Micha V

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-Dile que puede doblarlas cuando estan calientes-dijo Anna rapidamente-. Puedes ondularlas como cabello. Y hacer gente tambien. Pero supongo que ya sabe eso.

Con esas palabras, se sento en la mesa de al lado-aun a pesar que habia espacio para ella en la mesa que Micha habia encontrado. Tomo un libro de su mochila amarilla: Fausto II. Uno de los libros que tenia que leer antes de los finales. Mientras abria la pagina delgada con pequeñas letras en ella, penso en una pequeña isla con un mar rojo sangre. No leyo Fausto II. No habia planeado hacerlo sinceramente. en su lugar, escucho la conversacion en la mesa detras de ella, justo como habia hecho antes. Eventualmente, penso Anna, sus orejas se giraban y lentamente migrarian  a la parte trasera de su cabeza. ¿Y como se veria eso?

-Continua -dijo Micha-. Hare un acantilado con esta pajilla. La isla reaparicio la isla siguiente,¿no? Y la yegua seguia alli y todo, ¿cierto?

-No. La pequeña reina del acantilado se sento en su acantilado por un largo tiemppo, temblando en el frio. Cuando amanecio, el oceano era azul nuevamente. Pero el sol se elevo sobre el oceanoese dia era  un sol de frio invierno, y no calento a la pequeña reina.

}}-Señora Margaret-dijo la pequeña reina-. Tal vez moriremos.

La Señora Margaret no dijo nada ella siempre escucho pero nunca hablo

 -No se como se siente morir- continuo la pequeña reina-. Ndie nunca me ha explicado la muerte. No las aves y no la yegua blanca tampoco. Creo que estan asustados de hablar de eso..

En ese momento el agua junto al acantilado se revolvio.La pequeña reina del acantilado comenzo a asustarse. Una redonda cabeza negra emergio de las olas, Una cabeza con bigotes y brillantes ojos de mar.

-Quien eres?- pregunto la pequeña reina-.¿eres la muerte?

-No-dijo el algo en el mar, y luego dio una profunda  y baja risa-. La muerte es mucho mas grande que yo. Soy un lobo marino.Los otros se alejaron nadando  hace tanto tiempo que no recuerdo si  habia otros.

-¿Que es un lobo marino?-pregunto la pequeña reina del acantilado y se inclino para ver mejor a la criatura.

-Un lobo marino es algo que conoce las profundidades, algo que puede nadar kilometros durantes horas sin cansarse. Algo que viene del mar y que siempre regresa al mar. Pero estas descripciones son inutiles, pues hay muchas criaturas que pueden nadar kilometros durante muchas horas sin cansarse. Lo que un lobo marino es realmente, un lobo marino nunca puede saberlo. Los otros, ellos pueden aprenderlo, pero el no puede. Tu puedes aprenderlo, tal vez, si te quedas conmigo.

-¡Pero yo no puedo nadar kilometros durante horas!- suspiro la pequeña reina -. Me  ahogare.

-No tienes que nadar-dijo el lobo marino-. Tu tienes un barco. Ha estado yaciendo en el agua esperando por ti desde que naciste; yace escondido en una cueva secreta, y he estado cuidandolo. Lo salve anoche. Lo empuje lejos del borde del acantilado con mi nariz para que no se destruyera por las rocas que caian. Te traere el Barco ahora y te mostrare como  atrapar la brisa con sus velas blancas. Debes confiar en mi, sin embargo. Tenemos que llegar al continente antes de que llegue el invierno. En tierra firme, estaras a salvo.

-¿A salvo de que?- pregunto la pequeña reina

El lobo marino no respondio. Se alejo nadando un poco y desaparecio al rededor del siguiente acantilado  y luego volvio, empujando el pequeño barco con sus aletas. Era verde como  lo habian sido las praderas en verano en la hundida isla; sus tres velas blancas eran blancas como la ropa de cama de la hundida cama con dosel; y el timon era amarillo como las peras en los hundidos arboles de peras.

-Ven al borde- dijo el lobo marino.

Asi la pequeña reina salto a la cubierta del barco. Sus tablas eran doradas como las tablas del suelo del hundido castillo. Desde el agua, el lobo marino le dijo como elevar las velas y dirigir el barco,y,  cuando las velas blancas atraparon el viento, el barco se adentro al mar.

La pequeña reina se paro en la popa con la Sra. Margaret en sus brazos y observo los ultimos acantilados de la isla desaparecer.

-Nunca vere a mi isla de nuevo -susurro-. Nunca me recostare en la cama con dosel y mirare las estrellas de nuevo. Nunca andare atraves de un campo de flores de verano sobre la yegua blanca de nuevo...

-Habra otras flores de verano en tierra firme- dijo el lobo marino-. Flores mas hermosas que las de tu isla. Habra otras yeguas blancas.

Queria llorar., pero entonces vio otro barco justo en el horizonte. Un barco mucho mas grande que el de ella. Y de pronto, tenblo, aun  a pesar que su chaqueta se habia secado  a estas alturas. El gran barco era completamente negro,  como si hubiera sido cortado con papel para manualidades. Tenia velas negras y un casco negro, lineas negras y una cabina negra.

-Esos son los cazadores-dijo el lobo marino-. Ellos cazan de dia y de noche, en la lluvia y en el viento. No te gires a mirarlos muy amenudo, pequeña reina.

-¿Que es lo que quieren?- susurro la pequeña reina-. ¿Detras de que estan?

-Estan detras de ti-replico el lobo marino-. Hay algo que deberias saber. Tu corazon, pequeña reina... no es como los otros corazones. Es un diamante. Puro, blanco, grande y valioso como ningun otro diamante en el mundo. Si alguien sacara este diamante de tu pecho, brillara tan resplandeciente como el sol.

-Pero no s posible sacarlo de mi pecho¿no?-pregunto la pequeña reina.

-No-dijo el lobo marino-. No en tanto que este viva. 

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⏰ Last updated: Apr 01, 2015 ⏰

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The Storyteller ~JustinBieber~Where stories live. Discover now