Blood moon

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Luna de sangre

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Bebo mi té de jazmín en el diminuto comedor de mi casa. Pasan los dias, pasan los meses y los años, yo sigo bebiendo mi té de jazmín, mientras la cálida infusión llena mi boca, miro un objeto fijamente. Quizás no es tan importante, sólo un objeto, un portal, una llave.

Mientras la brisa agita las hierbas resecas fuera de mi pequeña casa el objeto se ennegrece, puedo sentir su furia, su asco. Puedo ver a un viejo pescador de aspecto sombrío, el cual me sonríe, y yo veo miles de dientes ensangrentados en su boca.

Puedo ver una flecha la cual sale disparada desde donde se encuentra y la siento clavarse en mi garganta. Las puntas se enganchan en mi carne y la desmenuzan mientras la flecha se retracta y se devuelve al arco de cuatro puntas.

Tomo otro sorbo de mi té de jazmín, no hay brisa fuera pero la hierba se sigue moviendo. En mi suéter hay una mancha de sangre, mezclada con una sustancia negra la cual baja de la tela y se sumerge en mi piel.

Faltan tres días para la luna de sangre.

Dos hermanas se perdieron en el bosque por la noche. Aún recuerdo el lamento de sus familiares en el funeral, nunca encontraron los cuerpos de las niñas.

El arma que se encuentra al frente mío permanece en silencio y satisfecha.

Recuerdo el desenterrar este arco a media noche, aunque el total de mi acción aún se ve difuso. Recuerdo el tomar el arco y tirarlo a un pozo.

El arco siempre volvía a mi, se colocaba de forma cómoda contra un muro, y cada vez que lo miraba veía al mismo hombre y su flecha en medio de una media noche atemporal, volando hasta el borde del mundo y cortándolo a la mitad.

A veces pienso que estoy muerto, aunque al frotar mis manos contra mi collar de piedras lunares, recuerdo un par de niñas tomadas de la mano, dejándose atraer por los horrores de un pozo inundado de aguas carmesí.

Pero siempre veo al mismo hombre, su flecha, su arpón, su cuchilla clavandose en mi piel. Su aviso de que pronto seré uno más.

Faltan dos días para la luna de sangre.

Una feria vino a la ciudad, y yo me relajo mientras disfrutó estar lejos donde predomina una multitud culpable.

Aunque hay un Viktor diferente, sentado al borde del pozo, con las manos manchadas de la negra sangre de gente pecadora. El arco en mis manos cubre mis manos en medianoche mientras despedaza mi carne. Mi otra mano sostiene un corazón humano, todavía palpitando.

Cierro y abro los ojos, de nuevo estoy sólo en mi pequeña casa.

Mis recuerdos tienen lapsos de tiempo que se desvanecen y superponen. Me pongo de pie y camino por la ciudad diminuta y saludo a sus habitantes.

Camino por el bosque y me encuentro con el cráneo de un hombre que vi hace sólo una hora.

Cuando despierto, está frente a mi, sentado al borde del pozo, con la mirada decepcionada mientras me imagino mis manos arrancando sus ojos y mis dientes desgarrando su garganta.

Me siento transformado en un demonio, mientras destrozo los cuerpos de los habitantes que gritan y huyen suplicando piedad, sólo siendo opacados por mi aullido, ríos de sangre fluyen por mi monstruosa sombra y llenan el pozo.

Froto mis dedos en mi collar, mientras las hermanas muertas yacen en mis manos, sus cuerpecillos hundiendose en el pozo, alimentandome, alimentando al portal.

El hombre dispara una flecha, partiendo la realidad, mientras que está vuela en el infinito y se retracta trayendo una máscara de madera. La siento cosquillear en mis manos.

Falta sólo un día para la luna de sangre.

Paseo por la noche sangrienta, por la medianoche infinita. Mientras el campo está adornado con cadáveres, mil muñecas rotas víctimas de un jardín delicado. Ofrendas a demonios paganos.

La luna es sangrienta, carmesí vampírico, que opaca a la verdadera luna, se la traga y su hambre es insaciable.

Mi arco pesa sobre mi hombro, el camino hacia el pozo se hace largo, se hacen horas, días y años.

El agua negra por la sangre empieza a borbotear cuando me acerco, pongo un pie dentro, mientras me hundo, siendo adornado con coágulos sanguinolentos los cuales hacen un paso glorioso hacia el nunca.

El arco me pesa y la sangre me traga.

...

*Despiertas en una cama que no es tuya, dos personas rondan suavemente a tu lado. Y la almohada tiene sangre que no es tuya. Al borde hay un arco con olor a muerte, ronroneando.

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#SueñosMacabros #SCD -Actividad 1

Está historia fue escrita para un concurso(¿) posteriormente subiré la parte que ya edité.

Les advierto que la escribí ayer, en 15 minutos a las 11 PM mientras moría de sueño, probablemente tiene faltas de coherencia por eso, lo lamento.

Infernal (One-shots, Historias Cortas)Where stories live. Discover now