Capitulo 1

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Querido Matias:
Eres la noche de luna
y estrellas más cálida
que visite, en el
momento que siempre
soñé.


Recuerdo cuando tenia apenas cinco o seis años, mi padre siempre fue un hombre muy ostentoso haciendo los quehaceres de la casa mientras mi madre cocinaba algún postre para el almuerzo o la hora de la cena, me preguntaba en mi mente si algún día podría encontrar a un hombre como mi papá?  Luego re meritaba negándome a la idea tener un pretendiente como el, ya que es propiedad mi madre. Siempre mis padres dejando en visto lo mucho que se amaban dando actos de devoción en cualquier parte del hogar donde estaba.


-¡buah que asco!- exclamaba cada vez que ellos dejaban en claro su cariño


-¡Nunca saldré con un chico! es repugnante...


Mientras me alejaba tomaba mis artículos de artes posandomé en el jardín y comenzaba a dibujar con tal que borrar aquella escena de mi mente que había visto por mas de una vez mientras mis padres se reían a carcajadas por mis actos y palabras inocentes.


Recuerdo una mañana donde estaba en reposo por pneumonia, me enferme debido a un error de la maestra del colegio, que nos llevo hacer educación física en pleno campo cuando el día anterior había llovido, me enferme fatal recuerdo cuando el doctor iba a la casa a chequear mi estado de salud porque para mi mas mala suerte- o la de mis padres en esos años- además de tener problemas respiratorios, comencé con los brotes de la famosa varicela, llena de brotes por todo el cuerpo acompañada de ahogos constantes y desvanecimientos, pero estar enferma nunca fue tan desagradable, mis hermanos estaban en el colegio mientras yo me dedicada a jugar Donkey Kong en la nintendo que nos regalo mi hermano mayor, mientras mi madre me mimaba y cuidaba por la condición de salud que tenia en esos momentos.

 Eran aproximadamente las 08.10 AM de la mañana, mis hermanos se habían ido al colegio mientras yo estaba con licencia medica en la casa, me levante suavemente y fui a mirar a mi madre que estaba recostada en la otra habitación, tenia una servilleta en sus manos, siempre veía que tomaba algunas por las mañanas - nunca entendía el porque - era un poco mayor, ya sabia leer y aprendía a escribir y comprendí por que la comisura de sus labios se tornaba curva y sus dientes color marfil los dejaba en visto por tal extensa sonrisa, papá le escribía cada mañana-o cuando podía- en una servilleta los sentimientos que tenia por ella recordando como se conocieron o simplemente lo feliz que lo hacia sentir estar casado con una mujer como ella, llenos de te Amo y eres lo mas importante en la vida que tengo junto a nuestros hijos...Adivinen que reacción tuve al leer tal cursilería... si exacto la misma que hace unos años atrás, pero no impedía que en el fondo cuando sea mayor desease lo mismo, que el fondo no era tan malo ser así de expresivo y cariñoso, que en el fondo si me gustaba el romanticismo y los detalles que cambian y hacen la diferencia en el día a día. Mi madre brillaba mas que nunca cuando la observaba detrás de la puerta leyendo las dedicatorias de mi padre- ¿algún día llegare a brillar igual que ella?



Los años pasaban y mis pensamientos seguía igual, nunca salí con ningún chico era demasiado robusta y desgarbada para aquello, el bulling no me dejaba ser una chica que su prioridad fuese encontrar el amor de su vida, las burlas, los desaire me hacen creer que los hombres son realmente crueles y falsos, solo les importa una chica con una buena apariencia al cual presumir delante de su familia y por sobre todo de sus amigos, hablando de lo que hacen y no hacen-sexualmente hablando-  no entender de aquello, era escusa suficiente para mofarse de los actos mas pecaminosos de tenían entre ellos y los demás no.Tengo tres hermanos hombres, soy la menor de la familia y la única mujer  por ende el cuidado sobre mi siempre fue sobre protector y estricto, ser una dama pulcra, educada y de buenas acciones siempre fue las reglas de mi madre pero mi  personalidad no era la mas grata para ella, ya que mis acciones eran muy parecidas a los de un hombre- ustedes saben - jugar pelota, deportes, lucha libre, andar en stake, patinar, vídeo juegos si, muchos vídeo juegos, en fin La tarde era cálida cuando nos alistábamos para salir, mi madre siempre maquillada y muy bien arreglada, llevaba un traje color crema que hacia conjunto con los rizos dorados, zapato con tacones que le daba una apariencia mucho mas elevada y esbelta- Dios! ¿porque no soy como ella?- y como olvidar sus ojos verde-azulados que cualquier hombre perdería la noción del tiempo con tan solo mirarla, mi madre sin lugar a duda era una de las mujeres mas bella del lugar donde habitaba, su tes era suave y blanca como la nieve y tenia una alegría y simpatía que mas de alguno cayo a sus pies, por otro lado estaba Jen mi cuñada - la novia de mi hermano mayor- quien insistía continuamente en arreglarme y emperifollarme  con tal de sacarle provecho al verde de mis ojos.

Un otoño más cálidoWhere stories live. Discover now