Enamorándome De Ti

De bebe a niño pequeño

Después de su merecida ducha y de cavilar un rato acerca de todo lo que había sucedido, Tony se encontraba de regreso a su habitación, encontrándose con que Peter y Steve se encontraban allí dentro y ambos estaban dormidos.

Una sonrisa se dibujo en su rostro, y a pesar de no ser un hombre de muchos sentimentalismos, decidió que por esta vez podía compartir su espaciosa cama con ellos. Se veía tanta paz en sus rostros, que no se sentía capaz de perturbarla obligandolos a despertarse, ademas de que se sentía increíblemente cansado y lo único que deseaba era descansar, así que se dirigió a su closet, donde se seco el cabello y se puso una pijama, para luego regresar y acostarse al lado de Steve, quien, entres sueños, lo abrazos con sus cortos y pequeños bracitos.

*****

En la madrugada, el llanto del  rubio y unos empujones en su pecho lo obligaron a despertarse, encontradonse, primero, con que Steve había crecido y ya no era un bebe, sino, un niño, y segundo, con que estaba molesto e incomodo, con la ropa de bebe a medio quitar.

-ven aquí, Steve, te la quitare pero tienes que calmarte- le pidió con la voz rasposa, mientras tomaba al menor de sus manitos y lo acercaba, para quitarle aquella incomoda ropa, que le estaba lastimando, aunque sorprendentemente, no había crecido tanto como se esperaría.

-gracias- susurro al pequeño, con sus mejillas coloradas y con la cabeza baja, mientras limpiaba con sus puñitos sus mejillas y sus ojos, causando ternura en el mayor.

-cuantos años tienes, Steve- le pregunto con suavidad mientras le quitaba todo y lo dejaba desnudo, para luego cargarlo y caminar con el en brazos hasta su armario, rebuscando en la parte mas alejada una vieja caja, de la cual saco una muda de ropa de un niño. A Steve le quedaría un poco grande, pero lo importante era que estuviera cómodo y no pasara frió.

-tengo tres, y tu quien eres- pregunto suavemente, pero hablando con una fluidez que sorprendió al propio Tony. Un sentimiento de tristeza invadió al mayor, al confirmar que, efectivamente, Steve no recordaba absolutamente nada, pero se apresuro a contestar.

-me llamo Anthony Edward Stark, pero todos me dicen Tony- contesto con la voz un poco ahogada y con un nudo en su garganta, mientras sentaba al menor en uno de los estantes y empezaba a vestirle.

-a donde fueron papá y mamá y por que no me dejaron con la familia de Bucky- pregunto con curiosidad, mientras ayudaba al mayor a vestirle.

Tony se detuvo en seco y quedo con la mirada perdida... ¿ahora que demonios iba a decirle?

Decirle que todos aquellos a quienes acababa de mencionar estaban muertos, no era una opción viable, al parecer, Steve mantenía los recuerdos de cuando aun era un niño, y decirle que aquellos quienes eran los seres mas queridos para él ya estaban muertos, le generaría un trauma de por vida. Lo mejor era mentirle, hasta averiguar que tan grave estaba el asunto.

-ellos y la familia de tu amigo tuvieron que viajar, por eso te dejaron conmigo- mintió, mientras le colocaba las prendas faltantes.

-ya veo- dijo triste, bajando su cabecita, mientras jugaba con sus manitos nerviosamente.

-que pasa, pequeño, por qué tan triste de repente- pregunto el castaño con intriga, mientras lo tomaba entre sus brazos y caminaba con el de regreso a la habitación.

-es solo que siempre pasa lo mismo, se que ellos tienen que trabajar para poner comida sobre la mesa y para poder tener un techo sobre mi cabeza, pero siempre me dejan solito, o me llevan con la familia de Bucky. me gustaría que ellos se quedaran mas tiempo conmigo, me abrazaran y me contaran cuentos, como los que solía susurrarme mamá- confeso triste y con sus ojitos llenos de lagrimas no derramadas, mientras se aferraba mas al mayor.