Escalera al Cielo. [Terminada]

2| Recuerdos Inesperados.

-¡Kayce!- escuché que gritaron mi nombre y me giré para ver a Susan corriendo hacia mi con la respiración agitada.

-¿Sucedió algo?- pregunté con un hilo de preocupación

-Tienes que ver esto- Dijo y antes de darme tiempo para responder tomó mi mano y empezamos a correr por los pasillos del instituto.

-Susan, ¿Que dem...- la palabra se me quedó a medio dar cuanto vi un montón de chicas aglomeradas en la entrada.

Susan empezó a empujar a algunas hasta que quedamos en primera fila, pero no habia nada.

¿Que demonios es esto?

Susan pareció captar mi confusión y abrió la boca para hablar, pero cuando lo hizo todas las chicas empezaron a gritar, fijé mi vista en la entrada y había un Lamborghini Price negro aparcado afuera.

De pronto la puerta se abrió y...

¿Me estás jodiendo?

Por un momento Lander buscó con la mirada hasta que sus ojos azules se toparon con los míos y todo a mi alrededor desapareció.

Solo éramos el y yo.

Una sonrisa lobuna apareció en los labios de Lander y a su lado apareció otra persona, volví a escuchar todo a mi alrededor, las chicas gritando y chillando, y me fijé en la persona al lado de Lander.

Un chico, era rubio, y sus ojos eran color avellana un poco achinados, se veía tierno.

-¡Te amo, Lander Reynolds!- gritó una chica rubia a mi lado.

-¡Te amo, Yang Ming Ling!- gritó otra.

Así que el rubio se llama Yang Ming.

Interesante.

Lander volvió a mirarme, y yo lo miré fijamente, el rubio siguió la mirada de Lander y se encontró conmigo.

Sus ojos se abrieron ligeramente, sus labios igual.

Fruncí mi ceño en confusión

El sacudió a Lander intentando captar su atención y la mirada de Lander se desvió de la mía y miró con cansancio a Yang Ming.

Unos tipos de negro empezaron a empujar a las chicas para abrir espacio, para que los niños ingreídos pasaran.

Sentí que me halaron del brazo sacandome de la multitud.

Antes de perderme entre el gentío miré a Lander y este a pesar de estar rodeado de chicas me dió una mirada confundida.

Ya fuera del gentío sentí que pude respirar con normalidad, me giré hacia ambos lados buscando a la persona que me había sacado de la multitud, y me encontré con la mirada verdosa de Susan exigiendo a gritos una explicación.

Maldición.

Se me olvidaba que Susan había estado a mi lado en todo momento y seguramente había visto todo el espectaculo de miradas que habíamos tenido Lander y yo.

Si, y también la mirada que me había dado el rubio ¿Yang Ming se llamaba?

-¿Conoces a Lander Reynolds?- Susan hizo la pregunta tan esperada y reí nerviosamente.

Mi viejo y olvidado cerebro hizo click en algo y arrugué mis cejas.

-¿Como sabes su nombre?- Susan rodó los ojos como si le hubiera hecho una pregunta estúpida.

-¡Es Lander Reynolds!- dijo moviendo las manos en el aire de manera graciosa y exasperada, me contuve a reír por el dramatismo de mi amiga.

-¿Y...?- dejé la frase en el aire para que Susan la terminara con lo que tuviera que decir.