CAPÍTULO 1

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Desde la ventana del coche puedo observar que mi ciudad natal conserva aún su belleza despampanante.Miro hacia mi lado, fijándome en mi hermano e Irina que se encuentran dormidos, yo en cambio no pude pegar ojo durante todo el trayecto, ya que me encanta viajar y observar través de la ventana.
Mi padre está conduciendo, aparenta estar tranquilo, aunque conociéndolo seguramente esté pensando en todo lo que conlleva una mudanza.

—Por fin cumplo mi sueño de vivir al lado de la playa.-Dice Carolina, es cierto que desde nuestra nueva casa la playa se encuentra a quince minutos andando.

Mi padre y Carolina, se casaron hace varios años, ambos se conocieron trabajando y según mi padre fue amor a primera vista.Tengo que admitir que para mi fue algo duro, pero con el paso del tiempo me acostumbré, además, Carolina es la madre de mi hermano, ella me ha dado alguien a quien querer y proteger.

—Ya hemos llegado.-Mi padre abre la puerta del garaje con un mando a distancia, en cuanto aparca adentro me desabrocho el cinturón e intento despertar a Irina con un leve toque en el hombro y a mi hermano, Lucas, le despierto con un beso en la frente.

Bajo del coche para acercarme al maletero, agarro algunas cajas que son mías para acercarme a la puerta principal.

Es una casa impresionante, sus paredes exteriores son de madera, un tono blanco roto,tiene grandes ventanas y un pequeño porche.

—Venga papá, que las cajas pesan mucho.-Veo como mi padre se está riendo de mi, no puedo evitar hacer una mueca.
Mi padre viene junto con mi Carolina y Lucas.
Cuando por fin abre la puerta lo primero que veo es el salón, entro de manera curiosa, aquí voy a pasar la gran mayoría de mi tiempo.La casa ya está medio amueblada, menos las habitaciones, aún debe de llegar el camión de la mudanza.
—¿Podemos ver nuestros cuartos ya?.-Dice Irina mientras se acerca a nosotros.
—Pues claro, pero no os peleéis por la habitación más grande, porque es la nuestra.-Dice mi padre junto con una sonrisa mientras que mira a Carolina, ella tiene la misma expresión que él, están hechos el uno para el otro.

Subo por las escaleras y al llegar arriba entro en el primer cuarto que veo, creo que voy a quedarme con este ya que es un cuarto bastante amplio.Dejo mis cajas en el suelo y decido ir a ver qué tal le va a Irina.

—Está bastante bien.-Digo mientras que me apoyo en el marco de la puerta, ella está dejando sus cajas en el suelo.
—Es el segundo más grande de la casa.
—Eso es porque no has visto el mío.

Irina es la persona más odiosa que he podido conocer en mi vida.Ella tiene dos años más que yo, siempre me ha recordado a Sharpay Evans, pero el triple de arrogante y superficial. Aunque su físico no tiene nada que ver con esta, Irina es morena de piel, de ojos marrones y pelo negro.Desde que la conozco envidio como se ve y su seguridad en sí misma, sin duda alguna es de las chicas más guapas que he conocido a nivel físico, porque a nivel interior es horrible.

En cuanto llegó el camión de la mudanza comencé a decorar y a colocar las cosas en su sitio, los encargados de la mudanza fueron muy amables ya que me ayudaron a colocar las cosas más pesadas.Tras unas horas mi cuarto está perfecto aunque siento que falta algún que otro detalle, pero esta bastante bien.

Bajo al salón y cuánto llego veo a mi padre junto con Lucas sentados en el sofá viendo la televisión, hay cosas que nunca cambian, da igual el sitio, sin duda alguna un hogar está donde estén ellos.

—Hola papá y hola Lucas.-Digo mientras que me siento al lado de este último, no duda en abrazarme.
—¿Sabes que en la playa pueden haber tiburones?
—Pues espero que no porque no quiero ser devorada.
—Noooo no te van a comer porque tú no eres su alimento, solo comen peces.-No sé si lo he comentado pero Lucas tiene una gran obsesión por los animales, en concreto con los tiburones.
—Hablando de playas, creo que voy a ir a dar una vuelta papá.
—Me parece bien Eva, pero no vengas muy tarde que ya mismo va a anochecer.

Pasear por estas calles hace que me invada la nostalgia, nos hemos mudado relativamente cerca de donde vivíamos antes, antes de que mi madre muriera.Aunque de eso ha pasado ya como unos diez años.Con ocho dejé atrás esta ciudad por la desesperación de mi padre, los recuerdos eran dolorosos pero fue injusto arrancarme de mis tierras, alejarme de mis amigos y de los pocos recuerdos que iba a tener de mamá.

Se me ha echado encima el tiempo y ya es casi de noche, vuelvo a casa con algo de prisa y sin querer choco con alguien que va casi con las mismas prisas que yo.
En cuanto nuestros hombros se golpean hacemos contacto visual, esa mirada la puedo reconocer pasen los años que pasen.

Cliché Where stories live. Discover now