WINTER IN MY HEART -『명열』✧⃝ MYUNGYEOL ✧⃝

CAPÍTULO XXI

Myung Soo estiró una mano para que el alfa la tomara y se levantara —la próxima vez mantente concentrado. No importa si es una bomba o un grito, nunca dejes de ver a tu oponente.

Aaron rió, sobando su espalda baja —entiendo— se sentó con cuidado y negó —creo que usted simplemente es demasiado fuerte.

Myung Soo se sentó a su lado —soy tan fuerte como creo serlo.

—Escuche a la gente hablar...— murmuró Aaron, mordiendo la parte interna de su mejilla —decían que se irá.

—Voy a dimitir.

—Ya veo...— Aaron miró fijamente la nieve y dejó los codos sobre sus rodillas —¿por fin encontrará una pareja?

Myung Soo sonrió de lado —no lo creo, no estoy buscando.

Aaron sonrió, empujando suavemente a Myung Soo —hay muchos lobos puros ahí afuera. Alguno podría tener su mismo sentido del humor.

—Tú y Woo Hyun son bastante pesados.

Aaron rió por sus palabras —lo extrañaré, señor— sacudió ligeramente la cabeza —¿nos visitará?

Myung Soo se encogió de hombros —posiblemente.

—Lo dejarán ir pero en algún momento lo traerán de vuelta— suspiró audiblemente —ha sido líder por mucho tiempo, ¿por qué irse ahora?

—Para tener una perspectiva diferente.

—Tenga cuidado allá afuera— advirtió con una sonrisa —no son tan amables como nosotros. Siempre cuidaremos su espalda.

Myung Soo rió al escucharlo —estaré bien, Aaron.

El alfa se encogió de hombros —usted es el lobo más increíble que hay. No quiero que se vaya— levantó las manos, como disculpa —pero... usted decide.

—Y tú...— Myung Soo se acercó un poco más —¿tú y Dong Ho?

Aaron sonrió —¿Dong Ho y yo?

Myung Soo se encogió de hombros —dos alfas.

—Lo sé— respondió Aaron, apartando la mirada.

—No es asunto de nadie más que de ustedes— le intentó tranquilizar, tocando su hombro.

—Myung Soo... discúlpeme, señor... usted ha hecho mucho por mi así que si alguna vez necesita algo, lo que sea, por favor...— una pequeña sonrisa apareció en su rostro —estaré ahí para usted.

Myung Soo asintió una vez —gracias, Aaron.

—Por supuesto, señor.

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—¡Mami!— Bo Min corrió alrededor de Sung Yeol. El omega se detuvo antes de colocar su corona en el tocador de la recámara principal —¡Mami, mira!

Bo Seung lo alcanzó unos segundos después, respirando con dificultad —corres muy rápido, Bo Min— el omega caminó hacia la cama y se recostó en ella —cansado.

Sung Yeol sonrió levemente, arrodillándose para atrapar a Bo Min entre sus brazos —no puedo ver si continúas corriendo, precioso.

Bo Min le mostró el celular, con el cargador colgando —¡mira!— pidió señalando los números —¡cinco! Es muy poquito ahora, mami.