22- No soy de esas.

428 33 0
                                    

Valentina García

Desperté con bastante energía pasiva-agresiva si es que existían esas energías, había comprado un té de manzanilla según la mesera, eso relajaba, pero sabía asqueroso, cuando entre al estudio me sorprendió ver rosas, me encanta ese aroma, acaricié uno de los pétalos inhalando su aroma.

— ¿Te gustan? — Susurraron detrás de mí, mire a mi amigo dedicándole una sonrisa.

— ¿De quién son? 

— Tuyas — Él me entregó una carta mirándome con emoción, la abrí leyendo la nota; En serio lo siento, soy un idiota, podemos compensar ese mal rato.

Tome las rosas caminando hacia uno de los basureros, rompí la estúpida carta esparciéndola en la basura, qué clase de chica cree que soy acaso, tengo en mi cara un letrero que dice que las flores arreglan todo en esta vida porque si así fuera los muertos estarían vivos de tantas flores que les llevan.

Respiré lo más profundo que mi cuerpo me permitía, deje a un lado el asqueroso té y me concentré en hacer mi trabajo porque sentía que exploraría en cualquier momento, la tensión en mí era más grande que mis deseos enfermizos de matar a alguien.

...

Adeline Hoffman

Estaba algo preocupada, era extraño que Valentina me invitara a comer, ella nunca fue expresiva, siempre fue problemática, pero con el tiempo comprendí que dentro de todo eso había una chica buena, solo que había sufrido mucho, era un poco bipolar, alocada y decidida cuando algo se metía en su mente era imposible que saliera de su cabeza.

Para mí ella era como una hija, la hija que nunca tuve, siempre fue dulce aunque fingía dureza, se metía en problemas culpando a las demás personas de sus actos, pero lo que decía no era lo que exactamente hacía, todo el daño ella misma lo guardaba para sí misma, siempre me preocupe por ella de más, su silencio era alarmante.

Cuando la vi entrar al local le hice señas para que me mirara, me levanté envolviéndola entre mis brazos, Valentina poco a poco se escondió en mi cuello, eso solo lo hacía cuando quería decirme algo importante, aún recuerdo que cuando tenía dieciséis estaba nerviosa cuando me dijo que había estado con una chica creo que pensó que la golpearía o que la rechazaría, pero eso nunca pasó, solo la abrace brindándole todo mi apoyo lo único que me sacó de casillas fue cuando me dijo lo de Gabriel, en ese momento deseé matarlo.

— Ya me estás preocupando — Susurre alejándome, ella tomó asiento jugando con sus dedos - Amor habla conmigo...

— No sé cómo.

— Respira y déjalo salir — Apreté su mano dedicándome una sonrisa.

— Estuve con Brenda — Estaba confundida, intentaba no pensar que estuvieron íntimamente juntas, pero su rostro me decía otra cosa, ella bajo su cabeza suspirando.

— Ustedes...

— Sí.

— ¿Dónde? 

— Joder Adeline, como me haces esa pregunta — Reí notando como sus mejillas se tornaban rosadas.

— Solo bromeó — Me burlé acariciando sus mejillas.

1° Ojalá fueras tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora