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Para siempre

Cuando Christina Daddario dio la noticia en el consejo de Eagle Corporation sobre la nueva fiesta de compromiso de su hijo, muchos de los invitados marcaron con un "Sí" su invitación casi de forma inmediata. Las familias creían que se debía más al morbo de si la prometida era de nuevo la señorita Anderson o se trataba de alguien más.

Se llevo a cabo otra fiesta de compromiso, más pequeña en comparación a la anterior pero bastante grande a lo que cualquiera haría. Llegaron socios, amigos de la familia, políticos, familia y un par de personas que el Anddario jamás había visto.

—Felicidades muchachos, les deseo un próspero matrimonio—una señora con el cabello pulcramente peinado estrechó y sacudió con fuerza la mano de Lila
—Muchas gracias senadora...—la bostoniana buscaba en su cabeza el nombre o apellido de la persona que tenía frente a ella
—Mitchell, muchas gracias—contestó su prometido al instante

La mujer se marchó con una sonrisa en la boca para tomar otra mimosa, Lila hundió su rostro en el pecho de Matt mientras suspiraba.

—Gracias por salvarme—lo abrazó sin despegar su rostro
—Siempre—el morocho depositó un beso en la frente de su novia
—¿La conocías?
—Nop, pero recuerdo su cara de la lista que mamá nos hizo memorizar—se acercó lo suficiente para que solo ella lo oyera
—No te ofendas, pero la mitad de la fiesta es gente que no conozco
—Es porque con estas fiestas, mamá las hace suya—se acercó Alex para entregarles otro regalo traído por un rostro más de la lista antes mencionada
—Además de que, desde que se supo del compromiso, cierta revista donde cierta ex novia de la universidad tuya trabaja, no ha estado haciendo comentarios amables del todo a la familia—Cat se posicionó tras la pareja, comentando en un tono de notoria molestia
—Pensé que todo eso había quedado atrás, han pasado años desde que terminé con ella—Matt se apretó el puente de la nariz
—Bueno, supongo que una boda tan grande como la que están organizando nuestros padres debió causar descontento a ciertas personas—la mayor de la Daddario suspiró
—Así qué hay que sonreír y ser amables incluso con quienes no lo merecen tanto—bufó Cat
—Wow wow wow ¿se están escuchando a ustedes mismos?—la chica de Boston de colocó frente a ellos—. Me he puesto al día con lo que han dicho ustedes y los demás estos años, no es nada de lo que debamos preocuparnos, recuerden que nunca hemos dejado que lo que digan los demás nos importe, no creo que debiera estremecernos esto. Así que todos vamos a tomar una copa de champán—Lila estiró sus brazos para alcanzar la charola que llevaba más de uno de los meseros, al notar la intención le dio a cada hermano Daddario una—y preocuparnos únicamente por disfrutar esta fiesta. Es para nosotros
—Es posible amarte cada vez más—acercó a su prometida para darle un tierno beso en la mejilla a la vez que todos chocaban sus copas

La familia neoyorquina optó por obedecer lo dicho por Lila, lo que provocó que desde por primera vez que inició la fiesta, la pareja pudo disfrutarla. Todos bailaron, charlaron y brindaron hasta que su cordura matutina se los permitía.

...

—¡Como una princesa! ¡O una sirena! ¡¡O UNA PRINCESA SIRENA!!—los pies de Emma se balanceaban mientras estaba sentada en el sofá de la tienda
—Nena, estamos aquí para ayudar a escoger un vestido, no para imponerlo—le habló con calma Rosemary
—Pero sus ideas me ayudan, no sé por donde empezar—Lila cubrió su rostro con sus manos

No habían sido semanas fáciles entre más se acercaba la boda, los organizadores le habían dicho que si haría algo en especial con su padre a lo que ella respondió sobre su partida. Ya lo había asimilado, lo visitaba cuando podía, le seguía escribiendo cartas pero imaginar que el dar otro paso importante en su vida sin la primera persona más importante de su vida, había tocado una hebra sensible en ella.