A Jimin le encanta ser femenino.
Le encanta la ropa femenina.
Los accesorios.
La lencería.
Jimin desde sus 10 años quisiera ser niña para usar todas las cosas hermosas que ellas usan.
Yoongi se enamora de la niña nueva del instituto, la cual tiene...
-No importa que Taehyung no sea el chico del gran auto, Yoongi. De todos modos, le dijo eso a Jimin, ¿no?
-Si fuera su novio, no la dejaría sola conmigo, Hoseok. Deja de decir cosas, ¿acaso también te gusta?
-No, es sólo que algo no me huele bien en todo esto, Yoongi. Siento que Jimin es rara.
Yoongi le miró mal y se dio la vuelta en su cama.
-Cuando te vayas cierras la puerta, tomaré una siesta.
-Nunca me escuchas, Min.
Escuchó la puerta de su habitación ser cerrada y poco después la de la entrada principal. Poco a poco se dio la vuelta viendo la bolsa con el regalo que compró para mejillitas.
- - -
Luego de estar con Jimin, Yoongi y Hoseok fueron al centro comercial en busca de un nuevo cargador para el pálido, pues el que usaba estaba lleno de cinta aislante.
Ya listas las compras, comieron un poco de chatarra mientras caminaban por los pasillos del lugar.
- ¿Las cosa con Jimin va más allá de un acostón?
- No, no lo sé. Sólo estoy dejándome llevar, no pienso tanto en las cosas.
- Va más allá.
¿Era verdad? ¿Estaba sintiendo un gusto por Jimin más allá de algo sexual?
Chasquea la lengua y niega con la cabeza. No, él nunca va más allá.
Entonces, su mirada se concentró en una tienda de accesorios y más cosas, de esas que de seguro le gustan a Jimin.
Sólo era acelerar el proceso, no le compraba algo porque quisiera hacerlo, no.
- - -
Jimin caminaba a paso lento por el campus, había llegado temprano para poder comprar chocolate caliente para él y sus dos amigos. El primero en llegar fue Jaewon y minutos más tarde Taehyung.
Le estuvieron animando, Jaewon incluso le compró un paquete de galletitas con mermelada de piña.
Había estado pensando toda la noche sobre lo que haría si llegaba a toparse con Yoongi. No quería ser grosero, pero tampoco quería dañarse.
Suspira y bebe de su chocolate caliente.
-Si quieres alejarlo, sólo dile la verdad y nunca se acercará de nuevo.
-Taehyung -regañó Jaewon- eso es verdad, pero dilo con más tacto.
El castaño alzó los hombros sin importancia.
-Chicos, iré primero a clase, nos vemos más tarde. Quiero ir solo -aclaró cuando vio intenciones de levantarse en Jae.
Esta vez por el frio, llevaba unos jeans y un suéter cualquiera. Iba contando las rayitas que pasaba mientras caminaba hacia el baño que siempre estaba solo, pues le gustaba ir antes de clase para no sufrir por sus necesidades.
- ¿Jimin?
Escuchó detrás y enseguida se quedó con la sangre helada.
- Yoongi...
- ¿Qué haces aquí? Está muy solo.
- Sólo quería pensar, ¿qué haces tú aquí?
Tonto, sólo date la vuelta y lárgate.
- Vine a fumar mientras espero a Hoseok.
- Lo siento, me tengo que ir, ten bonito día...
Jimin se dio la vuelta dispuesto a irse hasta que la mano de Yoongi le detuvo.
No, no, no.
- Espera, quiero darte algo, ¿me dejas?
- No tardes, tengo prisa...
Yoongi sacó de su mochila una bolsita tornasol y sacó un broche, ¿un broche? Las mejillas de Jimin se encendieron en color rojo cuando vio a Yoongi acercándose a su cabello con el accesorio en mano.
- ¿Qué haces?
Vamos Jimin, date la vuelta y sigue tu camino, no veas lo bonito que es el broche, se regañó.
Sintió las manos del pálido acomodar su cabello y cerró los ojos cuando este no podía cerrar el broche y lastimaba su cabeza hasta que hizo un sonido de "click".
-Es muy lindo, pero de verdad tengo prisa, lo siento Yoongi.
Y salió corriendo.
Decidió no entrar a la primera clase, en cambio se quedó sentado en el jardín viendo el broche a través de su espejo pequeño de Hello Kitty.
Hermoso con tres flores. Los colores son claros y es perfecto para el cabello pequeño de Jimin.
