, y algo de crueldad, a su objetivo y lo eliminaba.

No habían terminado de desempacar aún lo necesario para el campamento, cuando Barton y Romanoff habían llegado en una nave a buscarlos, porque según ellos "se enfrentaban a una amenaza incontrolable"

¡Joder! ¡Estaba a punto de pedirle matrimonio a Steve!

¿¡Que acaso los malditos villanos no podían esperar!?

Creo una explosión múltiple y así eliminó a una buena cantidad de los enemigos que lo atacaban.

En medio de su tiempo de paz, pudo observar que Steve y Peter tampoco se encontraban muy a gusto con toda la situación, claro, si su forma tan rudimentaria de atacar era algo por lo que pasar.

Bueno, le quedaba de consuelo no había Sido al único al que le habían fastidiado el día.

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—¿Pueden decirme exactamente cuál era la maldita "amenaza incontrolable" tan devastadora como para que ustedes se vieran en la penosa necesidad de interrumpir nuestro día libre?— preguntó enfadado el rubio con un tono peligroso en su voz.

—¡Lenguaje!— exclamó Bucky, ganandose una palmada en la cabeza por parte del rubio que los miraba asesinamente.

—pues, era verdaderamente una amenaza incontrolable, pero al parecer, su mal humor es una amenaza para las amenazas incontrolables— respondió el hombre le las flechas.

—¡No es mi problema! Solo les pedimos un día, un solo día libre y tienen que tirarlo por el desagüe por una estúpida "amenaza incontrolable"— bramó enfurecido el rubio, resoplando con molestia.

Tony tragó grueso, sorprendido por el mal humor que mostraba su pareja y preguntándose qué cosa tan mala pudieron haberle hecho para que se hubiese puesto así.

—¡Haber, partida de idiotas, guarden silencio!— bramó la única mujer, silenciandolos a todos. —¡Tu, dámelo!— señaló a Steve, caminando hacia él y extendiendo la mano.

—¡No, por supuesto que no, Natasha!— exclamó lleno de miedo y perdiendo su molestia, así como el poco color de su rostro.

—no importa, de todos modos no te estaba pidiendo el favor— respondió la mujer, rebuscando en el cinturón de su traje.

—¡Hey, araña! ¡Eso es mío!— exclamó lleno de molestia y celos, viendo como la mujer tocaba a su pareja sin ninguna restricción.

La pelirroja siguió buscando, hasta que encontró una pequeña caja de terciopelo rojo. Tomándola en sus manos, se dirigió a donde se encontraba el equipaje del castaño, rebuscando hasta dar con una cajita de terciopelo negro.

—se tardaron lo propio, debo decir— dijo tranquilamente, bajo la mirada atónita de todo el equipo y de la mirada llena de terror del castaño y el rubio. —Steve, este es para ti— dijo dandole la caja negra —Y Stark, este es para ti— dijo dandole la caja roja. —si, si quieren casarse, ahora los declaró esposos, pueden coger entre sí. Y antes de que digan algo, no voy a esperar otra maldita invasión de HYDRA o tener que lidiar con otro bebé en esta torre, antes de que ustedes saquen sus cabezas de sus traseros y hagan lo que tienen que hacer— respondió la mujer, bajo la mirada incrédula de todos. —bueno, eliminada la amenaza y hecho el trabajo, andando Barnes, me debes una cita— agregó la mujer, caminando tranquilamente hacia la salida.

—¿En verdad quieres casarte conmigo?— preguntó el castaño.

—por supuesto que sí, Tony. He esperado mucho por esto— respondió sinceramente el rubio, acercándose y tomando la caja de las manos del castaño, para abrirla y colocar el anillo en el dedo correspondiente.

—asi que esto era lo que te tenía tan molesto hoy, habías planeado pedirme matrimonio— afirmó el castaño, mientras admiraba la joya en su mano, antes de tomar la caja de las manos del rubio y abrirla, para sacar el anillo.

—asi es, pero al parecer alguien ya se nos adelantó— respondió con diversión y gran emoción, observando cómo el castaño deslizaba el anillo en su dedo correspondiente, antes de depositar un beso en el lugar en donde descansaba la joya.

—tenemos una familia disfuncional, Steve, no podíamos esperar mucho, además, es una espía después de todo y una mujer de poca paciencia— dijo divertido, rodeado la cintura de su ahora prometido con un brazo.

—aun así, no los cambiaría por nada— dijo con cariño, recostando su cabeza en la cabeza del castaño.

—¿Creés que tu amigo el mapache estará vivo para mañana?— preguntó con diversión, empezado a bajar sus manos por la cintura del rubio lentamente, hasta posarlas sobre su trasero, dandole un apretón firme.

—su problema, no el nuestro— murmuró con la voz un tono más bajo, mientras le regalaba una mirada al castaño, quien sonrió con conocimiento, antes de empezar a guiarlo por los pasillos, desapareciendo para celebrar no solo el tener una familia, también para sellar su compromiso.

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—Dime una cosa, Barnes ¿De que tamaño quieres tú tumba?— preguntó el castaño claro, empuñando su arco y seleccionando sus flechas, para partirle la madre al desgraciado que pretendía salir con Nat.

El castaño de pelo largo lo miro por un momento, antes de salir a correr mientras gritaba el nombre de la pelirroja.

Mmm... qué gran familia.

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Hasta aquí...

Espero que les haya gustado, aunque probablemente no era lo que esperaban.

Pero es que quería sacarme el coraje que me dejó EndGame y está fue la mejor forma de hacerlo.

Gracias por leerme y nos leemos en otra historia.

Antes de irme y para resolver su duda, Bucky llevó a Natasha a un campo de pintball como cita y de allí la llevo a un campo de tiró, por lo que tuvieron más citas después de eso, pero Clint solo se enteró hasta ahora.