14- «Solo favores»

464 42 0
                                    

Llevábamos una hora de trayecto, la miraba conducir con atención, tenía un vestido blanco, zapatillas negras con tacón y un sombrero negro, sus labios estaban pintados de rojo, sus ojos tenían una perfecta línea negra.

— Estoy comenzando a sentirme incómoda por cómo me miras — Dijo aparcándose enfrente de un local.

— Perdón...

— No te disculpes, iré a comprar algo para comer — Ella miró hacia atrás mirando a su hija — Amor...

— Jugó — Brenda beso mi mejilla y salió del coche, la observé caminar hasta el local, Isabella estaba más seria de la cuenta, supuse que estaba cansada, revisé alguna de sus cosas, pero no tenía nada interesante, solo facturas de comida, cambié la canción poniendo una música que creí que le gustaría a Isabella quizás así se animaba un poco.

Brenda subió al coche con dos malteadas, nachos con queso y el jugo para la pequeña, yo tomé el jugo dándoselo a Isabella, ella me dedicó una sonrisa acompañada de una mueca, creo que ella no estaba tan feliz por el viaje, Brenda puso las malteadas en los portavasos — Espero que te gusten los nachos, también compre chocolates —

— Me encantan — Susurre depositando esa delicia en mis labios, pero obviamente tuve que darle de comer como una bebe, ya que ella estaba concentrada en el camino, todavía nos quedaba una hora más, así que llegaríamos a las cinco de la tarde porque duro bastante cambiándose y empacando, también me invito a comer, pero esa es otra historia, el tiempo pasó más rápido porque comenzamos a hablar así que ya estábamos en la costa.

Al llegar nos recibió un hombre, él nos ayudó con las maletas, Brenda lo saludo con un beso en la mejilla, yo seguí a Isabella que estaba bastante inquieta, todos subimos arriba, era una habitación con dos camas, aire acondicionado, un balcón con vista a la playa otro con vista a la piscina y un baño.

— Supuse que dormirían juntas, así que pedí que trajeran dos camas — Mire a Isabella tomar asiento en la cama, yo acaricié mi nuca algo incómoda.

— Sabes nosotras necesitamos instalarnos — Respondió Brenda apretando mis hombros con sutileza— Por cierto... Valentina, él es Antonio — Apreté la mano de Antonio viendo sus ojos, sentí algo extraño al tocar su mano, no sé si era por la manera en la que me miraba o quizás el lugar era desconocido para mí, cuando él se retiró me sentí un poco menos incómoda.

— Amor, porque no vas a quitarte la ropa para que te de un baño...

— Seguro — Dijo mal humorada corriendo al baño cerrando la puerta con fuerza, mire a Brenda un poco confundida.

— ¿Estás bien? 

— Lo estoy, sé que ella está enojada, a ella no le agrada Antonio...

— Porque le gustas — Ella asintió aliviada, yo opté por acomodar mi ropa y dejar que ellas resolvieran sus cosas, yo tomé mi libro dedicándome a la lectura, aunque eso fue imposible, ya que mi celular comenzó a sonar al ver su nombre conteste sin dudarlo.

¿Qué pasó Adie?

— Entre a tu casa y no estabas, ¿Hoy no salías temprano?

— Sí... más de la cuenta, te puedo pedir un favor.

— Adivinaré, quieres que cuide a Teddy

— Como lo sabes...

— Está arrastrando su cama con esa mirada.

— Perro listo.

— Es un cabrón... ¿Dónde estás?

— Con Brenda y su hija, estamos en una casa de playa.

1° Ojalá fueras tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora