Justin

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Parte V

No podía pretender comprar mas pastillas que nunca usaría. Iría a Inglaterra como una au pair  y nunca podría averiguar por que el era de la forma en la que era y que era el otro Justin, el que había levantado tiernamente a su hermana en el aire, ella nuna...

-Hay algunas mesas libres en la otra habitación- dijo alguien junto a ella  a alguien mas mientras dos bandejas pasaban por su lado, fuera de la puertas. Las siguió

-¿Que es eso?- pregunto un estudiante a su lado contemplando su plato con sospecha.

-Perro muerto-. dijo Anna, y el rio y trato de iniciar una conversación, ¿ De donde era ella y, de algun lgar extranjero? ¿por la bufanda en la cabeza? ¿Era su primer semestre, y vivía en la calle Fleishman, donde vivía la mayoría de estudiantes y...?

-Pero dijiste que hoy me contarías una historia- dijo una voz de una niña detrás de ella-. Lo prometiste. No me has contado ningunas historia desde... desde hace cien años. Desde que mama se fue.

-Tenia que pensar- dijo Justin.

-Hey, ¿estas soñando? Acabo de preguntarte algo-dijo el estudiante. Anna o miro. Era guapo, Gitta habría estado interesada. Pero Anna no lo estaba. No quería hablar con el, no ahora. No quería que Justin escuchara su voz-. No... no me siento bien -susurro-. No.. puedo hablar mucho. Mi garganta... ¿por que no sigues adelante y me cuentas algo de ti?

El estaba mas que feliz de hacerlo.

-No he estado aquí por mucho tiempo. Esperaba que me pudieras contar algo sobre esta cuidad. Soy de Munich, mis padres me enviaron aquí porque no me aceptaron en ninguna otra parte. Tan pronto como lo hagan voy a transferirme...

Dejo de oír al estudiante. No oía el sonido de la habitación, la gente comiendo, riendo, hablando. Oía a Justin. Solo a Justin.

Y este fue el momento en que se volvió del revés. Cuando la historia en que Anna tomaría parte empezó de verdad. Por supuesto, Había empezado antes, con la muñeca, con el walkman, con la niña pequeña esperando en el patio sombrío y gris.  Con el deseo de entender cuantas personas diferentes era Justin Bieber Tannatek.

Anna cerro los ojos por un segundo y cayo fuera del mundo real. Cayo en el comienzo de un cuento de hadas. Porque el Justin sentado ahí, en el comedor de estudiantes, solo a unos pocos centímetros, en medio de las bandejas de plástico naranjas y el zumbido de las conversaciones de principios de semestre, frente a una niña con trenzas rubias... este Justin era un narrador de cuentos.

El cuento de hadas en el que cayo Anna era tan brillante y mágico como en el momento en que el había hecho girar a micha entre sus brazos. Pero bajo sus palabras, Anna sintió la oscuridad que acechaba en las sombras, la antigua oscuridad de los cuentos de hadas.

Solo mas tarde, mucho mas tarde, y demasiado tarde, entendería Anna que ese cuento de hadas era uno mortal.

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No le habían visto ninguno de ellos. Había desaparecido, disuelto en la multitud de estudiantes; se habían vuelto invisibles tras su bandeja naranja blanco.

Observo a los dos en sus mesas separadas como si estuvieran estudiando un cuadro. No, no dos. Tres. Había una niña con Justin, una niña pequeña. Eran actores interpretando papeles en una obra escolar ¿y el? El tenia un papel, también...

Unos papeles eran mas peligrosos que otros.

Anna levanto la cabeza y miro a su dirección; el escondía su rostro detrás de un periódico como un detective aficionado. Se mantendría invisible por un poco mas de tiempo...

The Storyteller ~JustinBieber~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora