24- Hora de la verdad.

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3:00 AM

Mire por la mirilla viendo a Ian empapado de agua, abrí la puerta y me abrazo con fuerza — Perdóname — Susurro.

— Qué diablos sucede contigo, tú... — Él me beso ignorando el resto, correspondí su beso apretando su cintura, poco a poco fui llevándolo a la habitación, entre besos no me di cuenta de que al abrir los ojos lo tendría desnudo entre mis brazos, ambos acostados en la cama.

— Hermosa... — Susurro besando mi cuello, ninguno de los dos emitió algún movimiento, solamente sentí su cuerpo cálido acompañado de esa mirada, cada segundo que pasaba disfrutaba cada beso húmedo en cada parte de mi piel, sus manos acariciaban cada rincón, cada espacio que creí intocable.

Cada gemido, cada deseo oculto debajo de mis sabanas, era inevitable no sentir algo cuando sentía más de lo que mi cuerpo pudiese explicar en palabras, mi cuerpo hablaba así como en cada beso recibido se sentía esa calidez, esa entrega y esas ganas de nunca dejarlo ir.

— Esto no debió pasar... — Susurre mirando su rostro.

— Quizás solo tenemos que disfrutar este momento — Él acarició mi mejilla apretando mi mentón — Siempre seré el amor de tu vida...

Hija... ¡Brenda despierta! — Sentí sus manos apretar mis hombros, abrí los ojos de golpe observando a mi padre mirarme con preocupación — Dios casi me matas del susto —

— Estoy bien... iré a ducharme — Me levanté de golpe cerrando de golpe la puerta, solo deseaba sentir el agua recorrer mi cuerpo, tenía tantas cosas en la cabeza.

...

Valentina García

Hoy Brenda lucia extraña, había llegado tarde y su rostro se veía pálido, conversaba con Henry, no estaba cien por ciento en mi trabajo, solo tenía ojos para observarla, sentía que en cualquier comento colapsaría y eso pasó.

— Brenda — Grite al verla desmayarse, Henry la sostuvo evitando que cayera al suelo, lo ayude a acostarla en sofá, acomode su cabello notando el sudor recorrer su frente — Dile a Emily que llame a un médico — Henry corrió fuera del estudio mientras acariciaba su cabeza que estaba en mi regazo.

Luego de unos minutos llegó su médico, no me aleje ni un solo segundo, estaba preocupada — Brenda, ¿estás estresada? O estás consumiendo medicamentos de algo tipo — Dijo el médico mientras tomaba su presión arterial.

— No consumo ningún tipo de medicamento y el estrés es algo normal, mi trabajo es que todo salga bien — Respondió Brenda acariciando su cabello.

— Debes descansar y alimentarte mejor, deberías hacerte algunos análisis, quiero descartar riesgos —Él arrancó un pedazo de papel y se lo extendió a Brenda

— Tengo responsabilidades aho...

— No, ya el médico dijo que debes descansar y eso harás — Interrumpí mirando su rostro.

— Tu amiga tiene razón, si es posible es mejor que te lleve, te recomiendo, hacerte los análisis mañana y te daré una evaluación más concreta.

— No se diga más, la llevaré a casa —El doctor guardó sus utensilios dentro de su maletín, al terminar se despidió de mí estrechando mi mano, cuando la puerta se cerró ella se levantó con fuerza.

1° Ojalá fueras tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora