Capitulo: 7

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Pudo escuchar como una tonada de música resonaba por el lugar, se removió entre las finas sabanas de seda y con pereza abrió sus ojos, parpadeo un par de veces para aclarar su mirada, se sobresaltó al darse cuenta que no se encuentra en su habitación.

Los recuerdos de ayer le inundaron su padre lo había vendido, pero algo era inusual él no se sentía lastimado, nada se encuentra relativamente normal, salió de aquellas sabanas, al estar parado se dio cuenta que no lleva su ropa, solo lleva puesta una camisa de botones, esta era demasiada grande ya que le tapa hasta las rodillas, con cuidado camino hasta la puerta y con silencio la abrió. La tonada se escucha más clara

E pur così in un giorno, perdo fasti e grandezze?

Ahi fato rio!

Con cuidado bajo las escaleras, no quería hacer ruido y avisar que se encuentra despierto.

Cesare, il mio bel nume, è forse estinto;

Cornelia e Sesto inermi son, né sanno

darmi soccorso. O dio!

A medida que avanza la canción se hacía más fuerte, se detuvo al ver un florero en una pequeña mesa, lo agarro en sus manos y siguió el sonido.

Non resta alcuna speme al viver mio.

Piangerò la sorte mia,

Se detuvo en el marco de la cocina, ahí dentro de esta se encuentra un hombre de espalda, cocinando algo, reafirmo el agarre del florero y camino con lentitud para no escapar un sonido.

sì crudele e tanto ria,

finché vita in petto avrò.

Severus levanto el objeto para intentar golpear él hombre –Yo no lo haría si fuera tú- la voz del Doctor le hizo gemir de susto dando unos pequeños pasos para atrás.

Ma poi morta d'ogn'intorno

il tiranno e notte e giorno

La canción había terminado -Pido perdón si la música interrumpió tu sueño- dijo Lecter con calma y siguió cocinando –Si quieres puedes esperar en la mesa, serviré el desayuno en un momento-

Severus negó con su cabeza y dijo -¿Quién eres tú?- el recordaba que su captor era otro.

Lecter se giró para ver mejor al niño enfrente de él –Me llamo Hannibal Lecter y en cuanto las dudas que tengas las responderé cuando termine, si no es molestia espero que tomes asiento en el comedor- se giró para volver a cocinar.

Dudo si dejar el florero en la cocina pero al final se lo llevo consigo y se dirigió hasta la mesa tomando.

El Doctor tomo el corazón del platón con un cuchillo le abrió la parte de arriba haciendo un pequeño orificio con sus manos saco los coágulos de sangre, lo limpio, luego relleno el corazón con carne molida, puso dos pedazos de tocino encima de este, con un hilo amarro el corazón haciendo que el tocino este en su lugar.

Lo puso en recipiente con zanahorias y ajo, al terminar de condimentarlo lo metió al horno, tomo cuatro tomates rebanándolos en tiras finas, las enrollo hasta tomar formas de unas pequeñas rosas, dejo dos en cada plato, las papas al horno rellenas de jamón en trocitos, queso rallado, condimentado.

Dejo una papa en cada plato, camino hasta su estante saco un vaso y una copa, en el vaso vertió juego de limón recién exprimido y en la copa un poco de vino, escucho el pitido del horno. Agarro sus guantes, saco con cuidado el corazón del horno. Dejándolo en su mesa, saco los guantes, con un cuchillo corto el hilo y rebano el corazón.

Tres tiras en cada plato, en una bandeja puso todo, camino hasta el comedor, los ojos curiosos de Severus no pudieron evitar echar un vistazo por el lugar, todo le resulta tan elegante.

Un olor agradable inundo su nariz haciendo también que su estómago rugiera por hambre, miro como el señor ponía una charola en la mesa, sacando un plato y poniéndolo enfrente de el con sus cubiertos junto con su servilleta, dejo un vaso de jugo también. Miro como el señor toma asiento, poniéndose la servilleta en su regazo.

Se preguntó si él también tenía que hacer eso, con torpeza tomo la servilleta y la puso en su regazo imitando al Doctor. Agarro su tenedor y cuchillo al rebanar un pequeño pedazo de la carne la miro con cuidado esperando y rezando que nada malo saliera, el probo, no pudo evitar gemir de gusto por aquel sabor tan exquisito.

Se sintió observado levanto su mirada encontrando al Señor mirándole con una sonrisa, ¿Burlesca? No sabía cómo interpretarla.

-Entonces dime tus preguntas- Dijo el Doctor con una voz tranquila.




La canción es de Piangerò La Sorte Mia por si quieren escucharla. 

Hannibal LecterWhere stories live. Discover now