Maldición, maldición, maldición. Estoy tan perplejo.
Con solo un respiro, quedé atrapado. Por eso, esto casi resulta chocante.
Yo sé, yo sé que tienes miedo. Tu corazón, tu cabeza, tu alma y tu cuerpo, ellos no serán cuidadosos.
Pero supongo que no...
Era jueves, empecé a escuchar mi despertador, maldije a Marianne, ayer intente dormir temprano pero ella no me dejo, a pesar de que ella tendría que ir hoy a las audiciones de la academia de danzas. Nos despertamos juntas, ambas parecíamos unas muertas vivientes, nos turnamos para bañarnos, ella dijo que se encargaría del desayuno. Al salir de la ducha elegí un atuendo casual, el día era fresco, así que sólo usaría una ligera chaqueta. Eran las 8:00 a.m., Marianne fue a su audición, y a mí se me hacia tarde para ir al trabajo, camine lo más rápido posible y llegue en unos 15 minutos al trabajo.
- Buenos días.
Dije al entrar.
- _______.
- ¿Sí señor Dobald?.
Conteste amablemente.
- No se que hacer, la modelo para las fotografías que tomarías se enfermó, y no encuentro ninguna modelo con las mismas características que está cubría, y la necesito para mañana!.
Dijo bastante serio.
- ¿Por qué no le dice a Alice o alguna otra que sirva de modelo?.
- Alice está haciendo otra sesión de fotos, las demás no me sirven... aunque viéndote bien -lo mire extrañada- ¿de cúanto es tu talla?.
- Oh!, que desdicha.. ¿mi talla? mm 0/2 ¿por qué?.
- Eres perfecta!, se tú la modelo.
- Vaya, señor Donald con el más sumo respetó, pero no puedo, lo mío no es estar frente a la cámara. A parte sí aceptara, ¿quién tomaría las fotografías?.
- Vamos!, eres muy bella _______ claro que puedes, sabes que ángulos usar y todo eso, por favor, te lo ruego. No serás tu sola, estará un modelo y las fotografías las podría tomar yo -lo miro- te pagare el doble si es necesario.
- Per...
- Por favor.
- Esta bien.
Suspiré resignada.
- Mandare a que te alisten!.
Sonrió.
Al terminar de hablar con el señor Donald, me llevaron directo al vestuario. La sesión se trataba acerca de la vida-bohemia , era para la revista más famosa de París, teníamos que hacerlo bien. Entre la ansiedad y las dudas me terminarón de colocar el vestuario, sólo era un vestido largo color amarillo, muy lindo. Era raro ver todo ahora desde la perspectiva de los modelos, salimos a los jardines del gran edificio, vi como arreglaban todo, aún no sabía bien quien sería la persona con quien debería posar, ni siquiera que sería lo que haríamos.
- ______ por aquí!, sígueme te presentare a tu compañero.
Dijo Donald.
Caminamos un poco y nos adentramos a una carpa donde se supone que el chico debería estar, pero no había nadie.
- Maldición, le dije que no se moviera de aquí, sabía que no debía seguir el consejo de Simón.
Dijo entre dientes.
- ¿Perdón señor?.
- Lo que pasa es que esté muchacho tampoco es modelo. Pero es un amigo de la familia y Simón, su jefe, un gran fotógrafo dijo que se vería perfecto con Emma -comento- el chico también es fotógrafo.
- Entieeendo.
Dije pero en realidad no comprendía nada.
- Oh! ahí viene.
Sonrió.
Al ver de quien se trataba, las piernas me temblaron «carajo! como era posible», ¿qué tenía el destino con nosotros? lo encontraba en todos lado, justo hoy que no quería toparmelo después de todo lo que le confesé a Marianne ayer, aunque por una parte me sentía aliviada, sería alguien que conocía, alguien de confianza y me alegraba ver su rostro quiera admitirlo o no.
El también se sorprendío al verme, pero simplemente sonrió ampliamente mientras conversaba con Donald.
- ______ el es Zayn, Zayn ella es la chica de la que te hable.
Nos presento Donald, reí.
- Es muy hermosa como dijo señor.
Mis pomulos ardieron y Zayn sólo se limitaba a sonreír
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