Capítulo 15 «Quiero...»

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Nos encontrabamos en una sala espaciosa, con muebles oscuros y decoraciones elegantes. Las paredes casi no podías verlas por que éstas estaban cubiertas y repletas de estantes para libros.

Sentados en el centro, frente a un gran ventanal con la luz ambiental, estábamos Adrien y yo.

—Excelente, señorita Agreste. Las matemáticas son lo suyo. —

El profesor calvo, bajo de estatura y con un traje apretado que realzaba su panza me felicitó por mi buen resultado en Mates. Sí en algo tenía razón: Era muy buena en ello y me gustaban mucho, aunque no tanto como el diseño. Mientra que a Adrien...

—Sin embargo, déjeme decirle joven Agreste, que deberá esforzarse por hacer bien los cálculos. —

Escuché a mi hermano bufar.— Es que no entiendo para qué nos servirá esto en un futuro.

El profesor nos miró a ambos y suspiro con cansancio. Después lo vi mirar hacia arriba como si en el techo estuviese escrita la solución y las respuestas a todos los problemas que traía Adrien. Él iba a contestar pero yo me adelante.

— Adrien, esa es la escusa estúpida que pone todo el mundo. Las matemáticas son importantes. Tu aún no sabes lo que serás de grande o en qué trabajarás y aunque no lo tengas en cuentas siempre hacen falta las cuentas, los números ¡Hasta el universo crea sonidos a base de números! —

En mi emoción relatando la importancia con los números no me percaté de que Adrien había desaparecido dejándome sola en el escritorio con el panzon de pie.

—No se puede obligar que algo le guste a alguien señorita Agreste. No se preocupe por su hermano, él sabrá cuáles son sus prioridades. Iré a hablar con su padre. Que pase buena semana. —

Así como llegó se fue. Dejándome con las ganas de contar la relación de los números y el universo. Todos se aburren con mis charlas.

—Iré a molestar a Félix.

°°°°°°°°°

Adrien

—Mitimatiquis, mitimatiquis ¡Va! Esa cosa no sirve de nada... ¡Yo voy a ser actor! No andaré sacando cuentas de los millones que gane...O Tal vez sí. —

Caminaba hablando entre dientes hasta mi habitación. El viejo barrigón ya debería estar fuera de la mansión. Ugh ese hombre no se daba por vencido, por más que me esforzaba en hacer mal los cálculos para hacerle perder la paciencia, el hombre se esforzaba en guiar mis pasos una y otra vez. Al parecer la paga que le da mi padre es bastante considerable.

Una vez en mi habitación me senté frente la computadora y la prendí para tener un momento de mejor educación en Internet.

El Internet si que era entretenido.

°°°°°°°°

Marinette

—Entonces, todo estaba conectado pero ahora sólo son como un rompe cabeza con las piezas separadas. Hay muchas costas que coinciden con otras.—

—Hoooh —

Después de una charla, con Félix nos pusimos a leer un manual de medicina para principiantes.

Félix era aburrido pero sus libros siempre tenían algo interesante.

Aún así, por más buena educación y comodidad en casa. Yo quería volver al colegio, reencontrarme con mis amigos.

❇HERMANOS AGRESTE❇ []ADRINETTE[] MLA Where stories live. Discover now