Capítulo 1

6.8M 236K 1.6M
                                    

—¿Una relación... abierta?

Mi novio me miraba con una amplia sonrisa.

—Sí, exacto.

Me llevé una mano a la cabeza, intentando entender la situación. Era demasiado irreal. Me acababa de dejar delante de mi residencia y ya estaba pensando en acostarse con otra persona.

—¿Me estás pidiendo una relación abierta mientras me dejas en la Universidad? —entrecerré los ojos—. ¿No has tenido ningún otro momento?

—Los he tenido, pero... no sabía cómo sacar el tema.

—¿Y ahora es un buen momento?

—No, pero es el último que tengo antes de irme.

Me quedé mirándolo un momento, sin saber qué decirle. Era lo último que necesitaba en esos momentos. Estaba tan nerviosa por conocer a mi compañera de habitación que ni siquiera me había parado a pensar en qué pasaría con mi relación con Monty cuando se marchara. Después de todo, yo me quedaría aquí y él volvería a casa.

Él no iba a la Universidad, sino que jugaba al futbol con un equipo local que le robaba muchísimo tiempo, así que no podríamos vernos en unos meses. De hecho, habíamos quedado en que nos llamaríamos cada día hasta que llegara diciembre, ya que en Navidades nos reuniríamos otra vez.

—No sé qué decirte —murmuré, finalmente—. Ni siquiera estoy segura de entender qué implica eso.

—Es muy sencillo. Somos pareja. Nos queremos, pero... podemos acostarnos con otras personas. Sin sentimientos ni nada, solo sexo.

—¿Y se puede saber por qué quieres acostarte con otras personas?

—No es que quiera ahora mismo, pero... ¿cuánto tiempo vamos a estar sin vernos? ¿Tres meses? No creo que sea bueno para el cuerpo estar tanto tiempo sin hacerlo.

Fruncí el ceño.

—Yo estuve diecisiete años de mi vida sin hacerlo con nadie y estaba muy bien —le dije.

—Pero no es lo mismo si eres virgen. No sabes lo que te pierdes —él me agarró la mano y me acercó—. Vamos, cariño, sabes que te quiero. Pero... ¿qué más da si le doy un poco de amor a otras mientras no estés?

—Haces que ponerme los cuernos suene fantástico —me aparté—. Básicamente, me estás pidiendo carta blanca para acostarte con quien te dé la gana.

—Bueno, y tú también.

—¿Así, sin más? ¿Porque sí?

—No estoy diciendo que sea crucial que nos acostemos con alguien —me explicó—. Mientras tengamos que mantener una relación a distancia, tenemos el derecho a que, si de repente alguien nos atrae, podamos tener sexo sin sentirnos culpables. Sin remordimientos y sin celos.

Volvió a agarrarme la mano y no me aparté, aunque tampoco estaba muy conforme con lo que estaba diciendo.

—No sé, Monty...

—Vamos —me dio un beso en los labios, sonriendo—. Será divertido. Y podemos poner normas.

—¿Normas?

—Sí, mira, por ejemplo... mhm... cada vez que alguno de nosotros haga algo con alguien, tiene que decírselo al otro. Así será mejor.

—No sé si quiero saber que te has acostado con otra, la verdad.

—Pues pon tú otra regla.

—No he dicho que quiera seguir adelante con esto.

—Por si se da el hipotético caso de que aceptes. Vamos, pon una norma.

Antes de diciembre / Después de diciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora